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Los 100 días de Petro

Por: Walter Aldana

Político, social, alternativo


Si recordamos que el “ingeniero” Rodolfo, pintoresco émulo del hoy presidente de la República, obtuvo 10,5 millones de votos frente a los 11,2 millones de sufragios de su opositor, es entendible que la imagen de Gustavo Petro sea 61% positiva y 23% negativa.


Y es que en la inmediatez de nuestra cultura colombiana no falta quien aspire a que en 100 días de gobierno se solucionen todos los problemas que han dejado más de 200 años de alternancia política de los partidos tradicionales y los caciques de opinión, quienes fungen de “salvadores” de la precaria situación económica, política y social que los gobiernos y la élite oligárquica han generado, amén de la corrupción que se hizo natural en las acciones de gobierno.


Veamos algunos resultados de los tres primeros meses del gobierno del Cambio: eliminación de consejerías y nóminas paralelas en los ministerios y entidades descentralizadas; desarrollo de diálogos regionales con carácter vinculante “la gente habla, el gobierno escucha”; condonación de las deudas por créditos de Icetex a estudiantes de estratos bajos y pertenecientes a poblaciones de especial protección, alivio para jóvenes estudiantes y sus padres.


Tres leyes estructurales y clave se aprobaron en esta legislatura: la ley de presupuesto de la nación; la ley de Paz Total; y la reforma tributaria. Y el acto legislativo para el reconocimiento del campesinado como sujeto diferencial de derechos superó los primeros cuatro debates.


Con la ley de presupuesto aumentaron en $240 mil millones las transferencias de la nación para el Cauca en 2023. La iniciativa gubernamental de Paz total aprobada en el legislativo da paso a las negociaciones de carácter político y de beneficio penal y autoriza los “acuerdos humanitarios regionales” sobre temas neurálgicos para el mundo rural, previa decisión del ejecutivo. La reforma tributaria dará parcialmente acceso a los dineros que permitan la atención al sector social. Y el reconocimiento del campesinado podrá satisfacer la aspiración de ese gran conglomerado rural que tiene sentido de pertenencia e identidad social, cultural, religiosa, productiva, filosófica, etc.


Asimismo, el presidente firmó el Acuerdo de Escazú y en la COP 27 lidera a Latinoamérica en la defensa de la Amazonía, el control del cambio climático y la regulación mundial de las drogas.


Regresó la esperanza de vida digna a las y los colombianos.


 

*Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido autora y no necesariamente representan la posición de la Fundación Paz & Reconciliación al respecto.

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