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Lluvia: la esperanza de Timbiquí

Foto: Ministerio del Interior

Por: Juan Sebastián Patiño, Universidad Católica de Cali


El municipio de Timbiquí, ubicado al occidente del departamento del Cauca, está viviendo una difícil situación a causa de la escasez de agua potable por la contaminación del Río Timbiquí. La situación ha venido agudizándose desde hace casi una década como consecuencia de la mala disposición de los desechos industriales de la minería, actividad que se realiza frecuentemente por los pobladores del municipio.

Esta situación comenzó a principios del año 2010, debido a la bondad del río Timbiquí y la gran cantidad de oro que se encontraba en la parte alta de este. Como consecuencia, se dio un auge minero que implicó que aproximadamente 300 retroexcavadoras -las cuales trabajaban durante las 24 horas del día- excavaran en el lecho de la fuente hídrica para extraer este cotizado mineral. Fue preciso este proceso de extracción, el cual requiere del uso de productos altamente contaminantes como el mercurio y el cianuro, el que causó el deterioro de la calidad de las aguas del río, hasta el punto de convertirlas en no aptas para el consumo humano.

Sin embargo, a pesar de las campañas que trataban de mitigar esta problemática ambiental, Timbiquí es ahora un municipio con múltiples tanques de reserva de agua instaladas por los habitantes, con el propósito de almacenar “aguas lluvias” y así poder acceder al preciado líquido. Cabe resaltar que, gracias a la ubicación estratégica del municipio, el cual lo posiciona en una de las zonas más lluviosas del país, los ciudadanos cuentan con el agua necesaria para vivir y sanear sus necesidades básicas, teniendo también en cuenta, que, en épocas de sequía, la situación que se vive es bastante crítica.

Óscar, un poblador timbiqueño, menciona que en épocas donde el agua escasea debido a las fuertes sequías, los habitantes tienen que recurrir al municipio de Buenaventura, situado en el departamento del Valle del Cauca, para comprar botellones de agua y de esta manera mitigar la complicada situación.

Según la personería, en Timbiquí una familia de 4 integrantes requiere aproximadamente 2 mil litros de agua para subsistir durante una semana, un volumen que no supone mayor dificultad en ser colectada durante las tempestades que se precipitan en este municipio. Sin embargo, este recurso hídrico no poseería ningún tipo de tratamiento, lo que conllevaría a que durara almacenada en buen estado para el consumo humano muy pocos días, antes de que exista la posibilidad de proliferación de microorganismos que alteran su composición.

Los timbiqueños solo pueden observar de lejos la bonanza, pues cada día se agudiza más esta problemática ambiental y se aleja la posibilidad de encontrar una pronta solución, a la que ahora se le suma el cambio climático, las largas épocas de sequía, la deforestación, contaminación de fuentes hídricas y el abandono estatal, el cual no ha generado políticas públicas viables para el municipio que mitiguen la falta de agua en sus poblados.


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