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La importancia de que Petro saque la espada de Bolívar este 1 de mayo

  • Foto del escritor: Redacción Pares
    Redacción Pares
  • 30 abr
  • 4 Min. de lectura

Por: Redacción Pares




Este 1 de mayo ocurrirá un hecho histórico: Petro, antes de radicar en el congreso las 12 preguntas de la Consulta Popular, desenvainará la espada de Bolívar. Los opositores al gobierno se desgarran las vestiduras y están convencidos de que este será otro rasgo autoritario, casi que violento. Deliberadamente no se toman el trabajo de investigar qué tan importante es que Petro haga este acto. Lo primero que verán las personas que saldrán este jueves a la calle y lleguen a la Plaza será la espada del libertador. En su último consejo de ministros televisado, además de arremeter contra el partido Liberal, quien, según el presidente “está pretendiendo taparle la boca al pueblo, evitando la consulta popular, en un proyecto que se demoraría dos años”, habló de su intención de volver a sacar la espada para que esta sea “la guía del pueblo colombiano”.

 

Petro cree que la única forma para sacar adelante sus anheladas reformas sociales será por mandato popular, por eso es tan importante que la gente salga a las calles este 1 de mayo y apoye la consulta popular. La espada de Bolívar tiene una importancia no sólo para el pueblo colombiano sino que está intrínsecamente relacionado con la creación del grupo al que él perteneció, el M-19. Esta es la historia de la espada.

 

Simón Bolívar, en Colombia, ha sido históricamente relegado a la condición de estatua, de letrina de palomas. La acción con la que el M-19 se dio a conocer en el mundo, el 17 de enero de 1974, al entrar a la Quinta de Bolívar ubicada en el corazón de Bogotá y robarse la espada del Libertador, está cargada de significado. Según León Valencia, director de la fundación Paz y Reconciliación, “abandonado por las élites criollas después de su muerte, traicionado su legado político por la Constitución de 1886, que concentraba las ideas de la Hegemonía Conservadora, fue sacado de las fosas de la Historia por el M-19 con el espectacular robo de 1974”.

 

Años antes de que Álvaro Fayad comandara la operación que hoy cumple cincuenta años, la idea había sido expuesta a la Comisión Militar de las FARC y llevar el símbolo a Manuel Marulanda Vélez, máximo comandante de esa organización guerrillera. Sin embargo la idea se desechó. Jaime Bateman, cansado del anquilosamiento de las FARC, empeñado en llevar las guerrillas a lo urbano, da a un paso al costado y junto a otros insurgentes como Luis Otero, o dirigentes de la ANAPO como el médico Carlos Toledo Plata, fundan el M-19 en un intento de asegurarse que jamás se volviera a repetir el fraude electoral del 19 de abril de 1970 en donde, de manera inexplicable y a último minuto, el general Gustavo Rojas Pinilla perdió las elecciones contra el candidato conservador Misael Pastrana Borrero. Uno de los protagonistas de esa fecha aciaga, el ex ministro de Carlos Lleras Restrepo, Carlos Arturo Noriega, confesó en un libro publicado en 1998 el fraude. 

 

Maestros de la expectativa, semanas antes de que se dieran a conocer con el robo de la espada, empezaron a salir en el periódico anuncios como “¿Parásitos, gusanos? Espere M-19”. La mayoría que leyó esto creyó que se trataba de un nuevo purgante. Luego, con una nueva aparición, creían que se trataba de un tonificante energético que prometía milagros “¿Falta de energía? Espere M-19”. Pero en la edición del 17 de enero de 1974 se anunció con una frase escueta el grupo “Ya llega-M19”.

 

Todo ocurrió a las cinco de la tarde de ese día, cuando el último turista había abandonado la Quinta de Bolívar. Álvaro Fayad, disfrazado con una ruana, lideraba el grupo de cuatro guerrilleros. Después de encañonar al vigilante el propio Fayad rompió el vidrio donde se exponía la espada. Los otros tres guerrilleros pintan las paredes de la casa-museo y se encargan de dejar proclamas anunciando la llegada del M-19. Darío Villamizar en su estudio Las guerrillas en Colombia, recuerda que el primer documento condensaba el espíritu de la organización: “El M-19 es el movimiento 19 de abril. Ese día, abril 19 de 1970, el país entero presenció horrorizado el fraude más escandaloso y descarado de que se tenga noticia en todo el continente. Los personajes centrales del monstruoso robo político fueron: Carlos Lleras Restrepo, Carlos Augusto Noriega y Misael Pastrana Borrero. El primero como ideólogo del fraude infame, el segundo como su vulgar ejecutor y el tercero como beneficiario directo de una presidencia espuria que colma de indignidad a la clase que Pastrana representa”. En una de las proclamas se leía la frase “Bolívar, tu espada vuelve a la lucha”.

 

El golpe publicitario posicionó al M-19 y sacó del sarcófago al Libertador. Desde entonces se tejieron una serie de mitos sobre el paradero de la espada. Se dijo que el M-19 se la había entregado a Pablo Escobar y que su hijo jugaba con ella, se habló que estuvo acompañando en sus vigilias al poeta León de Greiff. Una vez el M-19 entrega sus armas al gobierno de Virgilio Barco, el 8 de marzo de 1990. Un año después, el 31 de enero de 1991, ya con César Gaviria como presidente, el M-19 devolvió formalmente la espada. Durante 19 años reposó en el depósito del Banco de la República hasta que Iván Duque, en el 2020, ordenó su traslado al Palacio de Nariño.

 

El 7 de agosto del 2022, la espada de Bolívar se convirtió en la principal protagonista de la posesión de Gustavo Petro. Él, como ex miembro del M-19, reconocía la importancia del objeto. Petro, antes de seguir con su discurso, pidió sin aspavientos la espada: "Como presidente de Colombia le solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar. Una orden del mandato popular y de este mandatario”. Iván Duque, mal aconsejado, había ordenado a último minuto no dejar salir de la Casa de Nariño la espada. Media hora duró la espera. La espada pasó al lado de todos los invitados a la posesión presidencial, incluido al mismísimo Rey de España quien miró con indiferencia el símbolo de la derrota del imperio español.

 

Por eso, más que un capricho, que Petro saque la espada de Bolívar este 1 de mayo es un gesto de emancipación contra el poder real que ha mantenido las cosas en perpetua inmovilidad.

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