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  • Foto del escritorMaría Victoria Ramírez Martínez

“Las nadie” en el congreso

Por: María Victoria Ramírez

Conversación con Karmen Felisa Ramírez Boscan, mujer wayúu representante a la Cámara electa por la circunscripción internacional.

Nueva York, 9 de junio de 2022

Presentación


María Victoria Ramírez, Fundación Paz & Reconciliación (Pares): primero agradecerte por acceder a conversar con Pares, para nosotros es muy valioso poder hablar con una mujer como tú, que decidió dar el salto de ser lideresa social a la política. ¿Quién es Karmen Felisa?


Karmen Felisa: soy una mujer wayúu que trabaja por la defensa de su territorio y por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas. Hace 11 años vivo en Suiza y aquí he trabajado temas relacionados con la migración, lo que me llevó a postularme para ser candidata a la circunscripción internacional. Y bueno, ahora soy representante por esa circunscripción.


Pares: me llama mucho la atención tu doble condición de ser mujer indígena y migrante. Cuéntanos cómo ha sido esa experiencia, ¿cómo fue el momento de la migración?, ¿cómo se vive siendo mujer indígena en Europa?, ¿cómo es ese cambio cultural?


Karmen Felisa: yo estudié derecho internacional humanitario especificado a pueblos indígenas en la ONU y además trabajé como consultora de la OIT promoviendo el Convenio 169, que es el que le reconoce derechos a los pueblos indígenas y tribales; a partir de todo ese proceso comencé a recibir fuertes amenazas en Colombia y por esto tuve la posibilidad de ser acogida en Suiza en un programa especial de protección, justamente en la OIT.


Viví un año en Suiza y después regresé a Colombia, pero ya había conocido a quien es mi esposo. Yo no quería regresar a Suiza en condición de asilo, pero la situación en Colombia seguía compleja en términos de seguridad, así que mi esposo me propuso matrimonio. Yo me casé siempre con esta idea de regresar a Colombia y siempre he dicho que soy una refugiada del amor. A partir de ese momento comencé a vivir otra experiencia desde la migración. Lo primero, por supuesto, es el choque cultural, yo vengo de un pueblo que es soñador y había una desconexión total con el nuevo territorio donde yo estaba. No podía tener mis tratamientos espirituales y por eso no podía soñar. Y fue un proceso difícil, porque la migración es aplastante, te des-empodera, te lleva a sobrevivir y a trabajar en lo que sea.


Poco a poco comencé un proceso de apropiación del lugar y fundé una plataforma que se llama lucify.ch y desde ahí comencé a hacer trabajo con mujeres inmigrantes que tenían experiencia en temas de comunicaciones. Luego fundé entre los años 2016 y 2017 otra plataforma para el empoderamiento de mujeres migrantes, pero más enfocado en mujeres latinoamericanas, colombianas. Esta plataforma se llama “Las nadie, Estrategias feministas para Vivir en Suiza”. Y así fuimos construyendo procesos que nos llevaron también a tomar acciones políticas en el país. Llevamos a cabo varios procesos relacionados con la migración, con la lucha antirracista, con la lucha feminista, diversa, intercultural, incluyente...


María Victoria Ramírez, Fundación Paz & Reconciliación (Pares): yo viví en Europa 5 años, en Holanda, y sé lo que es que el cielo sea gris, que no salga la luz que sale en tu territorio, que no haya la cercanía, o esa cercanía a los cuerpos, al otro, en un país que no es el de uno. Entonces, más allá de la migración forzada, a mí me gustaría mucho que me contaras acerca de esa experiencia mucho más íntima de encontrarse con una cultura que para mí, en mi conocimiento de Holanda, tiene como esa distancia de los cuerpos. ¿Cómo viviste tú esa distancia?


Karmen Felisa: al principio fue difícil, pero después de pasar ciertas experiencias de exclusión y de racismo empecé a apropiarme de la ciudad en la que vivo, que es Berna. Hoy digo que Berna me pertenece, yo realmente sí he pasado muchas dificultades, pero no quiero quedarme ahí, eso ya pasó. Yo pienso que la migración te obliga a sobrevivir y parte de eso es apropiarse del lugar. Así que yo me apropié de la ciudad y comencé a trabajar en una cocina, limpiando, pero también tengo un taller en donde trabajo muñecas wayúu tradicionales que yo diseño, también trabajo ahí con un proyecto de mi esposo que trabaja con pueblos indígenas de comunidades mapuche en Argentina.

Es por esto que pensamos en una estrategia como “Las nadie”, apoyarnos en algo que nos permitiera vivir con dignidad en este país, vivir con voz, con reconocimiento, con apropiación del espacio, y así comencé a hacer trabajo político. Esto ha sido lo más importante, no nos hemos quedado en el quejarnos porque nos tocó hacer una cosa, porque nos tocó hacer la otra, sino que hemos contribuido de una u otra forma y además hemos exigido derechos en el país en donde estamos y esto ha sido parte de esa sobrevivencia.


Inicios en la política


Pares: es muy interesante este momento en el que te convertiste en una parlamentaria, la representación de los migrantes colombianos que viven y trabajan en el exterior. ¿Cómo fue ese proceso, en qué momento tomaste la decisión y cómo enfrentaste la campaña?


Karmen Felisa: yo jamás había pensado en hacer política, detestaba la política y sigo pensando que es todo un desafío para mí. Yo vengo de la Guajira, un departamento en el que se cometen cualquier cantidad de delitos electorales y los que no hay se los inventan para ganar las elecciones. Yo detesto ese contexto de clientelismo, de corrupción.


Pero estando en Suiza empecé a ser consciente de la posibilidad y necesidad de un cambio. Comencé a vincularme con algunos grupos que trabajaban con Colombia Humana recogiendo firmas y haciendo todo tipo de actividades políticas. Luego me vinculé más directamente con el movimiento, justamente porque no era un partido político por ese entonces. Esto no era lo único que me llevaba a ser parte de ese movimiento, fue todo ese discurso de las propuestas que en ese entonces hacía Gustavo Petro para Colombia, propuestas que tenían que ver con cuestiones que habíamos hablado desde las comunidades wayúu, propuestas para proteger el medio ambiente, el agua, los territorios. Todo esto me llamó la atención.


Así comencé a hacer campaña por mi cuenta. Hice unos vídeos mostrando cómo se vivía en Suiza en comparación con nuestro país. Esos vídeos fueron muy exitosos, se hicieron virales, aunque yo no estaba buscando eso, yo simplemente estaba buscando que la campaña funcionara, aportar desde lo que yo podía. También en 2018 se estaba viviendo un despertar impresionante en Chile, Argentina, Ecuador; empezaron a pasar muchas cosas en Asia y África, estando en Suiza pude ver todo eso muy de cerca. Esto me llevó a pensar como en una necesidad organizativa. Continué con este trabajo, sin dejar de lado lo de la limpieza, las muñecas, la búsqueda de proyectos.


Hace un año y medio, más o menos, me dijeron que querían buscar a alguien en Suiza que pudiese ser candidato o candidata para la Circunscripción Internacional. Comencé a dar nombres, yo no me veía ahí, porque no consideraba que fuera lo suficientemente educada en términos de haber ido a una Universidad, de tener todo ese conocimiento; esa transición me sigue costando un poco, pasar de líder social a ser política. Pero varias personas propusieron mi nombre.


Comencé a pensarlo, le conté a mi esposo, él también es muy activo en temas de medio ambiente y en la defensa de los pueblos indígenas; y él me dijo que sí, que me apoyaba y que le parecía que yo tenía esa posibilidad. Pero yo tengo hijos pequeños, así que me lo pensé mucho y consulté todos los procesos. A mí siempre me ha gustado el tema migratorio y, de hecho, he escrito varios artículos que han sido publicados sobre estos temas transfronterizos, pero me decía a mí misma que no sabía nada de migraciones, miraba todo lo que había hecho y pensaba que no era suficiente.


Pero un día pensé y decidí que era necesario más participación de mujeres en la política colombiana y además no mujeres clase media o clase alta, privilegiadas, sino mujeres que pudieran aportar desde el conocimiento de causa, y no desde el conocimiento de los libros o de la palanca política. Decidí meterme en esto.


Al principio pasé una primera consulta al interior de uno de los sectores de la Colombia Humana Internacional y gané contra tod