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Las ideas de la izquierda vuelven al poder en Brasil

Por: Katerin Erazo, periodista


Con el 50,9% de los votos, el exmandatario Luis Inácio Lula da Silva ganó las elecciones presidenciales de Brasil este domingo 30 de octubre. Sin embargo, con una diferencia mucho más corta de lo pronosticado en las encuestas: Jair Bolsonaro obtuvo el 49,1%.

Cabe recordar que la primera vuelta fue el pasado 02 de octubre, cuyo resultado obligó a realizar una segunda vuelta, pues ningún candidato alcanzó el 50% más 1 de los votos necesarios para quedarse en la presidencia. En ese momento Lula da Silva obtuvo el 48,19% de los votos, mientras que Jair Bolsonaro el 43,40%.


Lula volverá al poder el próximo primero de enero para iniciar su tercer mandato, luego de haber estado en el poder entre 2003 y 2010, convirtiéndose en el primer político que gana tres elecciones presidenciales en toda la historia de Brasil. Sin embargo, su triunfo llegó tan solo tres años después de que el dirigente saliese de la cárcel, ya que en 2014 se inició una investigación sobre corrupción en el país, lo que en 2017 lo llevó a una condena de nueve años y medio de prisión por ser el presunto culpable, según la fiscalía, de corrupción pasiva y lavado de dinero.


A pesar de lo anterior, el director de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), León Valencia, asegura que Lula ha marcado por años la agenda de Brasil, llegando esta vez a la presidencia con mayor experiencia para liderar de una mejor manera al país, pues, según él, este está dividido y además una parte de la población le apuesta a lo que le llaman un populismo de derecha. En este sentido, uno de los retos del nuevo mandatario de Brasil será unir al país y demostrar que la izquierda tiene realmente alternativas de cambio para poder construir un propósito de continuidad.


Para Laura Bonilla, gerente de proyección para América Latina e incidencia pública de Pares, el nuevo mandatario tendrá dos tipos de oposición; la primera será una oposición de ultra derecha, la cual, indica Bonilla, será una oposición “muy violenta” de parte del bolsonarismo; y la segunda estará compuesta por la izquierda más progresista, que se identifica con las agendas de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, los sectores feministas y varios sectores ambientales.


Para ella otro de los retos que tendrá Lula es la pobreza que vive el país brasileño, pues actualmente 33 millones de personas no tienen suficientes recursos para poder contar con más de una comida diaria. Por esta razón, la población espera que el nuevo mandatario se vuelva a caracterizar por su liderazgo en cuanto a esta problemática, ya que en los dos primeros gobiernos que lideró se destacó por promover una rápida superación de la pobreza.


A esto se suma que Brasil está atravesando una crisis económica caracterizada por un nivel de inflación alto. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) prometió durante su campaña construir un nuevo Brasil, libre del hambre y con un salario mínimo revalorizado por encima de la inflación, una salud pública de calidad y cero deforestaciones en Amazonas.


Según Bonilla, en cuanto a la promesa de cero deforestaciones, esta le implicaría un costo económico importante, siendo una meta difícil para el nuevo mandatario, además por el interés internacional en este tema. Sobre esto, León Valencia afirmó que podría haber acercamientos entre el país brasileño y Colombia con el fin de acordar estrategias comunes para enfrentar el desafío de mantener a salvo el pulmón del mundo.


Sobre esta relación entre Colombia y Brasil, Valencia dijo que una de las medidas que seguramente se podría esperar en los próximos días o meses, es que el Gobierno colombiano invite al país brasileño a participar en los diálogos de paz como acompañante entre el Gobierno y el ELN.


Con un breve "Viva Lula", escrito por Gustavo Petro en su cuenta de Twitter, se precipitó, antes incluso de que concluya el escrutinio, a celebrar la victoria del nuevo mandatario de Brasil.


Lula era, junto al chileno Gabriel Boric y al mexicano Andrés Manuel López Obrador, los mandatarios sobre quienes Petro quería construir un nuevo bloque de unión latinoamericana, teniendo en cuenta que nueve países latinoamericanos son gobernados hoy por la izquierda, corriente política que arrasó con cuatro de las cinco elecciones celebradas en los últimos 12 meses.


Por su parte, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, que es también cercana a Lula y con quien se reunió tras ser electa vicepreseidenta en el mes de julio, le envío "un abrazo ancestral" junto a sus felicitaciones.



Colombia no fue el único país en felicitar al nuevo mandatario de Brasil. El mandatario del Gobierno Español, Pedro Sánchez, dijo:



También el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dijo: “juntos uniremos fuerzas para enfrentar los muchos desafíos comunes y renovar el vínculo de amistad entre nuestros dos países”.



El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también felicitó a Lula por su victoria y emitió un comunicado en el que decía que esperaba trabajar con el presidente electo y continuar la cooperación entre EE.UU. y Brasil en los próximos meses y años.



Uno de los interrogantes que deja estas elecciones es el silencio de Jair Bolsonaro, pues luego de confirmarse la victoria de Lula, su secretario simplemente dijo que: "el presidente se fue a dormir". Ante dicho silencio, León Valencia mencionó que: “creo que ese silencio obedece a que no ha recibido bien la derrota que acaba de tener esta derecha populista en Brasil. Creo que habrá una oposición muy fuerte”.


Según el director de Pares, Lula podría ser clave para Petro debido a su experiencia. Esta misma opinión la compartió Lucas Ribeiro, corresponsal para temas de América Latina del periódico Brasil “Sem Medo”. Ribeiro mencionó que ambos mandatarios tienen ideas similares, en especial con lo ambiental. Sin embargo, este experto señaló que es muy pronto decir cuál será la agenda de Lula, ya que lo único que se conoce hasta el momento es la fecha de su posesión.

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