Por: Redacción Pares
Desde mayo del 2023, cuando el comisionado de paz era Danilo Rueda, el gobierno Petro había expresado su intención de sentarse a hablar con el grupo Conquistadores de la Sierra Nevada. Las condiciones se vinieron a dar hasta comienzos de agosto. Las ACSN también son conocidas como Los Pachenca. Son el remanente del grupo paramilitar que alguna vez azotó el Magdalena y Santa Marta, los hombres que estaban al mando de Hernán Giraldo, el temible Taladro, un violador serial acusado de haber abusado de más de 200 mujeres en la Sierra Nevada.
El presidente Petro firmó en los últimos días una resolución en donde ordena la instalación de una mesa de diálogos con este grupo. Lo que deja entrever la resolución es que se trataría no de una negociación de paz tradicional sino de un proceso de sometimiento a la justicia.
A principios de este siglo los Pachenca se llamaban El Bloque de Resistencia Tayrona y pertenecían a las Autodefensas Unidas de Colombia. Se dedicaron a la extorsión, los asesinatos, y sobretodo al narcotráfico. Giraldo, su máximo jefe, adoptó la actitud de gran patriarca, muchos de sus hijos estaban adentro de la estructura. Participó en las negociaciones con el gobierno Uribe y en la desmovilización del 2006. Dos años después sería extraditado a los Estados Unidos. Pagó cárcel, regresó en el 2020, pero acá lo esperaban otros delitos. Fue confinado en la cárcel de Itagui y este año, el 2 de marzo, un juez ordenó su traslado, por motivos de salud, a Barranquilla.
Desde el 2012, después de una guerra encarnizada por el control del territorio con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o Clan del Golfo, pasaron a llamarse el Clan Giraldo o los Pachenca. En ese momento el máximo jefe era Jesús María Aguirre Gallego, alias Chucho Mercancía. En los seis años que duró su reinado hasta su muerte en el 2019 Jesús María Aguirre, como se llamaba de verdad, manejó una red de hasta 300 hombres dedicados al delito de la extorsión. Logró, además, ser un puente entre los Pachenca y el propio Plan del Golfo. Una unión que causó devastación en Magdalena.
Poco a poco los golpes contra su estructura los fueron debilitando. Un sobrino de Giraldo, Deiver Patiño, conocido como “80” asumió el control del grupo que desde entonces se conocería como las Autodefensas Conquistadores de la Sierra. En el 2020 su nombre se hizo conocido en toda la Costa cuando decidió hacer retenes en toda la Troncal del Caribe. Alli la población recibió panfletos que decían lo siguiente: “No queremos restaurantes, tiendas ni nada abierto, no queremos mototaxis, vendedores ambulantes, absolutamente a nadie. Todo aquel que no cumpla será objetivo militar”. Era una retaliación al asesinato de Deiver Patiño. Desde entonces el poder del grupo ha venido declinando sobre todo por peleas internas.
Alejandro Restrepo, entonces investigador de la Fundación Paz y Reconciliación, explicó que en las zonas aledañas a la Sierra Nevada de Santa Marta, se formaba una pelea entre el Clan del Golfo y los Pachenca por el control de las rutas. El Clan del Golfo podrá tener presencia en más de 100 municipios en toda Colombia, pero, como dijo en su momento Restrepo, nadie parece disputarles el control a los Pachenca de la Sierra Nevada: “Los Pachencas son herederos del Bloque Resistencia Tayrona de las autodefensas, lideradas por Hernán Giraldo Serna, incluso alias 80 era sobrino de Giraldo”.
Para el ex gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, los Pachenca llegaron a tener tanto poder que estuvieron asociados a medios de comunicación y a líderes de la región: “Gracias a los narcoclanes político-empresariales, los herederos de Hernán Giraldo han logrado instalar de nuevo un régimen de miedo, afectando la actividad turística y empresarial por cuenta de la extorsión”.
Con la llegada a la presidencia de Gustavo Petro intentaron meterse en la Paz Total. A pesar de que estuvieron dentro de los grupos que hicieron cese al fuego con el gobierno, las conversaciones nunca prosperaron y hoy están lejos de sentarse en una mesa de negociación.
El control de los Pachenca se hace sentir en el puerto de Santa Marta y en Ciénaga, además de las inmediaciones de la Sierra. Informes de la policía señalan que controlan el 70% de la cocaína que se consume en la ciudad. La extorsión es otra de sus fuentes de ingreso.
En junio de este año uno de sus líderes, Danilo Castillo Castillo, conocido por su alias de “El Menor” fue capturado por la policía en Barranquilla. La serie de golpes indudablemente que ha mermado su poder. Por eso, la mano que les tiende el presidente con la posibilidad de llevar a cabo una mesa de negociación, la tomaron sin pensarlo demasiado.
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