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  • Foto del escritorRedacción Pares

Las rutas de ‘Otoniel’

Por: Fundación Paz & Reconciliación (Pares)

Fotografía de 'Otoniel' tomada de: Blu Radio.

Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, jefe del temido Grupo Armado Organizado (GAO) Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) —denominado por la fuerza pública como Clan del Golfo— ha sido capturado este sábado, 23 de octubre, en el marco de la operación ‘Osiris’: una acción que se suma a los operativos realizados en el marco de la operación “Agamenón II”, con la que desde hace casi cinco años, la fuerza pública intentaba cerrar el cerco sobre alias ‘Otoniel’, quien era el hombre más buscado del país. El Gobierno colombiano ofrecía hasta 3 mil millones de pesos por información que llevara a su captura, mientras que el Gobierno de los Estados Unidos ofrecía 5 millones de dólares.


De acuerdo a lo informado por Jorge Luis Vargas Valencia, director General de la Policía Nacional de Colombia, desde hace menos de una semana, se habían intensificado las acciones en la vereda San Pablo, en el municipio de Necoclí, Antioquia. Se trató de una operación conjunta del Ejército, la Policía y la Fuerza Aérea (con el apoyo de organismos de inteligencia de Estados Unidos y Reino Unido) que, finalmente, condujo al cerco de ‘Otoniel’ en un punto entre el cerro Yoki y el cerro Azul, en un paraje rural ubicado en el corregimiento El Totumo, de Necoclí, donde finalmente fue capturado por las autoridades.


La captura de ‘Otoniel’ ha sido considerada, desde el Gobierno nacional, como el paso definitivo para desarticular a la que se denomina como la más grande agrupación narcotraficante del país. En rueda de prensa, el presidente Iván Duque comparó el impacto de esta acción contra el Clan del Golfo con la caída de Pablo Escobar, y afirmó que se trata del “golpe más duro que se le ha propiciado al narcotráfico en este siglo”. Sus declaraciones fueron aún más lejos, pues señaló que esta captura del máximo cabecilla de las AGC “marca el final del Clan del Golfo”. En contraste con las afirmaciones del primer mandatario, Esteban Salazar, coordinador de la Línea de Democracia y Gobernabilidad de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), ha señalado para Caracol Radio que la captura de ‘Otoniel’ no representa el fin del ‘Clan del Golfo’ y que, incluso, desde ya se anticipa que Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias 'Chiquito Malo', quien se venía desempeñando como segundo al mando de este grupo armado, podría ser el nuevo jefe de esta organización criminal.


Por otro lado, Salazar señala que la captura de ‘Otoniel’ se vendría planificando desde hace tiempo y que se podría haber producido en el marco de un escenario de sometimiento o negociación entre el cabecilla del Clan del Golfo y las autoridades: “Pudo haberse dado una negociación para entregar rutas, para entregar algunos socios y armas”.





El dosier de Otoniel estaba lleno de desplazamientos forzados, asesinatos, masacres, violencia sexual y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes. Tenía circular roja de la Interpol, más de un centenar de órdenes de captura en Colombia, y se encontraba en la lista de las personas más buscadas por la DEA. En octubre de 2018, el entonces fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, incluyó a las AGC - Clan del Golfo en la lista de las principales organizaciones criminales transnacionales que representan una amenaza para aquel país. En la lista también se encontraban los carteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa, así como el grupo terrorista Hezbolá del Líbano.


En el 2020, Pares elaboró un informe sobre los movimientos de alias ‘Otoniel’ y sobre el control territorial que ejercía el grupo armado que lideraba. En aquel momento, por razones de seguridad, dicho documento no fue publicado. Ahora, con motivo de la captura del cabecilla del Clan del Golfo (y con la realización de algunas actualizaciones necesarias en la información), hacemos pública esta investigación que da cuenta de la forma en que alias ‘Otoniel’ desplegaba su accionar criminal y se escabullía de las autoridades.


Como Otoniel por su casa


Luego de 2 años de investigación y una extensa triangulación de información por medio de diversas fuentes en territorio, de inteligencia e instituciones, Pares logró establecer que el centro de operaciones de Otoniel se encontraba en el departamento de Córdoba, específicamente en la subregión del sur de este departamento. Allí confluyen 5 municipios: Tierralta, Montelíbano, Puerto Libertador, Valencia y San José de Uré. Estas entidades territoriales se ubican en la frontera con el Bajo Cauca antioqueño. Ambas subregiones se encuentran separadas por el Parque Nacional Natural Paramillo.


Si bien Otoniel había planteado diversas treguas de parte de las AGC – Clan del Golfo con los demás grupos irregulares, varias incursiones armadas han venido generando escenarios de guerra en las zonas rurales de la subregión del sur de Córdoba. Esto se ha producido, en buena medida, por el plan de expansión del BVPA – ‘Los Caparros’, quienes se aliaron con el ‘Nuevo Frente 18 Camarada Román Ruiz - Cacique Coyará’, el ELN, ‘Los Pachelly’ en Medellín y el cartel mexicano ‘Jalisco Nueva Generación’ para entrar a disputar los territorios con el Clan del Golfo que, por su parte, ha tenido como aliados a la Oficina de Envigado y al Cartel de Sinaloa. No obstante, el Clan del Golfo es probablemente el grupo que tenga mayor poder dentro de estos territorios. Tanto así que ‘Otoniel’ comandaba sus bloques desde Tierralta, a la luz de la población y de la fuerza pública.


Mucho se había especulado sobre la ubicación del cabecilla del Clan del Golfo. Algunas fuentes habían mencionado que se encontraba en Urabá, y otras afirmaban que se encontraba en Chocó y en el Nudo del Paramillo. Sin embargo, en su momento, Pares logró determinar los corredores por los cuales se movilizaba, como Pedro por su casa, con el apoyo de sus bloques, hacia Montelíbano y Bajo Cauca, así como sus espacios de retaguardia que lo comunicaban, al norte de Tierralta, con el Urabá antioqueño, y al sur con el Chocó.


También, en su momento, se identificó el perímetro en el cual ‘Otoniel’ permanecía, los recorridos que hacía por los ríos Sinú, Esmeralda y Verde, los tiempos aproximados de sus desplazamientos y, asimismo, se establecieron hipótesis georreferenciadas sobre su ubicación. Estas hipótesis estarían confirmadas por las declaraciones del entonces director de la DIJIN, el general Jorge Luis Vargas (actual director de la Policía), quien planteaba que se tenía información que indicaba que ‘Otoniel’ se hallaba en una zona boscosa de esta región, en los límites de los departamentos de Antioquia y Córdoba.


De acuerdo con la investigación de Pares, Otoniel lograba todo esto gracias a 5 anillos de seguridad, distribuidos de la siguiente manera:


1. Anillo urbano: conformado por estructuras subcontratadas que tienen radioteléfonos y mantienen comunicación con las coordinaciones a nivel regional sobre los movimientos en los municipios del sur de Córdoba, específicamente en Montelíbano, Puerto Libertador y Tierralta. Se trata de grupos no mayores a 10 personas.

2. Anillo fluvial: empieza desde Puerto Frasquillo, donde contaba con toda la infraestructura para movilizarse en lanchas bimotor de alta potencia por los ríos Esmeralda, Sinú y Verde hacia Urabá, Chocó y Antioquia, por el sur de Tierralta. También contaba allí con espacios de aprovisionamiento y, adicionalmente, al parecer se movilizaba por medio de pangas (pequeñas embarcaciones) en horas de la noche y de la madrugada a través de otros afluentes más difíciles de rastrear.

3. Anillo veredal: compuesto por campesinos, indígenas y habitantes que, bajo amenazas o incentivos económicos, le servían como fuentes de información a nivel veredal para darse a la huida cada vez que existía presencia de operativos militares. También se encargaban de facilitar los alimentos y el alojamiento en su tránsito hacia los diferentes puntos estratégicos por los que se desplazaba. Estas personas harían parte de una nómina en la que se les brinda un pago que oscila entre 200 mil y 600 mil pesos mensuales. Entre el anillo fluvial y el veredal existe presencia del Ejército.

4. Anillo armado: estaría compuesto por dos ejes. Uno estaría ubicado a menos de un kilómetro de donde permanecía y contaría con la presencia de un aproximado de 60 a 80 personas, y el otro estaría a 10 kilómetros y se encontraría conformado por 100 personas, quienes contarían con instrucción militar especializada para mantener control armado en algunas zonas y tendrían la capacidad de dar respuesta ante enfrentamientos con la fuerza pública y/o con los demás GAO y GAPF que amenazaran con la seguridad de ‘Otoniel’. Aquí se encuentran articulados los frentes Carlos Vásquez y Rubén Darío Ávila de las fuerzas especiales de AGC - Clan del Golfo.

5. Anillo de confianza: este sería el anillo más cercano a ‘Otoniel’. Con base en la comparación de diversas fuentes, estaría compuesto por un grupo de 8 a 10 hombres, quienes funcionaban como una especie de guarda pretoriana. Se encargaban de construir los campamentos de reposo y de cuidarlos permanentemente. Adicionalmente, servían como correos humanos, pues ‘Otoniel’ suspendió el uso de cualquier tipo de dispositivo electrónico para hacerse menos rastreable.


Según fuentes de inteligencia de la fuerza pública, una de las particularidades identificadas era que Otoniel también solía hacer viajes solo a pie o a caballo. Usaba el transporte fluvial cuando era sumamente necesario y no dormía en el mismo lugar durante noches consecutivas.