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León Valencia analiza 5 frases clave del discurso de Petro en el día de los y las trabajadoras

Por: Katerin Erazo, Periodista


El 01 de mayo, con motivo del Día del Trabajo, el presidente Gustavo Petro ofreció un discurso desde el balcón de la Casa de Nariño ante una multitud que se congregó en los alrededores del lugar. En compañía de la primera dama, Verónica Alcocer, el primer mandatario se dirigió a los opositores de las reformas sociales propuestas por el Gobierno y reiteró su compromiso con dichas medidas. Asimismo, Petro instó a sus ministros a intensificar los esfuerzos para alcanzar los objetivos establecidos


Además, el presidente llamó a la ciudadanía a mantenerse en movimiento constante para respaldar las políticas del Gobierno. Si bien el discurso del mandatario fue bien recibido por algunos, otros lo rechazaron. El director de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), León Valencia, analiza cinco frases claves pronunciadas por Gustavo Petro en su intervención.


“La gran revolución en marcha demanda una clase trabajadora que se movilice, que luche, que se organice”.


Petro explica que actualmente hay una gran resistencia por parte de las élites políticas hacia los cambios propuestos. Para enfrentar esta situación, se debe recoger la tradición reformista presente en una parte de estas élites y movilizar a los trabajadores como sujetos activos de la revolución en marcha. De esta manera, todo el discurso gira en torno a la importancia de recoger esta tradición y movilizar a los trabajadores en función de las reformas.


“Si no se aprueba la ley de reforma a la salud, si no se aprueba la reforma pensional, las EPS se acaban y los fondos privados de pensiones también”


La idea que plantea Petro es que el modelo de salud basado en las EPS y el modelo de pensiones centrado en los fondos privados han agotado su capacidad y necesitan ser reformados para darle un mayor papel al Estado y lo público. Según él, esta reforma es necesaria para revigorizar y mantener los compromisos sociales del Estado, ya que de no hacerlo, estos sistemas se derrumbarán por sí mismos debido a la inercia de los fondos privados y las EPS, que ya son insostenibles. En otras palabras, lo que está diciendo Petro es que el Estado no puede quedarse de brazos cruzados mientras esto sucede. Según él, ya se han creado 102 EPS, de esas ya solo faltan seis para que el sistema colapse si no se realiza una reforma profunda en la salud y las pensiones. Creo que eso es una cosa que está por discutirse, si tiene sentido y si es verdad lo que dice Petro, de que realmente se agotó ese modelo y que la única manera de crear otro modelo es fortaleciendo la salud pública y el Estado.


“Creían que Petro acorralado bajaría la idea de la gran transformación, bajaría la idea del cambio social”


Creo que lo que las élites políticas colombianas están comprendiendo es que Petro es un reformista que no cederá en su pretensión de reformas, es decir, intentará ajustar la realidad al lugar en el que quiere llegar sin atajos. Hasta ahora ha apelado a la profundización de la democracia, a la participación de los trabajadores y a la movilización pacífica, y ha llamado a acuerdos dentro de la institucionalidad y la Constitución de 1991. Es muy difícil que Petro se desvíe de las reglas de la Constitución del 91, ya que él se cree un padre de esta, de alguna manera lo es con el M-19 y la aprecia enormemente. Aunque siempre ha sido acusado de que en cualquier momento se saltará las instituciones y tratará de iniciar una constituyente o un camino diferente al de las reglas tradicionales de la Constitución del 91 y al Congreso.


“Las reformas pueden llevar a una revolución, el intento de coartar las reformas puede llevar a una revolución”


Las revoluciones pueden ser violentas o pacíficas. Hay grandes revoluciones que han sido pacíficas, y yo creo que una revolución implica un cambio acelerado y rápido. Una revolución es cuando la evolución adquiere una velocidad enorme, y sin duda esa es la idea de Petro: una idea revolucionaria, de cambio rápido y profundo. La diferencia es que Petro ya está curado, pues perteneció a una organización guerrillera, pero creo que va a recurrir a todos los medios pacíficos, y eso es perfectamente legítimo. Querer transformar un país mediante medios pacíficos es perfectamente legítimo.


“No podemos retroceder, dejar de perder el impulso de los millones de colombianos y colombianas que fueron a las urnas a cambiar a Colombia y que hoy, por falta de movilización, quizá por falta de conciencia, dejemos solas las grandes reformas del cambio para que sean trasmitidas por quienes siempre se han opuesto a ellas, sería una pérdida de tiempo histórico terrible, yo espero de este pueblo trabajador, lucha”

Sí, es que él ganó las elecciones y lo hizo con una propuesta de cambio y reformas, y tiene derecho a impulsar esas reformas. ¿Qué ocurre en un régimen presidencialista como el nuestro? Que no hay correlación entre la elección presidencial directa y el Congreso. En un régimen presidencialista, la dinámica es diferente porque hay mayorías en el Congreso distintas a la mayoría del Ejecutivo, que es quien conquistó la presidencia. Esta es una de las realidades que tienen estos regímenes presidencialistas. En este caso, si fuera un régimen parlamentario, habría una correlación directa entre la mayoría que votó al presidente y la mayoría parlamentaria, porque hay una mayor armonía entre el Congreso y la presidencia. ¿Cómo se compensa eso? El régimen presidencial le da más poder al presidente, y creo que Petro va a utilizar ese poder para hacer muchas cosas por decreto o acciones del gobierno, y solo recurrirá al Congreso cuando se necesite una ley o una reforma constitucional según la dinámica constitucional.


Esta es la realidad que vamos a tener. En primer lugar, Petro tiene la legitimidad para llevar a cabo las reformas por las que el pueblo lo votó. En segundo lugar, está convocando a aquellos que votaron por él a que se movilicen pacíficamente, lo cual también es legítimo. Por último, dada la naturaleza del régimen político, tiene que tomar una primera acción, que es la de concertar con las fuerzas políticas que son mayoría en el Congreso o que son una fuerza importante en el Congreso.


Esto se hacía antes porque era fácil. Primero, porque tenían ideas no antagónicas y comunes entre los presidentes que pertenecían a las mismas élites políticas, y la mayoría eran congresistas. Como realmente no había una diferencia importante o transcendental en la visión del país y las reformas, la discusión se daba prácticamente para reunir intereses muy particulares. Esta reforma tiene algunos problemas, pero la hacemos y siempre le cobraban al Ejecutivo con “mermelada” o puestos.


Pero ahora ya no basta la “mermelada” o los puestos. A Petro no le basta eso porque las diferencias pueden ser el punto donde los intereses que están en el Congreso son superiores a los suyos, porque son diferencias de concepción profundas y de intereses económicos profundos. Además, hay una presión desde afuera de élites para que los parlamentarios que financian, que son los que los controlan de alguna manera, hagan lo que ellos quieren. En este momento, hay que generar una nueva forma de relación entre el Congreso y la Presidencia. Esas nuevas formas tienen que ser mediante la concertación en torno a proyectos y no en torno a “mermeladas”. Y esa concertación también exige una gran preparación de los propios parlamentarios, algo que antes no era necesario, y del propio gobierno, porque ahora estamos discutiendo cosas que tienen una mezcla técnica, política y económica de intereses. Estas son las cosas nuevas que tienen esta relación de fuerzas que realmente son distintas e ideológicas y tienen intereses diferentes en el juego político.

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