Por: Mateo Quintero, Redacción Pares
El pasado domingo, en su columna habitual, el periodista Daniel Coronell publicó en la revista Semana una denuncia sobre el actual Ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. En ella, el periodista denunciaba cómo el ministro, en el gobierno de Álvaro Uribe, donde también fungía como Ministro de Hacienda, se enriqueció con los denominados ‘bonos agua’.
La historia de los ‘bonos agua’ o ‘bonos Carrasquilla’ se remonta al segundo periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez. Desde su cargo, Carrasquilla impulsó la reforma constitucional con el acto legislativo número 4 del 2007 que modificó los artículos 356 y 357 de la Constitución. Esto permitió que el gobierno, posteriormente, reglamentara ese acto legislativo con la Ley 1176 de 2007.
Ese mismo año, en febrero de 2007, Alberto Carrasquilla renunció a su cargo como Ministro de Hacienda y, ya en noviembre, su empresa Navenby existía en Panamá. Pero, ¿qué es Navenby? Navenby fue el vehículo de inversión que usó el Ministro para movilizar los dineros de los ‘bonos agua’ hacia Konfigura, su otra firma de asesorías, de hecho, con la que asesoró a los municipios en materia de acueducto y alcantarillado.
Carrasquilla era dueño del 33.33% de Konfigura, el resto pertenecía a Andrés Flórez y Lía Heenan, respectivamente. Sin embargo, la parte de Carrasquilla pasó a manos de Heenan después de ser nombrado como Ministro por el actual presidente Iván Duque. Por otro lado, no se puede olvidar que Navenby apareció en los denominados Panamá Papers, por su relación con la empresa Mossack Fonseca. Se sabe que Navenby fue creada a través de Konfigura Capital LTDA.
¿Qué eran y cómo funcionaban los bonos?
Con la Ley 1176 se les permitía a los municipios endeudarse para que pudieran obtener créditos de largo plazo y financiar los recursos para construir sus respectivos acueductos. Sin embargo, el encargado de prestar el dinero para ejecutar las obras públicas fue el Grupo Financiero de Infraestructura, conformado por Alianza Fiduciaria y Konfigura Capital. Es decir, la jugada de Carrasquilla consistió en promover la ley para que los municipios pudieran endeudarse y, después, mediante Konfigura, recibir ese dinero.
Esto no es todo. Según la denuncia del senador Jorge Enrique Robledo, el Grupo Financiero de Infraestructura prestó el dinero con la tasa de UVR (Unidad de Valor Real) +8%, mientras que a los municipios les cobraron los préstamos con la tasa de UVR+11%. De tal manera, Carrasquilla y sus socios se quedaron con el 3% de las ganancias, se estima unos $14.000 millones por año durante cinco años.
Los departamentos más afectados por estos bonos fueron Santander (con 9 municipios afectados), Atlántico (4 municipios afectados) y Antioquia, en el municipio de Bello. Por ejemplo, según Vanguardia Liberal, en el caso de Gámbita, Santander, se hizo el préstamo de $2.722.548.660 en el año 2010. Desde 2015, el municipio ha pagado $174.000.000 de capital y $2.765.000.000 de interés. Actualmente, el saldo va por $2.890.000.000 con plazo hasta 2029. Es decir, Gámbita pagará el doble del valor inicial del préstamo.
Esa fue la estrategia del ministro Carrasquilla. Según José Roberto Acosta, economista, abogado y miembro de Pares, esta suerte de endeudamientos futuros venía ocurriendo desde los años 90, lo que en su momento (y ahora) hizo colapsar los entes territoriales. Fue por esta razón que apareció la Ley 358 de 1997, llamada ‘la ley de semáforos’. Dicha ley le ponía límites a la pignoración de rentas futuras de las alcaldías, pues un alcalde terminaba amarrando el presupuesto de los próximos 5 alcaldes y los ponía en insostenibilidad fiscal.
La jugada maestra de Carrasquilla ocurrió 10 años después. Según Acosta, el pecado de Carrasquilla fue haber impulsado como Ministro de Hacienda una trampa a esa Ley con el acto legislativo número 4 del 2007 que modificó los artículos 356 y 357 de la Constitución. Esto permitió que el gobierno, posteriormente, reglamentara ese acto legislativo con la Ley 1176 y cogiera esa participación de acueducto, alcantarillado y saneamiento básico, que es el 5,7% del situado fiscal que reciben los municipios, para que lo pudieran meter en una ‘bolsa’.
Acosta dice que la Ley pide una inhabilidad o un impedimento para que un funcionario público que haya intervenido en determinado acto legal no se aproveche o no actúe por medio de este por lo menos en el año siguiente. Algo que, en efecto, no cumplió el ministro Carrasquilla, pues, como se sabe, su renuncia al cargo fue en febrero del 2007 y crea Navenby tan solo 9 meses después. Eso, teniendo en cuenta que Navenby se crea a través de Konfigura. Es decir, las dos empresas de Carrasquilla se fundan antes del año establecido por la ley.
Carrasquilla, a través de esta ley y su firma Konfigura, como lo explica Acosta, empeñó, pignoró y amarró a 19 años a los municipios más pobres del país y, aprovechando sus conocimientos en materia económica, convenció a los alcaldes de los municipios que, en su mayoría, no comprendían cómo funcionaba el sistema que estaba promoviendo. Acosta es enfático en esta máxima: la deuda de hoy son los impuestos del mañana. Por consiguiente, el ministro Carrasquilla benefició a su firma Konfigura con los dineros públicos de los municipios.
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