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La juventud del Pacífico Medio está tejiendo su red

Por: Redacción Pares-Pacífico y Juventud del Pacífico Medio


Desde el jueves 8 hasta este sábado 10 de agosto, están reunidas en el Distrito de Buenaventura delegaciones juveniles de los municipios de Guapi, Timbiquí, López y Buenaventura. El objetivo del encuentro es establecer formalmente la Red de Organizaciones Juveniles del Pacífico Medio como una plataforma desde la cual puedan expresar su inconformidad respecto a las condiciones de vida adversas que les está tocando enfrentar y proponer estrategias para cerrar brechas, generar inclusión social y aumentar su participación democrática para generar incidencia política.


Es en ese sentido que Pares-Pacífico se ha vinculado a este encuentro, aportando una mirada contextual de la subregión que fue presentada en plenaria, visibilizando el evento y participando en espacios de conversación, como el almuerzo que se pudo compartir con las juventudes del municipio de Guapi. El ejercicio de conversar directamente sobre las principales problemáticas de su territorio, la forma en que los afecta y la necesidad misma de conformación de la Red, se repetirá el sábado con las delegaciones de Timbiquí y López de Micay. Es así como, con muchas manos y voces, construimos en conjunto el presente artículo.  

Los jóvenes del Pacífico queremos ser parte de Colombia


El diagnóstico que realizan los jóvenes en la subregión es la falta de oportunidades, la pobreza, la violencia, los sueños inconclusos, las drogas. Pero más que un lamento pasivo, es un llamado contundente a la sociedad en general para que se pase del discurso a lo concreto; a que los consideren como interlocutores válidos, porque, se preguntan, ¿cómo es posible que los jóvenes del Pacífico Medio tomen la iniciativa de convocar, organizar y liderar espacios, y no haya el acompañamiento masivo de las personas encargadas de dirigir el país?


Se refieren, particularmente, al Ministerio de Educación Nacional que les falló a la cita y a varias organizaciones juveniles locales que en la primera jornada brillaron por su ausencia. Algo que resulta paradójico porque tienen identificado que la educación que reciben es de pésima calidad y como el ingreso a la educación superior es bajo, están en la pelea para que reabran la sede de la Universidad del Pacífico en Guapi. La falta de educación los deja en condiciones de vulnerabilidad y “se convierte en una razón para que muchos de nuestros jóvenes y adolescentes se dejen convencer para hacer parte de los grupos armados y entrar en actividades no licitas”


Adicionalmente, se preguntan si ¿esta región facilita condiciones para la participación activa y real de las y los jóvenes en los procesos de las administraciones públicas del pacifico?, a lo anterior manifiestan que no es posible lograr el cambio si no les dan la oportunidad de ayudar a conducir el rumbo de sus comunidades, dado que están cansados de ver a los dirigentes políticos aplicar prácticas corruptas que los llevan a la pobreza y el olvido; perdiendo en el proceso parte de su legado identitario en lo ancestral y cultural.

«Queremos salir de este enfoque asistencialista y paternalista en el cual los gobiernos han tenido a los jóvenes: nos estamos empoderando de nuestro presente y futuro, por tal motivo invitamos a las administraciones a que se sumen y trabajemos de la mano en nuestro desarrollo”. Foto: ParesPacífico

Tienen claro que ser parte implica realizar acciones innovadoras y propositivas para que, desde el Pacífico y con la juventud, recuperar el rumbo de esta embarcación que se llama Colombia.


Entre ríos y mar los jóvenes están construyendo paz


Saben que tienen una lucha propia para romper con ciertos imaginarios construidos socialmente alrededor de los jóvenes del pacífico medio, cuando los califican con frases estigmatizantes alrededor de la rumba, el trago, la agresividad, la pereza y quererse ganar el dinero fácil, “como si existiese algo más fácil que nacer en una herencia de desventajas aseguradas, como si hubiese algo más difícil, para nuestros jóvenes del pacifico medio, que cargar con la cruz acuesta de esa historia que ha invisibilizado a nuestros mayores, matronas, abuelos y padres”.


Frente a dichas configuraciones de la verdad que hacen tanto eco y que pintan un arquetipo distorsionado de lo que es ser joven, “hay jóvenes construyendo la contra historia. Quizás no seamos los primeros que empiezan con estos procesos, pues hemos sido muchos los que hemos intentado hacer lo que ha debido hacerse y no se ha hecho”


Trabajan en el presente de manera decidida para que las nuevas generaciones asuman su rol de liderazgo y sigan con la voluntad que se necesita para transformar realidades. No quieren que se repita “la tragedia social que nuestros gobernantes nos causan cuando no permiten que personas con la mente fresca, con opiniones y pensamientos diferentes a ellos, puedan compartir su punto de vista e incidir en los temas de educación, bienestar, gobierno y gestión de desarrollo para sus comunidades”.


En definitiva, se trata de un encuentro de juventudes que se reúnen a construir paz “en representación de un pueblo que está cansado de la violencia, de la prostitución, de la mala calidad de la educación básica, del bajo ingreso a la educación superior, de las necesidades básicas insatisfechas, un pueblo que sueña con tener mejores condiciones de vida, con volver a vivir la tranquilidad que se vivía en años anteriores cuando estaba lejos de la globalización y los mercados ilegales”.

Saben que lo que están emprendiendo no es una tarea fácil, menos en el marco de una institucionalidad débil, pero como lo están demostrando: están dispuestos a asumir el reto de labrar su propia historia, de recorrer los caminos organizativos y del arte en un abrazo fraterno.

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