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“La verdad del paramilitarismo quedó a medias”: León Valencia sobre Mancuso como gestor de paz

Por: Katerin Erazo, Periodista


Gustavo Petro sorprendió a la nación al designar a Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, como gestor de paz. Según las declaraciones del mandatario, esta decisión busca agilizar el proceso de esclarecimiento de verdad y la reparación de las víctimas del conflicto armado, sobre todo del paramilitarismo. Recordemos que los gestores de paz son figuras clave, exmiembros de grupos armados ilegales o miembros activos, designados por el presidente para facilitar e implementar acuerdos humanitarios y acercamiento para diálogos con estructuras criminales. En este caso, el interés de Petro al nombrar a Mancuso gestor de paz es avanzar en la verdad que, según el mandatario, los paramilitares aún le deben al país, lo que ha hecho que estos grupos se reciclen y sigan teniendo poder en estructuras como el Clan del Golfo.


Es importante señalar que este nombramiento no implica amnistía ni indulto, tampoco conlleva un acuerdo laboral o la entrega de salarios a Mancuso por parte del Estado. Sin embargo, la noticia ha abierto múltiples incógnitas en la sociedad colombiana. Muchos se preguntan sobre las implicaciones éticas y morales de dialogar con un exparamilitar y si esto podría socavar los cimientos de la justicia y la reconciliación en un país que ha vivido décadas de conflicto armado.


Ante la polémica generada por el anuncio de Petro, León Valencia, director de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), expresa su opinión al respecto.


¿Cuál es su opinión sobre la designación de Salvatore Mancuso como gestor de paz?


Considero que la designación de Salvatore Mancuso como gestor de paz es una medida audaz de Petro. El personaje en cuestión es quizás el más importante para brindar información sobre los grupos paramilitares en Colombia, dado que fue miembro de la élite en Córdoba y luego participó en la conducción de las Convivir, además de hacer un pacto con políticos.


A pesar de que esta situación me parece muy controversial, creo que puede contribuir a darle continuidad y concluir el proceso de paz que inició Uribe y que él mismo rompió con la extradición. Por otro lado, también puede ayudar en los esfuerzos para desmantelar al Clan del Golfo y sacarlo de los negocios ilegales


¿Cuál es la importancia de seguir dialogando con los paramilitares en el contexto de la búsqueda de la paz?


Es una cuestión que se encuentra rezagada en este momento. Los procesos de diálogo con el ELN y el Estado Mayor Central de las FARC ya han comenzado y avanzado, pero aún quedan dos procesos pendientes: el del Clan del Golfo y la situación extraña relacionada con la nueva Marquetalia de las disidencias de las FARC, que fue liderada por Iván Márquez.


Actualmente no existe una mesa negociadora formal con el Clan del Golfo ni un marco legal establecido, dado que la ley de sometimiento de la justicia aún no ha sido tramitada en esta legislatura. Esta falta de avance está generando perturbación, ya que el Clan del Golfo continúa expandiéndose y ocupando territorios, lo que afecta los acuerdos de cese bilateral con el ELN y el Estado Mayor Central.


Es necesario que el Gobierno tome decisiones rápidas respecto a cómo abordar la situación del Clan del Golfo, ya que su presencia perturba considerablemente los demás acuerdos de paz. A pesar de esta realidad, seguir dialogando con esta fuerza paramilitar es una necesidad, y se ha enunciado la importancia de negociar con una estrategia sólida en mente.


¿Cuáles son los aspectos pendientes del acuerdo de paz de 2005, conocido como la Ley de Justicia y Paz, que fue establecido entre Uribe y los paramilitares?


En mi opinión, quedó como un proceso fallido en algunos aspectos. Si bien logró la desmovilización de algunos paramilitares, estos individuos no tuvieron un adecuado reingreso a la vida civil, ya que muchos de sus jefes fueron extraditados, y gran parte de los líderes intermedios terminaron vinculados a las organizaciones criminales que surgieron posteriormente.


Para concluir este proceso de manera efectiva y lograr una verdadera reconciliación, es fundamental recuperar y reintegrar a aquellos mandos que aún se encuentran en la clandestinidad o participando en estos grupos criminales. Es importante abordar el tema de los bienes y la economía que generaron, muchos de los cuales ahora están en manos de testaferros. Es necesario evaluar cómo se puede recuperar.


Además, el aspecto de la verdad quedó a medias en este proceso de paz. Nunca se logró un cierre adecuado en términos de conocer todas las verdades sobre las acciones de esta fuerza paramilitar. Es crucial seguir trabajando en este tema para garantizar que se conozcan y se asuman las responsabilidades por los crímenes cometidos, brindando así una verdadera justicia a las víctimas y a la sociedad en su conjunto.


¿Cree que podría haber algunas implicaciones de incluir a exparamilitares en el proceso que está llevando a cabo Petro con la Paz Total?


Creo que la propuesta de Paz Total anunciada por Petro brinda una oportunidad para abordar diversas cuestiones, incluyendo la conclusión de procesos antiguos, como es el caso de los exparamilitares. Además, esta iniciativa puede permitir retomar y completar adecuadamente el proceso de paz con las FARC, que sufrió una interrupción significativa durante la administración de Duque.


Asimismo, la idea de Paz Total abre la posibilidad de llevar a cabo nuevos procesos de paz con los actores que actualmente están involucrados en conflictos armados. Sin embargo, es importante destacar que este proyecto es muy ambicioso y presenta diversas dificultades para su desarrollo, ya que la tarea de lograr la paz en todos los campos no es sencilla.


¿Qué seguirá para Mancuso tras asumir este rol?


Se espera que Salvatore Mancuso continúe compareciendo ante la justicia a pesar de su designación como gestor de paz. La opción más favorable para que pueda desarrollarse en su rol de gestor de paz es que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) lo acepte. Si la JEP lo acepta, su caso y todo el proceso judicial ordinario pasarán bajo la jurisdicción de la JEP. Creo que este camino sería el más adecuado tanto para Mancuso como para los objetivos de la propuesta de Petro.

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