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Las víctimas en Catatumbo no pudieron inscribirse para votar

Daniela Garzón

Investigadora Línea Democracia y Gobernabilidad


A la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) ha llegado un derecho de petición, con fecha del 24 de enero, de una de las candidatas inscritas en la circunscripción de paz que corresponde a la subregión del Catatumbo. En este se solicita a la Registraduría garantías para la inscripción y traslado de cédulas, después de que la plataforma que dispuso la entidad presentara múltiples errores y limitara los derechos de participación de los habitantes de la región, muchos de los cuales son víctimas del conflicto armado colombiano.


La petición se hace teniendo en cuenta que es deber de la Registraduría garantizar la participación equitativa de todas las personas dentro del territorio colombiano y que los cambios adelantados por el registrador, Alexander Vega, (a quien parece que los peticionarios no reconocen como el actual registrador, lo que habla mal de su presencia y recordación en el cargo) respecto a adelantar el proceso por internet y utilizando celulares ignora las condiciones de vida de las personas en el Catatumbo. En esta región no solo es sumamente limitado el acceso a internet, sino que buena parte de la población no cuenta con acceso y formación en ciencia y tecnología que les permita utilizar herramientas como la autenticación biométrica con facilidad.


Como se expresa en el derecho de petición, las personas que querían llevar a cabo su inscripción en el Catatumbo se organizaron mediante sus juntas de acción comunal para realizar el proceso como lo indicaban las plataformas de la Registraduría. Esto, con grandes esfuerzos de desplazamiento y de recursos. Sin embargo, el proceso de inscripción adelantado virtualmente ha sido un problema no solo en regiones apartadas de Bogotá, sino que el sistema presentó fallas generales en los días anteriores al cierre de la inscripción de cédulas, por lo que hoy esperan que las personas hagan una nuevo proceso de autenticación que se indicará a sus correos electrónicos, fuera del mismo calendario estipulado para llevar a cabo la inscripción, perjudicando enormemente a personas como las que viven en el Catatumbo, que no utilizan correos electrónicos ni pueden desplazarse a las oficinas de la Registraduría.


La petición solicita que de manera urgente se subsanen las dificultades que se han presentado para la inscripción de cédulas en el Catatumbo, utilizando medios diferentes a los tecnológicos para llevarla a cabo. Cabe decir que el proceso de inscripción virtual de cédulas desconoce el artículo 78 del Código Electoral que establece que:


“La inscripción es acto que requiere para su validez la presencia del ciudadano y la impresión de la huella del dedo índice derecho del inscrito (…) No surtirán efecto las inscripciones que se efectúen sin el lleno de los requisitos prescritos en el presente artículo (…)”


De esta forma, la Registraduría podría haber desarrollado no solo una inscripción de cédulas que no garantiza la participación de cientos de personas en Colombia, sino que es ilegal.


Además, las fallas en el proceso de inscripción no han permitido que se conozca el censo electoral definitivo para las elecciones del 13 de marzo. Teniendo en cuenta que en la misma resolución, en la que la Registraduría reglamentó la actualización del censo y la inscripción de candidatos para aspirar a las circunscripciones especiales, se establece que debía hacerse “dos meses antes del día de la elección” (Resolución 10592 de 2021), es decir el 13 de enero.


Las irregularidades en este proceso y en otros que Pares ha denunciado son muchas, y se reafirma que son cuestionables algunas de las actuaciones del registrador Alexander Vega, quien parece desconocer normas electorales básicas, las condiciones de algunas de las regiones más afectadas por la violencia armada, sus deberes como funcionario público y que podría estar actuando por fuera de la ley.


La aclamada modernización de la Registraduría, que ha costado miles de millones de pesos, no solo no funciona, sino que acabó menoscabando aún más los derechos de participación en territorios que no tienen ni el acceso a tecnologías ni las condiciones de movilidad de las grandes ciudades; justo cuando sus habitantes más necesitan tener garantías para asistir a las urnas, pues por primera vez van a poder tener una representación especial, producto del surgimiento de las dieciséis curules transitorias de paz.


Debería ser una exigencia ciudadana que se responda de manera eficiente a la petición que presentan las víctimas en el Catatumbo y que el registrador no evada su responsabilidad por los grandes errores que se cometieron en el proceso de inscripción de cédulas que hoy tienen a una porción de los inscritos en vilo porque no sabrán si podrán votar, y que pueden abrir la puerta al fraude electoral.


Puede ver el derecho de petición completo haciendo click aquí

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