Por: Redacción Pares
Foto tomada de: Milei y Musk, con los pulgares en alto.PRESIDENCIA ARGENTINA | AFP
Hasta hace muy poco el dueño de Space no podía ni ver a Donald Trump. En el año 2022 Elon Musk afirmaba lo siguiente sobre el expresidente “No odio al tipo, pero ha llegado el momento de que Trump cuelgue las botas” Mientras tanto este le respondió a su entonces rival “Eres un artista de la mentira”. Pero la política y las relaciones sociales, sobre todo entre magnates, cambian de manera veloz.
Se odiaban. En el 2016 el hoy dueño de X estaba fascinado con las políticas ambientales de la entonces candidata Hillary Clinton. Pero cuando Trump ganó las elecciones Musk empezó a ceder. Eso sí, criticó decisiones del presidente universalmente condenadas como la de salirse del Acuerdo de París, negar el calentamiento global, y criticar abiertamente la propuesta de Tesla -compañía que creó el propio Musk- de llenar el mundo de carros eléctricos, iba en contra incluso del negocio de Ellon. Pero el mundo gira rápido.
En el año 2020, como lo recuerda el diario El Confidencial de Barcelona, Trump empezó a coquetear con el dueño de Tesla comparándolo, sin sonrojarse, con el mismísimo Thomas Alva Edison, el creador de la electricidad y quien ayudó incluso a convertir el cine en un espectáculo de masas. Un año después Musk le devolvió la atenció al expresidente ya que, cuando afirmó sus intenciones de comprar Twitter prometió devolverle la cuenta que le habían quitado por sus acostumbrados exhabruptos. Pero en el 2022 regresaron los ataques. Ambos se ridiculizaron públicamente. Sin embargo todo cambiaría con el primer atentado sufrido por Trump en junio de este año.
Desde ahí le ha extendido una alfombra roja y, el magnate, se ha quitado la máscara desde que compró Twitter, odiando abiertamente la filosofía Woke y lo que él llama la extrema izquierda. Además, una victoria de Trump le abriría a Musk las puertas, de manera ilimitada, a su proyecto soñado, el Space X, que llevaría al hombre, en unos veinte años, a Marte. Pero no sólo el coqueteo va directamente con Trump.
El pasado 23 de septiembre Ellon Musk hizo público una vez más su “idilio” con el populista de derecha Javier Milei, famoso, como Donald Trump, por su homofobia, misoginia y desprecio a las diferencias. En Musk ha calado los gritos del argentino como “viva la libertad carajo” con el que se identifica su declarada filosofía “anarco-capitalista”. En menos de un año ya se han reunido en tres oportunidades. En las fotos no puede dejar de notarse la emoción infantiloide de Milei al ver al dueño de Tesla como si no fuera un mandatario sino un groupie. La reunión se dio en medio de la Asamblea General de la ONU, en donde Milei criticó la supuesta tendencia de izquierda que ha caracterizado en los últimos años a las Naciones Unidas.
Musk publicó una foto en donde luce muy sonriente al lado de Milei y pone en su mensaje en X lo siguiente: mis empresas están buscando activamente formas de invertir y apoyar a Argentina”.
La nueva reunión entre el presidente de Argentina y el dueño de Tesla se efectuó en el hotel The Langham, ubicado en la Quinta Avenida en Nueva York, y duró más de una hora. Milei estuvo acompañado de su hermana, Karina, quien es reconocida por influir en las decisiones del mandatario y por su trabajo como espiritista, el ministro de economía Luis Caputo, el embajador argentino en los Estados Unidos Luis Caputo, y su jefe de asesores Demian Reidel.
Pero ahí no para la fascinación de uno de los tres hombres más ricos del mundo por la derecha más radical. El pasado viernes 20 de septiembre Musk recibió en su planta Gigafactory en Austin, Texas, al todopoderoso hombre de El Salvador, Nayib Bukele. Allí le mostró al presidente de ese país cómo se fabrican los autos Tesla. Después de la reunión Musk subió un video del encuentro con el salvadoreño y escribió lo siguiente: "Acabo de tener una excelente conversación con el presidente Nayib Bukele. Hablamos mucho sobre la naturaleza de la realidad, el futuro de la humanidad y cómo la tecnología como la IA y la robótica afectarán al mundo. El Salvador tiene un líder increíble".
A todo esto se suman los rumores de romance entre el dueño de Tesla y la primera ministra italiana Giorgia Meloni conocida por su controvertida política antiinmigrantes y que muchos califican de neofascista.
Es realmente preocupante para las libertades individuales en el mundo, el rumbo ideológico que ha tomado el dueño de X, de Tesla y quien está pensando en salvar a la humanidad llevando colonias a Marta. ¿Cabremos los que no somos de derecha en sus naves?.
Hasta hace muy poco el dueño de Space no podía ni ver a Donald Trump. En el año 2022 Ellon Musk afirmaba lo siguiente sobre el expresidente “No odio al tipo, pero ha llegado el momento de que Trump cuelgue las botas” Mientras tanto este le respondió a su entonces rival “Eres un artista de la mentira”. Pero la política y las relaciones sociales, sobre todo entre magnates, cambian de manera veloz.
Se odiaban. En el 2016 el hoy dueño de X estaba fascinado con las políticas ambientales de la entonces candidata Hillary Clinton. Pero cuando Trump ganó las elecciones Musk empezó a ceder. Eso sí, criticó decisiones del presidente universalmente condenadas como la de salirse del Acuerdo de París, negar el calentamiento global, y criticar abiertamente la propuesta de Tesla -compañía que creó el propio Musk- de llenar el mundo de carros eléctricos, iba en contra incluso del negocio de Ellon. Pero el mundo gira rápido.
En el año 2020, como lo recuerda el diario El Confidencial de Barcelona, Trump empezó a coquetear con el dueño de Tesla comparándolo, sin sonrojarse, con el mismísimo Thomas Alva Edison, el creador de la electricidad y quien ayudó incluso a convertir el cine en un espectáculo de masas. Un año después Musk le devolvió la atenció al expresidente ya que, cuando afirmó sus intenciones de comprar Twitter prometió devolverle la cuenta que le habían quitado por sus acostumbrados exhabruptos. Pero en el 2022 regresaron los ataques. Ambos se ridiculizaron públicamente. Sin embargo todo cambiaría con el primer atentado sufrido por Trump en junio de este año.
Desde ahí le ha extendido una alfombra roja y, el magnate, se ha quitado la máscara desde que compró Twitter, odiando abiertamente la filosofía Woke y lo que él llama la extrema izquierda. Además, una victoria de Trump le abriría a Musk las puertas, de manera ilimitada, a su proyecto soñado, el Space X, que llevaría al hombre, en unos veinte años, a Marte. Pero no sólo el coqueteo va directamente con Trump.
El pasado 23 de septiembre Ellon Musk hizo público una vez más su “idilio” con el populista de derecha Javier Milei, famoso, como Donald Trump, por su homofobia, misoginia y desprecio a las diferencias. En Musk ha calado los gritos del argentino como “viva la libertad carajo” con el que se identifica su declarada filosofía “anarco-capitalista”. En menos de un año ya se han reunido en tres oportunidades. En las fotos no puede dejar de notarse la emoción infantiloide de Milei al ver al dueño de Tesla como si no fuera un mandatario sino un groupie. La reunión se dio en medio de la Asamblea General de la ONU, en donde Milei criticó la supuesta tendencia de izquierda que ha caracterizado en los últimos años a las Naciones Unidas.
Musk publicó una foto en donde luce muy sonriente al lado de Milei y pone en su mensaje en X lo siguiente: mis empresas están buscando activamente formas de invertir y apoyar a Argentina”.
La nueva reunión entre el presidente de Argentina y el dueño de Tesla se efectuó en el hotel The Langham, ubicado en la Quinta Avenida en Nueva York, y duró más de una hora. Milei estuvo acompañado de su hermana, Karina, quien es reconocida por influir en las decisiones del mandatario y por su trabajo como espiritista, el ministro de economía Luis Caputo, el embajador argentino en los Estados Unidos Luis Caputo, y su jefe de asesores Demian Reidel.
Pero ahí no para la fascinación de uno de los tres hombres más ricos del mundo por la derecha más radical. El pasado viernes 20 de septiembre Musk recibió en su planta Gigafactory en Austin, Texas, al todopoderoso hombre de El Salvador, Nayib Bukele. Allí le mostró al presidente de ese país cómo se fabrican los autos Tesla. Después de la reunión Musk subió un video del encuentro con el salvadoreño y escribió lo siguiente: "Acabo de tener una excelente conversación con el presidente Nayib Bukele. Hablamos mucho sobre la naturaleza de la realidad, el futuro de la humanidad y cómo la tecnología como la IA y la robótica afectarán al mundo. El Salvador tiene un líder increíble".
A todo esto se suman los rumores de romance entre el dueño de Tesla y la primera ministra italiana Giorgia Meloni conocida por su controvertida política antiinmigrantes y que muchos califican de neofascista.
Es realmente preocupante para las libertades individuales en el mundo, el rumbo ideológico que ha tomado el dueño de X, de Tesla y quien está pensando en salvar a la humanidad llevando colonias a Marta. ¿Cabremos los que no somos de derecha en sus naves?.
Comments