Por: Sergio Saavedra. Periodista Pares.
En 35 días que han transcurrido de 2021 han sido asesinadas 50 personas en las 12 masacres que se han perpetrado en siete (7) departamentos en Colombia. Este es el panorama en materia de Derechos Humanos de acuerdo con las cifras de la Fundación Paz y Reconciliación. Según estos datos, en febrero se está cometiendo una masacre diaria.
La más reciente fue la que tuvo ocurrencia en el municipio de Argelia, en Cauca. De acuerdo con información preliminar, los tres (3) cuerpos sin vida y con heridas de arma de fuego fueron encontrados en el sector conocido como La Balastrera, vía que conduce del corregimiento de El Plateado hacia la cabecera municipal de Argelia. Al lado de uno de los cuerpos yace un mensaje firmado, presuntamente, por el Grupo Armado PostFarc (GAPF) Frente Carlos Patiño quienes acusaban a estas personas de haber sido pertenecientes del ELN.
Para Juan Manuel Torres Erazo, coordinador de la Oficina de Pares Pacífico, las comunidades del municipio de Argelia y, especialmente, las que se encuentran las que se encuentran en el eje que se conforma entre el corregimiento del El Plateado y San Juan de Mechengue; están a la suerte de paros armados, asesinatos selectivos, masacres y desplazamientos a manos de las disidencias del frente Carlos Patiño y el frente José María Becerra del ELN.
Torres Erazo ha señalado que se han conocido denuncias sobre el accionar del Frente Carlos Patiño que, casa a casa, está amedrentando a la comunidad para que se dirija a la zona de San Juan de Mechengue para sacar los soldados del Ejército de este sector.
Ni la caravana humanitaria dejaron llegar
Asimismo, por ejemplo, la caravana humanitaria —que se realizó entre finales de octubre y principios de noviembre de 2020— quiso llegar hasta la zona del San Juan de Mechengue y no la dejaron. Después de ello, se perpetraron dos masacres en el municipio de Argelia. “Se han hecho múltiples consejos de seguridad no han servido para nada. Es gente campesina, empobrecida que lo único que quiere es poder trabajar«, señala Torres Erazo.
Además, se conocen declaraciones del comandante de la Tercera División ha dicho que la población civil se ha organizado para proteger a los integrantes de la estructura Carlos Patiño. Es decir, adicionalmente a victimizaciones se ha creado un ambiente de zozobra, precisa el investigador Pares. Esta situación pone en mayor riesgo a la población con la carga de estigmatización. Además, porque el Ejército también ha sido un actor que ha violado los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario en la región.
El investigador de Pares señala hay un grupo que se llama “Argelia duele” del cuál no se ha podido establecer quienes lideran. Ellos organizan marchas que, inicialmente, buscan hablar con el frente José María Becerra y hacer lo propio con el Carlos Patiño. Sin embargo, son instigados y son instrumentalizados para que saquen al Ejército. Las comunidades salen por el miedo de que las vayan a matar, miedo ser sacadas de sus territorios. Sin embargo, hace hincapié en que es información preliminar.
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Las masacres de 2021
De acuerdo con la información de la línea de investigación de Conflicto, Paz y Postconflicto de Pares, son 12 municipios en los que se han registrado las masacres:
En Antioquia se han perpetrado tres (3) masacres; una (1) en el municipio de Betania, al suroeste del departamento, que dejó tres (3) víctimas. En Tarazá, subregión del Bajo Cauca Antioqueño, se han cometido dos (2) con 7 víctimas. En Nariño se han registrado tres (3) en el municipio de Policarpa (4 víctimas), Roberto Payán (5) y Tumaco (8); en el Valle del Cauca: dos (2) masacres en Buga (5 víctimas) y Cali (3 víctimas); en Caquetá una (1) masacre en Florencia (3 víctimas); en Putumayo una (1) en Valle del Guamuez (3 víctimas); en Norte de Santander una (1) en Tibú (3 víctimas) y Cauca: dos (2) masacres en Popayán (3 víctimas) y la reciente en Argelia (3 víctimas).
Situación de Argelia
Es importante remontarse a marzo y abril de 2020. En dicho momento se desarrolló la segunda incursión del Grupo Armado PostFarc Frente Carlos Patiño al municipio de Argelia, apoyado por la Columna Móvil Jaime Martínez. Según Juan Manuel Torres, este momento fue clave debido a que las estructuras del ELN estaban debilitadas y eso permitía que dicho frente arremetiera de forma tan violenta en el municipio.
“El Frente Carlos Patiño bajó hasta el corregimiento conocido como San Juan de Mechengue que hace parte del Cañón del Micay, pero que pertenece al municipio de El Tambo. Allí hay un eje que se conforma entre el corregimiento del El Plateado y San Juan de Mechengue que es el que controla, especialmente, el frente Carlos Patiño.” Precisa Torres Erazo. Este Frente, por ejemplo, para mayo de 2020 realizó incursiones en El Sinaí cuando buscaban reclutarlos y de oponerse; la amenaza denunciada era que los iban a asesinar.
En este sentido, el repertorio de violencia del Frente Carlos Patiño ha sido asesinatos selectivos, patrullajes, matando supuestos “colaboradores. No es la primera vez que aparecen este tipo de panfletos dejados al lado de los cuerpos.
Persecución a muerte de supuestos “colaboradores”
Sobre el papel y la injerencia del Ejército Nacional en la región, según el investigador de Pares, es que en muchos de los ingresos realizados por los uniformados del Ejército se han reducido a operativos antinarcóticos. Tanto en San Juan de Mechengue como de El Plateado los han sacado.
Incluso, en diciembre de 2020 las estructuras instigaron a la gente, supuestamente, para sacar el Ejército; con el fin de que el Frente Carlos Patiño y con el Frente José María Becerra del ELN se pudiera enfrentar hasta que alguno ganara. Eso ocurrió el 30 de diciembre y desde ese momento no para el enfrentamiento y el derramamiento de sangre. “El ELN ya no tiene esa fuerza de grupo militar que se puede observar en camuflados y patrullaje. La presencia principal la está haciendo el Carlos Patiño. El José María Becerra, por su parte, ha cambiado de táctica de “guerra de guerrillas”, resalta Torres Erazo.
De acuerdo con el investigador de Pares, el ELN lleva en la región cerca de 14 años y sumado al vacío que dejó las FARC-EP —cuando se trasladaron a las Zonas Veredales Transitorias de Normalización—; fueron fortaleciendo sus redes de apoyo o personas que han estado cercanas a ellos, en muchos casos por coerción. Esta situación ha hecho que el Frente Carlos Patiño emprenda una persecución a estos supuestos colaboradores para asesinarlos. De igual forma, el Frente José María Becerra del ELN hace lo propio con quienes suponen son colaboradores del otro bando.
Estos enfrentamientos se han dado, por ejemplo, en esa misma vereda conocida como El Pinche; en donde se registro el asesinato de Fermiliano Meneses, concejal del municipio de Argelia, en la noche del pasado 15 de enero.
La zozobra no se disipa
Esta semana se anunció un gran operativo de retoma del Cañón del Micay —conformado por El Tambo, Argelia y López de Micay— por parte de las Fuerzas Militares con un despliegue de más de 2.000 soldados. Torres Erazo señala que “este operativo que lanzaron de esta manera tan agresiva, evidentemente, iba a poner en riesgo a la población. En la región han sido protagonistas las denuncias de violación a los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario.” Este anuncio de “la retoma” del Cañón de Micay no es cierto; debido a que el Ejército ha tenido presencia en los últimos años y eso no ha derivado en mejorar las condiciones de seguridad.
Asimismo, esto ha desencadenado que en los últimos días se registraran enfrentamientos en caseríos de la Vereda El Pinche. Incluso, se habla de la muerte de un disidente de las FARC y un soldado herido. De igual forma, los combates han afectado viviendas. En los últimos días se ha conocido la denuncia de que, casa a casa, pasa el Frente Carlos Patiño amenazando a las personas para que fueran a una reunión. Allí, con miedo y zozobra la gente asiste y terminan sacando al Ejército de la zona.
Incluso, este 4 de febrero, también casa a casa, el Frente Carlos Patiño está instigando a la comunidad para que se dirija a la zona de San Juan de Mechengue para sacar los soldados del Ejército de este sector. En lo que se puede denominar una instrumentalización de la población. Una vez los sacan; los montan en camionetas y los llevan hasta la cabecera municipal.
Comunidades azotadas históricamente
En la región de López de Micay hay una violencia que se resiente de los factores externos. Es decir, por ejemplo, de la fracasada lucha contra las drogas, la política de Seguridad Democrática, la llegada del paramilitarismo. Para este momento, mucha de la violencia obedece a la llegada de un Grupo Armado PostFarc, el Comando Coordinador de Occidente en los últimos dos años y, fuertemente, el año pasado con la llegada de frente Carlos Patiño.
Tal como lo señala el investigador de Pares, el Cañón del Micay es un corredor estratégico. En noviembre y diciembre de 2020 el ELN decretó paro armado con grandes afectaciones a la economía. Se han registrado desplazamientos masivos a causa de amenazas y combates. Por ejemplo, el ELN sacó un panfleto que hizo salir forzadamente a 1.500 personas venezolanas.
“Allá hay grupos locales de narcotraficantes que se han empezado a defender y esto los convierte en una suerte de tercer actor armado. Aunque últimamente se han replegado y escondido. Es probable que al grupo se imponga, no les importa quién esté, la gente quiere trabajar”, precisa Torres Erazo.
El Cañón del Micay se está desangrando en una guerra
De acuerdo con Ariel Ávila, subdirector de Pares, se ha desatado una guerra que lleva dos años de manera intensa. “No sólo por cuenta de las disputas entre las disidencias y el ELN; sino porque es una de las zonas en donde más se registran asesinatos a líderes y lideresas sociales.” Para el analista político, el Ejército casi que ha sido un actor ajeno a esta guerra y las acciones que emprende, como esta ultima de desplegar más de 2000 hombres, lo que hace es acrecentar la crisis.
«La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero del Fondo Europeo para la Paz. Su contenido es responsabilidad exclusiva de Tejidos y no necesariamente refleja los puntos de vista de la Unión Europea».
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