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La paz con el ELN pasa por Arauca

Por: Luis Eduardo Celis. Columnista Pares.


Esta semana se cumplieron cuarenta años de la presencia del ELN en Arauca, su aparición formal fue el 14 de septiembre de 1980, con la toma del pequeño puesto policial del corregimiento de Betoyes, del municipio de Tame, allí se dio el surgimiento del Frente Domingo Laín, estructura que permanece en Arauca y sus alrededores desde ese año.


El Frente Domingo Laín, tiene sus raíces en la radicalización de parte de la dirigencia campesina, que había participado del proceso de colonización iniciado desde finales de los años cincuenta, por el estado colombiano, “colonización dirigida”, que fue un pequeño reformismo agrario, que ubicó territorios con poca presencia campesina para decirle a unas cuantas miles de familias campesinas sin tierra o huyendo de la dura violencia de los años cincuenta, que había posibilidades de tierras en ciertas zonas, allí estaba el territorio del Sarare.


El Sarare es la región que junta a la cordillera oriental, con las llanuras de Arauca, su epicentro era Tame, población del Siglo XVII y de grato recuerdo por el papel que jugaron los lanceros que acompañaron al libertador Simón Bolivar y tuvieron destacado papel en la Batalla del Pantano de Vargas, donde se sella nuestra independencia.


En la década de los sesenta bajaron de la montaña al plano más o menos cinco mil familias, apoyadas por el Incora, la institución que con recursos del BID, lideraba este proceso de colonización, el Incora, le dio a las familias campesinas: hachas y machetes, para que “tumbaran” un particular bosque de inmensa riqueza y lo volvieran fincas –lo cual fue un ecocidio-, las familias campesinas bajaron por trochas y arriesgaron sus vidas ante lo que eran caudalosos ríos, las familias campesinas bajaron, midieron sus fincas de 150 metros de frente por 300 y allí a fuerza humana, fueron construyendo sus anheladas fincas.


El Estado colombiano, les dio tierra, les apoyó con herramientas, con materiales para construir sus casas, con préstamos para comprar animales y alimentos, luego les dijo que debían hacer parte de la cooperativa Coagrosarare, los motivó a conformar la junta de acción comunal en la vereda y luego les dijo que debían ser parte de la asociación de usuarios campesinos, para ser parte de la ANUC y les dio carnet, fue un proceso eficiente de organización comunitaria, promovido por los gobiernos de los presidentes Lleras Camargo, Guillermo León Valencia y Carlos Lleras Restrepo, ellos tres desde la presidencia y con sus políticas, organizaron al campesinado del Sarare.


Para el año 72, las cinco mil familias campesinas, tenían fincas, una economía básica y mucha organización, faltaban las escuelas, los puestos de salud y los puentes que ese mundo campesino organizado, con el apoyo de los ingenieros militares, habían construido para superar la incomunicación.

Los puentes fueron arrasados por un invierno fuerte, ante esta situación, la dirigencia social, convocó un paro regional, el paro se instaló en la naciente Saravena, pueblo totalmente nuevo, producto de la colonización, al igual que Fortul y de la centenaria Arauquita, y desde Tame, se juntaron alrededor de dos mil personas, para decirle al gobierno nacional, que requerían los puentes, las escuelas, los puestos de salud, todo ello estaba en los planos de la colonización dirigida, pero no en la realidad.


El paro fue negociado, cada punto pactado implicó nuevas movilizaciones y protestas y hay puntos que hasta el día de hoy no se han resuelto, como lo es una vía bien hecha que comunique a Saravena con Pamplona, para poder mover la economía regional, hoy esa vía de ciento cincuenta kilómetros es un calvario en la época invernal.


Luego del paro del 72, con un incumplimiento de lo pactado, se abrió una desconfianza, enorme, entre el estado y parte de la dirigencia campesina: vinieron los encarcelamientos de dirigentes, en medio de las protestas, vinieron poco a poco los señalamientos, la dirigencia campesina empezó a tornarse incómoda y de allí se saltó a la idea de que era una protesta promovida por “comunistas” y que eso era inadmisible y se empezó a rumorar de que había “listas de gente roja”, y en estos dirigentes se sintió que la muerte les pisaba los talones, en ese ambiente, tomaron la decisión de volverse guerrilla y de allí se juntaron al ELN, con un pleno conocimiento de su territorio y unas raíces en las comunidades.


El Frente Domingo Laín, es a mi juicio, la estructura más importante del ELN, hoy. Tienen mucha desconfianza de las posibilidades de salir de la guerra, de salir de la resistencia armada, con un agravante, hacen parte de un orden regional en el Sarare, donde actúan como estado paralelo y vigilan de manera estricta todo lo que se mueve en su territorio.


Si se quiere avanzar en un proceso de paz con el ELN, hay que tener iniciativa en el territorio donde esta quizás su eje de decisión mas importante y con mayor desconfianza y con mucho que perder en una negociación, porque hoy son poder real en este territorio, pero igualmente hay enorme cansancio en las comunidades y en el conjunto de la sociedad Araucana, ante tanta violencia, que esta semana nuevamente ha arreciado.


Una paz con el ELN pasa por Arauca, y hoy hay cinco cosas que se pueden hacer para mover la acción de la sociedad y del estado regional y local a la cual el Frente Domingo Laín siempre está alerta: hacer realidad el Plan de Desarrollo territorial –PDET-, construido con amplia participación social y hoy en entredicho, hay que construir una buena carretera entre Pamplona y Saravena, superar esa media trocha que es hoy, hay que hacer una concertación entre el Estado, la industria petrolera y el mundo campesino, para que se llegue a un acuerdo y a unas garantías de que el petróleo no es amenaza, hay que proyectar la economía campesina, con especial énfasis a las inmensas posibilidades que tiene el cacao y hay que hacer el balance en derechos humanos: construir verdad, reconocimiento de responsabilidades, reparar de manera integral a quienes han sufrido estas cuatro décadas de violencia, si hay iniciativas en este orden, se podrán crear condiciones para una negociación y un acuerdo de paz con el ELN.


Por ahora Arauca sigue sufriendo una violencia que sube y baja, de un aislamiento importante y de una economía que se mueve entre el petróleo y la agricultura, economía que ha decrecido desde la reforma a las regalías, el reto no es pequeño y hay que asumirlo. Si quieren conocer sobre uno de los fundadores del Frente Domingo Laín, les recomiendo este texto.


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