Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
El presidente Iván Duque nombró el pasado viernes al actual ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, como ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible ad hoc para que emita un “concepto técnico” sobre la posibilidad de exploración minera en el Páramo de Santurbán. La decisión no caló muy bien en las organizaciones medio ambientales como el Comité Santurbán, quien le expresó a Duque: “preferimos la vida y el agua. No queremos que se realice megaminería en nuestro bosque alto andino de Santurbán”.
Y es que el ministro de Ambiente oficial, Ricardo Lozano, se declaró impedido para formular un concepto sobre el licenciamiento para la explotación minera en esa zona por parte de la Sociedad Minera de Santander S.A.S – Minesa. Ahora bien, para los cuidadores del medio ambiente y expertos en el tema, esta decisión cae en lo absurdo y se ubica más en los intereses económicos de este gobierno.
Más explotación del páramo
“Sin duda no es fiable la elección de Carrasquilla. Es insertar de la forma más descarada, la protección de la naturaleza, y de las zonas de interés ambiental en Colombia, en una lógica exclusivamente de costo-beneficio”, señaló a la Fundación Paz & Reconciliación, Mateo Córdoba experto y activista ambientalista.
Según Córdoba, hay que tener en cuenta que a Carrasquilla le transfirieron ciertas funciones porque no se trata solamente de una consulta en un Consejo Técnico, sino también de grandes decisiones que van a afectar a los ecosistemas.
En ese sentido, el polémico ministro también conocido por el escándalo de los “bonos de agua” está reemplazando las funciones de Lozano, quien a pesar de que tiene diferencias con los activistas, al menos posee el conocimiento y la experticia en estos temas.
“Entonces ahí el mensaje es claro: importa más el interés de exprimir económicamente los tesoros ambientales que conservarlos. Y entonces aquí Duque nos pone frente a un teatro en el que nos dicen que Carrasquilla va a analizar la situación de las licencias ambientales, pero que lo digan de frente, Carrasquilla va a entrar a abogar en favor de unos intereses económicos y en detrimento de los ecosistemas, entonces que lo digan de frente y no planteen este teatro”, insistió el experto.
Así las cosas, el gobierno está priorizando la explotación del páramo y eso habla muy mal de los compromisos ambientalistas en espacios tan vulnerables como son los páramos. Esto también habla de esa doble moral de Duque cuando afuera del país tiene una retórica “Pro-paz” y de medio ambiente, pero una vez Duque pisa suelo colombiano, se le olvida todo lo que dice.
Duque no entiende
Duque cómo puede poner a Carrasquilla a proteger el medio ambiente, un señor que defiende los intereses económicos, y que ha estado inmerso en escándalos de malversación de recursos públicos y naturales, en un asunto tan delicado como lo son los páramos y siendo Colombia el país que más cuenta con este recurso.
Para los expertos, el ministro de Hacienda no tiene el perfil y tampoco el conocimiento para proteger los ecosistemas. Y lo peor del asunto es que la decisión que tome es vinculante al interior de ese consejo técnico.
Ahora los gremios están presionando para entrar ahí, o mejor dicho buscando más terreno porque ya hay empresas en el páramo, y el problema es que estos son ecosistemas muy frágiles, en los que tristemente siempre terminan primando estos intereses.
En un principio había una zona limítrofe, pero lo que no entienden los gobiernos o las multinacionales es que la naturaleza no entiende de fronteras técnicas y al final se perjudica el hábitat de cientos de especies.
Por eso, esta decisión habla tan mal del gobierno porque Colombia ha asegurado a nivel internacional que está comprometida con la lucha del calentamiento global, y eso incluye la protección de los ecosistemas que se ven afectados por proyectos extractivos.
Desde hace cuatro años, Minesa le propuso al gobierno poner en marcha un proyecto minero a los alrededores del Páramo de Santurbán para extraer oro y cobre durante 20 años, y por eso es tan controversial esta elección de Carrasquilla, en un momento tan crucial para que dicha empresa se quede o se vaya.
En últimas, es una decisión del gobierno, y los únicos mecanismos que quedan para proteger al territorio es por medio de la resistencia de las comunidades y las movilizaciones. De acuerdo con el experto, la protesta es la última instancia que se tiene para dialogar y concientizar a más personas acerca de la catástrofe ambiental que se avecina, si no se corrigen esos proyectos que van en contravía de la naturaleza.
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