Por: Redacción Pares
Foto tomada de: El País
Hace dos meses, cuando atentaron contra Donald Trump en Butler California, durante un mitín de campaña, el presidente de Rusia Vladimir Putin guardó un enigmático silencio. Mucho se ha especulado sobre la relación entre el Nuevo Zar y el candidato republicano. Se ha afirmado que si Donald Trump hubiera sido presidente la guerra entre Ucrania y Rusia jamás hubiera ocurrido. Que la mutua admiración que sienten -un hecho fáctico- habría impedido que la OTAN pusiera sus tropas tan cerca de Moscú. Lo cierto es que Putin no llamó a Trump. Ahora el FBI descubrió el pasado domingo 15 de agosto que un hombre llamado Ryan Wesley Routh habría intentado disparar contra el expresidente quien se encontraba jugando al golf en el Trum International Golf Club de West Palm Beach en Florida. El sospechoso fue encontrado con un AK-47, una cámara Go Pro y, según lo que se ha encontrado en sus redes sociales, es un firme defensor de Ucrania. Este presunto atentado vuelve a abrir un viejo debate: ¿Qué tan cercanos son Donald Trump y Vladimir Putin?
La profesora Nina Khrushenka ha sido una crítica absoluta del gobierno Putin. El gobierno ruso ha respondido cancelándole su pasaporte. Investigadora del World Policy Institute y profesora de Política Internacional de la universidad New School de Nueva York, ha comparado al tandem Putin- Trump con un personaje chapliniano: el Gran Dictador, esa caricatura que hizo el genio del cine en 1940 sobre Hitler, cuando todavía era visto en Estados Unidos con simpatía por poderosos como Edgar Hoover, todopoderoso director de la CIA. El estilo grandilocuente de ambos fue comparado por la profesora como un “Reality show” lo que hacía Trump y como de dibujos animados la política de Putin.
Lo cierto es que en febrero del 2024 Vladimir Putin dio una de sus raras entrevistas a occidente. Aceptó dársela al periodista de ultraderecha Tucker Carlson quien incluso fue expulsado del canal Fox, quien no se distingue precisamente por su pensamiento de vanguardia, por sus posiciones extremas. Fox ha apoyado abiertamente las candidaturas de Trump y muchos le achacan su ascenso en la política. Putin, siempre reacio a los medios, dio una entrevista de dos horas a Carlson en donde se sintió tan cómodo que soltó varias carcajadas. Muchos calificaron este encuentro como decepcionante porque no se refirió a las elecciones norteamericanas ni a lo que estas constituirían para el futuro de la guerra en Ucrania. Eso sí afirmó que la relación que sostuvo con Trump mientras este fue presidente de Estados Unidos, entre el 2016 y el 2020, fue inmejorable.
Poco antes del mundial de Rusia en el 2018 Putin y Trump se apretaron las manos en Helsinki. El presidente norteamericano tuvo contacto con algo de lo que él no sabe mucho: un balón de fútbol. La relación de Putin con Trump estuvo marcada por su supuesta decisión de hacer hasta lo imposible porque Hillary Clinton fuera presidenta en el 2016. A pesar de esto Putin ha intentado mostrarse imparcial de cara a las elecciones de noviembre y el 5 de septiembre afirmó que su respaldo sería para la candidata demócrata Kamala Harris. Eso sí, lo dijo en un tono irónico. La primera vez que Trump se lanzó a la presidencia ambas personalidades decidieron demostrarse mutuamente su admiración.
En diciembre del 2015 Vladimir Putin afirmó que Trump era un hombre “muy brillante y talentoso” a lo que el norteamericano contestó “siempre es bueno que la gente te llame brillante, especialmente cuando la persona que lo hace dirige Rusia”. Las relaciones Estados Unidos-Rusia han sido complejas desde hace por lo menos un siglo, cuando los Bolcheviques derrocan a los Romanov e instauran una república de los trabajadores. Esto generó un desacuerdo histórico que estuvo a punto, después de la II Guerra Mundial, de convertirse en un conflicto nuclear que amenazó con destruir al mundo. Desde 1991 la tensión cedió luego de que se disolviera la Unión Soviética pero, desde el año 2000, con el arribo de Putin al poder por la vía de los votos, Rusia volvió a tener aspiraciones imperiales con cierto tufillo al viejo comunismo. Incluso, uno de los rasgos más polémicos que ha traído los 24 años de poder de Putin ha sido el intento de rescatar históricamente la figura de Stalin.
Lo único cierto es que el gobierno de Biden aprobó este año un paquete de ayuda de 92 mil millones de dólares para Ucrania, Israel y Taiwan de los cuales más de la mitad iría destinado a la resistencia de Kiev contra Moscú. En el segundo debate presidencial que protagonizó Trump, el que lo hizo ya directamente contra Kamala Harris, el expresidente fue enfático: la guerra en Ucrania debe terminar pero no quedó claro si quería que este país se impusiera sobre Rusia. Además dijo una mentira descomunal: que Kamala Harris, como vicepresidenta de Biden, había fallado clamorosamente en una misión diplomática que hubiera podido evitar la guerra con Ucrania.
Lo único cierto es que la ambivalencia de esta relación se hace más profunda después de que un admirador de Ucrania hubiera querido atentar contra Trump.
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