Por: Joker @Nessnio. Colaborador Pares.
Este documento se constituye convocando conductas reflexivas, precisamente para lograr disminuir el caldeado contexto sociológico que vive nuestro país, no es un escrito que pretenda acomodarse en los épicos y sublimes escenarios de los que se consideran distinguidos periodistas, que ganan sumas millonarias, viven como estrellas de Hollywood y hasta gozan de costosos esquemas de seguridad; más bien es un reclamo ciudadano y un derecho consagrado en los entelarañados fundamentos de nuestra constitución, vulnerada, remendada y distorsionada por el esclavismo institucional.
Diré que para mí no es factible determinar la cruda realidad nacional desde la comodidad de la farándula rechinante, la opulencia vergonzosa y el narcisismo estrafalario, en segundo lugar creo imposible establecer las fracturas y las fisuras de nuestro aparato político administrativo, si la institución rectora de instruir ante las masas la denuncia irracional de los que nos gobiernan, celebra, duerme, llora, cena, vota, ríe, se abraza, se emborracha, se ama y se reproduce con el gobierno, con los grupos económicos y aunque cueste creerlo, en algunos casos con la mafia.
¡Qué uno puede relacionarse con quien quiera es una verdad, pero mi denuncia sobre la falta de independencia de la prensa en este escenario apocalíptico, también!
Debemos saber que Luis Carlos Sarmiento Angulo es dueño de 27 medios de comunicación entre ellos El Tiempo, Carlos Ardila Lulle de 7, entre ellos RCN, Alejandro Santodomingo de 4, entre ellos Caracol y Jaime Gilinski Bacal es dueño del 50% de Semana, y claro! esta información se expresaría en las páginas lisonjeras de la alta sociedad, como biografías admirables de emprenderismo de selectos símbolos nacionales, lo que no dicen, es que estos magnates de la jungla financiera en su mayoría, tienen intereses y acuerdos muy soterrados con las administraciones del histórico nacional, gobiernos que ellos financian con préstamos y aportes, todo dentro de una exclusiva cordialidad para no desentonar con el agasajo burocrático de todos los tiempos, propiciando una maniobra estatal grotesca que restituye los favores con dádivas, exenciones tributarias, contratación estatal y concesiones macroeconómicas, que superan extraordinariamente las contribuciones y los empréstitos autorizados por los generosos empresarios mencionados.
Pero lo que resulta más dañino para la ciudadanía es que los medios de comunicación de dichos conglomerados, no son solo una pequeña parte de su fortaleza financiera, también son una sofisticada y estratégica herramienta que les garantiza este intercambio de intereses con el Palacio de Nariño, en consecuencia, al final del día todo el andamiaje periodístico se configura en una apacible y diligente conducta de hermandad con los protagonistas de la vida pública, activando la mecánica displicente de hablar bien del gobierno, minimizar los errores, deformar la realidad, enmudecer y ridiculizar a la oposición y así garantizar el festín de los recursos públicos, sobre la ecuación malsana de privatizar las utilidades y socializar las pérdidas.
Por consiguiente, esta élite empresarial de zapatos brillantes, de traje y de corbata, que brinda con whisky en los clubes, que se atafaga de canapés con aguacate y que se codea con las más altas jerarquías del gobierno, sigue en su paso avasallador asfixiando todos los rincones del escenario económico nacional, sin contemplaciones con el pequeño y mediano empresario y disfrazado con la dosis adecuada de maquillaje que le imprime la prensa que les pertenece y que controlan a su antojo.
¡Es así, existe un infame libreto! Y no es exagerado decir que gran parte del periodismo nacional es nómina de los grupos económicos y de su clase política de bolsillo, ya que estos poderosos no sólo financian presidentes, también financian congresistas en todo el territorio, eso sí, adoctrinados, fieles y leales a sus insaciables apetitos.
Vamos a los hechos centrándonos en las relaciones de Luis Carlos Sarmiento Angulo con los gobiernos, antes que nada aseverando que estas circunstancias a detallar, han sido denunciadas por diferentes comunicadores independientes y por congresistas de la oposición política nacional, sin que las investigaciones muestren avance o evolución ante los organismos competentes, como el caso de las 22 mil hectáreas que este acaudalado hombre habría comprado a través de su organización Pajonales S.A, por un valor de 61 mil millones de pesos y el gobierno además de darle la concesión de una vía que atravesará estos predios, le otorgó subsidios por un monto de 36 mil millones de pesos del fondo Finagro, éste anexado al Ministerio de Agricultura, tomando en cuenta que estos recursos están destinados a pequeños, medianos y grandes productores y hacia mujeres de bajos recursos.
La pregunta es ¿La prensa ha denunciado categóricamente este hecho de probada desigualdad y ventaja, en favor de los poderosos financistas de la campaña Duque?
Pero si continuamos exponiendo anomalías, preguntemos quién responde ante el desplomado puente Chirajara de Coviandes filial del Grupo Aval y Corficolombiana, donde existe detrimento y 10 muertos; la vía al llano que desde 1994 está en concesión a la misma empresa Coviandes de propiedad de Sarmiento Angulo por un monto de 79 mil millones, añadiendo que en el 2008 el gobierno sumó otros 23 mil millones para estabilizar puntos críticos y más adelante por el 2010 se firmó otro contrato con una vigencia de 8 años por 1.8 billones de pesos, sin mencionar varios otrosíes que se subscribieron en el transcurso del mismo proceso contractual. Pero en efecto los privilegios no terminan, porque en el 2015 la empresa Coviandina del mismo magnate, logró hacerse a la licitación de la terminación y concesión del tercer tramo de este corredor vial, por la suma de 5 billones de pesos por los próximos 39 años.
Sobra especificar las condiciones tan regulares de esta ruta Bogotá – Villavicencio, pero sí es válido indicar que el gobierno en los tiempos prolongados del cierre de este estratégico corredor, liberó de responsabilidades a Coviandes ante las afectaciones por filtraciones y derrumbes y sorprendió con sus medidas, las cuales se tradujeron en congelar el precio de los combustibles en el departamento del Meta.
¿Dónde estaba la prensa cuidando los intereses de los colombianos, de forma decisiva e incisiva ante estos atropellos?
¿Por qué no se informó que el gobierno firmó 53 acuerdos modificatorios de este contrato, sin estudios de conveniencia que pudieran demostrar que era lo mejor para los contribuyentes y que estas modificaciones en tiempo y valores fundaron perjurio contra Colombia? ¿Por qué no se habla del silencio sepulcral de la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) encargada de supervisar estos contratos, de la SPT (Superintendencia de Puertos y Transporte)?
¿Por qué no se dice que este corredor es relativamente corto y expone los peajes más costosos de todo el territorio y que durante 26 años ha estado en manos de Sarmiento Angulo y lo estará por los próximos 38 años a pesar de todas las irregularidades?
De seguro los impolutos me atacarán en conjunto al leer este párrafo o en su engreimiento natural lo verán insignificante, esgrimiendo que ellos hicieron su papel y por supuesto que lo hicieron, porque en estos casos tan apreciables los medios tienen que operar, pero lo hacen con la estrategia de la minimización de los impactos reales sobre la ciudadanía y con la dispersión de los informes técnicos y financieros, manoseándolos con pinzas quirúrgicas durante los días que sean necesarios, tan sólo esperando que se apaguen los incendios del reclamo, pero al final todo sigue igual y los periódicos dan vuelta a la hoja.
Ahora, sin ahondar demasiado mencionemos Odebrecht y su desbordada corrupción, donde el Director Ejecutivo de esta multinacional constructora Marcelo Odebrecht fijó una sentencia cierta y vergonzante “Yo no corrompí a los políticos, ellos ya eran corruptos” refiriéndose al mar de coimas que todos recibieron sin importar que le estaban vendiendo el alma al diablo, La Ruta del Sol y la muestra más clara de la arbitrariedad de este minúsculo grupo de multimillonarios, pretendiendo deformar el significado natural de los términos “caducidad” y “liquidación” contractual, para poder beneficiar la irresponsabilidad de un consorcio que incumplió las cláusulas de un contrato; después viene el espinoso Hidroituango donde sacrificaron el río Cauca y el sustento de miles de familias, personas inocentes que antes fueron víctimas del paramilitarismo y las guerrillas sobre la indiferencia del estado; es justo decir que frente a este ecocidio tan abominable, los medios siguen con sus cuchicheos estériles, permitiendo que se extinga entre las cóleras de los campesinos y las denuncias de la Fundación Ríos Vivos pidiendo justicia.
Caso contrario cuando el ELN hizo explotar el oleoducto Caño Limón en Norte de Santander contaminando el río Catatumbo, donde se levantaron todas las banderas de la dignidad y del desprecio absoluto ante este demencial hecho, que de hecho lo era y lo es, pero en el fondo la única diferencia ante estos criminales ecocidas, era y es, que los de Hidroituango tenían buenos amigos en el gobierno y hacían parte de lo más selecto de la inicua clase política. (Recuerden que Fajardo, Uribe y otros actores mediáticos de la escena nacional, tienen relación directa con muchas de estas decisiones).
Es claro que no existe el mismo rasero para juzgar públicamente las acciones delictivas, hecho que constituye una visión jurídica anómala y deforme, que clasifica perversos buenos y perversos malos, masacres con criterio social y tragedias familiares, muertos buenos y muertos malos, todo para resguardar una tesis hecha a la medida de la considerada delincuencia VIP que se apoya desde la ilegalidad y la institucionalidad.
¿Y la voz de los incisivos periodistas que cuestionan todo el demencial terrorismo de los grupos guerrilleros, pero menguan los casos de los marines que violan niñas y no se les puede juzgar por tener una ofensiva inmunidad jurídica, los policías vinculados al microtráfico, los coroneles que protegen narcos en bases militares, los que venden armas, dónde están? Ayer mismo se supo de 8 militares que violaron a una niña Embera, al tiempo que la congresista María Fernanda Cabal manifestaba que era un falso positivo, el periodismo de forma cicatera mencionaba el aberrante hecho.
En síntesis, podríamos continuar con un peregrinaje interminable de extraordinarias ventajas a favor de los poderosos, que siguen profundizando las fisuras de nuestra sociedad, pero me centraré en tres puntos esenciales: El rostro rollizo de las súper billonarias exenciones tributarias, reformas casi dictadas con puntos y comas por estos dioses del negocio y del oportunismo, las indecentes y opulentas ganancias de los banqueros por el simple acto de la intermediación y finalmente el manejo de los fondos de pensiones, que a la fecha recaudan más de 250 billones con un número irrisorio de pensionados, sin saltarnos con ojos estupefactos la significancia del decreto 1385 de 2015 expedido en el gobierno de Juan Manuel Santos, que habilita a dichos fondos para usar este dinero de los ahorradores en operaciones financieras inconvenientes, de claros conflictos de interés y prohibidas en el consenso internacional.
En resumen, este decreto esta demandado en el Consejo de Estado desde diciembre de 2015 y ojo, tan solo hasta el 3 de abril del año en curso (2020) se estableció audiencia inicial de fijación de litigio. Pregunto ¿La prensa se indignó por saber que se tardaron tantos años para fallar en derecho la afectación de 15 millones de afiliados? ¿Han dicho los diarios que Iván Duque conoce del tema y se lava las manos delegando humos en su ministro de Hacienda, todo para no afectar a sus financiadores?
Como ven, todo esto sobreviene bajo al silencio cómplice de los micrófonos metodistas de la indiferencia y en últimas remunerados con los mismos dividendos en mención. ¡El método de vaporizar la noticia les otorga privilegios! Pero… ¿Cuánto puede costar callar esta información que les representa a los grupos económicos billonarias utilidades? No lo sé, solo sé que es un negocio redondo, sin pérdidas y sin riesgos, de muchos regalos, fotografías y abrazos, plenamente normalizado por el secuestro institucional que padecemos, con el control de la información como un escudo infalible, que se acuesta sobre una sucia alfombra política, sin sensibilidad humana y sin compromiso con el futuro nuestro, teniendo en cuenta que mientras esta exuberancia se cuece, las clases menos favorecidas tienen que hacer magia para sobrevivir.
Señalaré que Caracol TV, RCN TV y otros medios radiales de propiedad de estos mismos hombres, ocupan casi todo el espectro radioeléctrico de la difusión y esto los hace llevar un mensaje predictivo y acomodado a la mayoría de sociedades rurales y distantes, un mensaje que antes que establecer un compromiso real con la educación, la tecnificación del campo, el medio ambiente y en general por la reconciliación de los cánones sociológicos, su contenido prioriza la publicidad de cerveza, bebidas azucaradas, cigarrillos y aguardiente y de cuanta mercadería haga parte de los tentáculos de estos capitalistas. Recuerden que en la Constitución se determina que el espectro electromagnético es un bien público inenajenable e imprescriptible. ¿Pero en la práctica lo es? Lo que digo es que este tema es muy importante y lo retomaremos más adelante.
¿Sabrá la prensa cuantos alcohólicos afectan nuestro equilibrio social, generando violencia, indigencia, drogadicción, crimen y retraso multidimensional?
¿Le interesará a la prensa socializar las estadísticas del analfabetismo rural que dice que 70% de los niños y jóvenes que no acceden a la educación son campesinos, y articular esta falencia con nuestra inferioridad para asumir los desafíos contemplados en los TLC?
¿Querrá decir la prensa que estos tratados por lo general son estilizados por tecnócratas del fabulismo mercantil, que no reconocen una papa de una yuca o de una batata y que obvian las profundas desigualdades de nuestra patria?
¿Denuncia la prensa permanentemente los peligros de la ingesta de azúcares en los seres humanos y sobre todo en los niños? ¿Denuncia la prensa que en el congreso las iniciativas que propenden en regular estas bebidas, se ven afectadas con el favor de congresistas que son financiados por estos emporios?
¿Denuncia las mismas circunstancias con el tabaco? No, no lo hacen, pero seamos honestos ¿Por qué habrían de denunciar o vulnerar con sus investigaciones a los dueños de las empresas donde trabajan? Ahí está el cerrojo y el eslabón de tal indiferencia.
Con todo lo dicho, podemos afirmar que un magistral esquema de negocios como el de Luis Carlos Sarmiento Angulo y los demás opulentos, es mucho más rentable que el narcotráfico y casi sin ninguna restricción jurídica en todo el territorio; empero también nos hace reflexionar que para una economía sana, nunca será más útil un puñado de multimillonarios codiciosos, porque sin duda es mejor nutrir el medio social de miles de empresarios ricos, robustecidos y fortalecidos con apoyo gubernamental.
Algo similar ocurrió en EEUU con los Rockefeller, por poseer fortunas tan cuantiosas y áreas de influencia social tan expandidas, instauraron oligopolios que amenazaban con manipular todo un país desde sus matrices sociales, económicas y políticas. ¡Debemos admitir que hay hombres que gobiernan sin ganarse las elecciones!
Debo enfatizar, en que todos seguimos en medio de una entropía silenciosa de violencia, de desamparo y desplazamientos, con más de 500 líderes sociales asesinados, 500 mil niños padeciendo desnutrición crónica, con un ejército permeado por el narcotráfico, la venta de armas y la ilegalidad, una policía experta en moler a palos a cuanto estudiante reclame educación y en usar toda la generosidad de violencia ante quienes venden tinto o empanadas y a su vez, son habilidosos cuadros del microtráfico en las ciudades.
También nos agobian exembajadores arrepentidos, pero muy intrépidos con los cultivos de cocaína como el caso de Sanclemente, hasta que no demuestre lo contrario, con los amigos íntimos del gobierno uribista con su generosidad ilegal, como el caso ñeñe Hernández y una Vicepresidenta sin autoridad moral para cuestionar el tráfico de estupefacientes, que lo único que tuvo que hacer para salirse por la tangente ante crudo acto de abuso de confianza con todos los colombianos, fue arroparse bajo las cobijas de la prensa prostituida, que no dudó un solo instante en calificar este hecho como un infortunio, cuando es un evidente suceso carente de ética y de respeto con las víctimas propias del narcotráfico.
Sin embargo, pareciera que toda nuestra geografía nacional estuviera en una dimensión paralela y alejada del maravilloso lugar donde se desarrolla la vida perfecta de muchos periodistas, pues allí solo se habla del matrimonio de la diva, de los antojos de jet set, de fulano y perencejo, mientras la patria de verdad, cae de rodillas ante la violencia, la corrupción y se convierte paulatinamente en una fosa común.
¡Nos cogieron de pendejos, la verdad nos hará libres, pero también lo hará la educación, la unidad y nuestra decencia al momento de dar un voto!
De plano esto configura un evidente secuestro institucional, tan bien elaborado, que es defendido por las propias víctimas, secuestro donde participan los industriales mencionados, gran parte de la prensa, la mayoría de la clase política, la fuerza pública, gran parte de la justicia y hasta miembros de la iglesia. Todos tienen secretos que resguardar y necesitan aliados para mantener su farsa, se eligen, se alaban, se ascienden, se posesionan, lo grave y perverso es que lo hacen a costa del sacrificio de los sueños de millones de ciudadanos, que pierden la esperanza observando el confuso horizonte y las injusticias a flor de piel.
Nos debe doler que en nuestra sociedad, existan varias generaciones empeñadas antes de nacer, sentenciadas a cargar bultos, aguantar hambre, cargar la basura y no tener el mínimo derecho de soñar con desarrollar alguna actividad que les guste en su vida, mientras los apellidos de siempre heredan los lugares de privilegio de la sociedad. Injusto y mil veces injusto, mientras la banca vomita de abundancia y el periodismo zalamero sigue en su idilio.
Otro aspecto de los célebres protagonistas de la prensa opulenta, tiene su asidero en el escenario lujuriosos de compadrazgos y de amistades uña y mugre que constituyen en medio de sus fastuosas fiestas, si auscultamos en detalle cuáles son sus nexos con los actores primarios de la pérfida alta “zoociedad” nacional.
Como ejemplo tomaremos a Luis Carlos Vélez y su ganado rechazo ciudadano, en medio de las pantomimas y ridiculeces aduladoras hacia los altos representantes de Palacio, su inepta y sibilina postura ante los temas de la agenda nacional y su anacrónico pensamiento sobre la legítima protesta social, pero además con vínculos estrechos con prestantes familias de la región Caribe, puesto que este comunicador social es casado con la periodista cartagenera Siad Char, emparentada con los Char, dueños de la cadena de supermercados Olímpica, del equipo de fútbol Junior de Barranquilla, de la organización Radial Olímpica con presencia en 17 ciudades capitales y figuras reconocidas de la política nacional
Continuamos con Darcy Quinn quien comparte su vida con el cuestionado empresario Alberto Ríos Velilla, amigo personal de Germán Vargas Lleras y quien ha logrado hacerse a contrataciones multimillonarias en el negocio de las basuras y de la energía y se le acusa de haber hecho parte del sabotaje al sistema de aseo en Bogotá; después una Vicky Dávila en el remolino de la conveniencia y la insuficiencia, tomando partido y sesgo desde su privilegiada posición, hostigando con saña a todas las vertientes ideológicas no coincidentes con su pensamiento, mucho rigor con la oposición política y mucha laxitud con el partido de gobierno, ella comparte su vida emocional con José Amiro Gnecco Martínez, hijo del ex presidiario Lucas Gnecco, quien hizo parte del aterrador episodio de la parapolítica, de hechos de narcotráfico y malversación de fondos públicos, cuando fue gobernador del Cesar y quien además tiene vínculos de sangre con el controvertido Kiko Gómez de la Guajira.
Por esta senda también encontramos al director del programa “Mañanas BLU”, Néstor Javier Morales Corredor, quien es casado con María Paula Duque Samper, hermana del presidente en ejercicio; hay que decir, que en muchas ocasiones se nota de forma abrupta su sesgo para abordar temas inherentes a este gobierno tan cuestionado. Pero esta simbiosis dañosa no termina aquí y acaba llevándonos a una puerta más estrecha y de poco tránsito legal, cuando abordamos las relaciones que figuras reconocidas de este gremio cimentaron con el extinto Carlos Castaño, según información de una USB entregada por el ex paramilitar H.H a la Fiscalía, donde resaltan lenguajes diferentes y maniatados por la admiración hacia el entonces comandante paramilitar.
Entre otros Salud Hernández Mora, quien al parecer se cruzaba correos nutridos de cortesía, de acuerdos solícitos y sugerencias muy precisas para exponer en sus columnas a la opinión pública, de igual forma con Ernesto Yamhure a quien se le acusa de ser una especie de asesor, y otros comunicadores como Harriet Hidalgo, Astrid Legarda y Claudia Gurisatti.
Está muy claro que si bien no existen delitos de sangre, por lo menos se debe considerar que estos intereses familiares y emocionales, sí podrían minar la ética y la moral de estos comunicadores sociales, por eso hoy la información se interpreta como un producto, un catalizador de la mercadotecnia, jamás un liberador de la opinión o un honorífico escenario construido con las voces de la verdad, y por supuesto que la nariz del ejecutivo está en todo esto, ya que la independencia financiera de los medios, construiría un criterio más objetivo frente a las acciones administrativas del gobierno.
Pero no todo es confuso, las redes sociales se están abriendo espacio a pasos agigantados y tumban los íconos rectores de todas las áreas de las ciencias, ya los científicos no corresponden a la caracterización de un viejito con bata blanca, de gafas, de aspecto europeo, sino que se revelan niños, mujeres y hombres de todas las edades, nacionalidades y razas, sorprendiendo al mundo con su ingenio y sus talentos, mostrando la inmensa libertad que existe en este maravilloso multiverso virtual, que es apenas el inicio de la transformación del mundo en todas sus formas de interactividad.
Pero la comunicación jamás podría ser la excepción, menos ahora que contamos con dispositivos móviles muy sofisticados, provistos con cámaras de extraordinaria fidelidad de imagen y sonido, esto sumado a una irrevocable revolución de los conceptos urbanos de la vida, el amor, la libertad, la paz y la felicidad.
Estamos aprendiendo a convivir en los universos de la síntesis y nace el periodismo independiente, huérfano del amor mediocre del estado, más incisivo, más veraz, más práctico y más veloz, de hecho, en las redes sociales ya se conoce con muchas horas de antelación, lo que expondrán en sus parrillas los noticieros convencionales y privados, de tal modo que la inutilidad y plasticidad de las figuras públicas y encubiertas por el halo de la moralidad inalcanzable, empieza a decaer y a desentonar con los verdaderos héroes del mundo real.
Cuando dije anteriormente que retomaríamos el tema de las comunicaciones y del espectro electromagnético, es que en la medida en que toda la república esté interconectada, se mermará notablemente el poder de los esclavistas económicos y sus emporios, pues la gente pierde la credibilidad en los antiguos arbitrios y se articula a las redes y a la opinión de la gente del común como lo expuse antes.
Y esto que digo no es una verdad a medias, es una verdad absoluta, por eso debemos seguir contribuyendo desde nuestra posibilidad, escribiendo, investigando, construyendo sociedad y participando activamente en la rectificación de nuestra nación, con inteligencia, sacrificio y entrega, y sobre todo elevando las banderas de la paz. ¡Colombia no es el Ubérrimo, no es del gobierno de turno, ni de los liberales, conservadores y menos de sus desteñidos, rancios y desatinados líderes.
Un saludo afectuoso para los valientes Pluralidad Z, La Oreja Roja, El Shabbat, Pares, ContraCara, Las 2 Orillas y tantos más, que reman en este océano turbulento de realidades un poco inexpugnables, con la premisa de transmutar hacia una información más respetuosa y afín con la hecatombe que perciben los nacionales de a pie, también a todos los twitteros aguerridos y en pie de lucha por defender los ideales de la justicia, a nuestro intrépido Delator, que cada viernes descomprime esta cruda historia de monarcas, muy despectivos y sucios por la maldad de sus fantasmas.
Mil gracias, como saben no soy un columnista profesional, pero esta es mi interpretación del contexto nacional y es con el fin de dar claridad a ciertos temas que deben ser de uso y utilidad pública.
“Recomiendo leerla bajo las notas de la canción del maestro argentino Charly García Inconsciente Colectivo y agitarla antes de usarla”.
Río Cuarto, Argentina.
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