Por: Nataly Páez, Asistente de Investigación
Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos
Foto tomada de: El Espectador
Las recientes declaraciones del Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, han desatado polémica y rechazo por parte de la bancada de oposición, pues en una entrevista con el periódico El Tiempo Rueda desmintió el fallecimiento de Iván Márquez, líder de la Segunda Marquetalia, quien presuntamente habría muerto como consecuencia de heridas generadas en un atentado en junio de 2022.
En dicha entrevista, el Alto Comisionado reveló que se ha reunido en tres ocasiones con Márquez y afirmó que el jefe y líder de la Segunda Marquetalia se encuentra en sus “cinco sentidos”, además, comentó que “hay una comunicación en fase explotaria y una propuesta de pre agenda de diálogo”, frente al cual Márquez “ha reiterado su vocación de la paz y dice que ellos son unos rebeldes políticos y no un grupo de narcotraficantes".
Este hecho presenta una nueva controversia frente a la posibilidad de un reconocimiento político para la Segunda Marquetalia, el cual podría permitir un eventual escenario de diálogo y un proceso de negociación. En este sentido, es necesario tener en cuenta la génesis de este grupo armado, debido a que la disidencia de la Segunda Marquetalia se conformó por integrantes que participaron en la firma de los Acuerdos de Paz con las FARC en 2016, y posteriormente abandonaron el proceso y retomaron la lucha armada en 2019 bajo el liderazgo de Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y El Paisa.
Según registros adelantados por Pares, este grupo armado hace presencia en aproximadamente 55 municipios del territorio nacional, en los departamentos de Cauca, Putumayo, Nariño, Caquetá, Huila, Meta, Antioquia, Bolívar y con reducidas facciones en Amazonas y Vichada. Dentro de su repertorio de acciones se destacan enfrentamientos principalmente con la disidencia del Estado Mayor Central y afectaciones a la población civil, como confinamientos y desplazamientos. Pese a su reducido margen de acción en comparación a otros grupos armados como la disidencia del Estado Mayor Central, el ELN y el Clan del Golfo, la Segunda Marquetalia también ejerce formas letales y no letales de violencia, afectando considerablemente a la población civil.
Recientemente, este grupo ha concentrado su accionar violento en el departamento del Putumayo, en donde se han registrado combates con el Frente Carolina Ramírez del Estado Mayor Central, también se han registrado otras formas de violencia como amenazas, restricciones a la movilidad y daños a infraestructura empresarial con la voladura del oleoducto Mansoya, en el municipio de Orito, Putumayo.
La continuidad de estos fenómenos de violencia que afectan a la población civil evidencian la necesidad de continuar aunando esfuerzos para la construcción de paz, es allí en donde las declaraciones de Danilo Rueda sobre el estado de salud de Iván Márquez cobran gran relevancia. El “reaparecer” de Iván Márquez luego de un año de desaparición en donde se creía muerto, plantea varios interrogantes sobre el futuro de la Segunda Marquetalia y su posible vinculación a la agenda de Paz Total, dado que Iván Márquez no solo es líder de este grupo armado, sino que también representa la voz política del grupo dada su trayectoria.
La propuesta de pre agenda de diálogo mencionada por el Alto Comisionado representa un gran reto para el Gobierno Nacional, teniendo en cuenta el entramado jurídico bajo el cual se habían acogido los integrantes de este grupo armado previo a la fundación de la Segunda Marquetalia. La base jurídica de la Jurisdicción Especial para la Paz contempla que quienes se hubiesen acogido a este mecanismo y retomasen la lucha armada perderían todos los beneficios antes pactados. Sin embargo, la Jurisdicción Especial para la Paz no prohíbe la posibilidad de llevar a cabo un nuevo proceso de negociación con los firmantes disidentes.
Al respecto, es preciso señalar que frente a un eventual proceso de diálogo con la Segunda Marquetalia, es fundamental que el Gobierno Nacional considere las implicaciones y repercusiones que esto podría suponer para las mesas de diálogo que se encuentran en marcha con el ELN y el Estado Mayor Central, ya que podría generar percepciones desfavorables por parte de estos grupos armados y ello podría impactar en el desarrollo de las conversaciones de paz en curso.
En vista de este complejo panorama, aún resulta incierto el futuro de la vinculación de la Segunda Marquetalia a la agenda de Paz Total, ya que será necesario que el Gobierno Nacional evalúe por qué medio vinculará a este grupo a esta agenda, si será a través de un proceso de diálogo y negociación, o será a través de un proceso de sometimiento. No obstante, indistintamente de las alternativas que pueda tomar el Gobierno Nacional para incorporar a la Segunda Marquetalia a la Paz Total, es indispensable que el proceso se funde sobre la base de los derechos de las víctimas, de manera que sean escuchadas y puedan participar activamente en los escenarios de construcción de paz.
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