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Karmen Ramírez Boscan: de La Guajira al activismo en Suiza y a la Cámara de Representantes

Por: Liza Roncancio Arias


Hace más de 11 años salió de su natal Maicao, pero la manta y la mochila Wayúu siguen siendo su traje habitual, porque de su raza se siente orgullosa. Hablamos con ella para que nos cuente ese tránsito desde su territorio hasta Suiza y ahora a la Cámara de Representantes, con el escaño de los colombianos en el exterior.


Pares: ¿Qué la obligó a salir de su tierra y llegar hasta Suiza?


Debido a que tenía problemas de persecución y amenazas por las luchas que venía librando por los derechos de mi comunidad, entré al programa de protección en el 2009. Pero, la verdad, llegué a Suiza porque me casé con mi esposo a quien había conocido años atrás. Yo soy exiliada del amor, me casé para salvar mi vida, la vida que siempre he defendido con amor, no me considero exiliada política, aunque sí, migrante. Llegué a Suiza hace 11 años, casada ya, y aquí conformé mi familia


Pares: ¿Cómo ha sido ese activismo por su comunidad desde Suiza?


En Suiza queda la sede de la empresa Glencore concesionaria del Cerrejón, la mina de carbón a cielo abierto más grande del mundo y una de las más contaminantes. Glencore tiene operaciones de extracción de recursos fósiles en comunidades similares en muchos países, lo cual originó un referéndum llamado “iniciativa de derechos humanos y empresas”, que está en proceso de aprobación para convertirse en una Ley que obligue a la empresa a responder por los daños causados a las comunidades. La gente ya dijo sí, pero falta el voto de la mayoría de Cantones para que sea aprobada, por ello seguimos denunciando y visibilizando la situación, pues el gobierno colombiano le acaba de conceder permiso para explotar 3.7 km del arroyo Bruno, uno de los afluentes del río Ranchería, los únicos recursos de agua que nos quedan. Con este desvío, se acabaría el mayor ancestro acuífero que tenemos, y eso es objeto de rechazo, por eso seguimos presionando. Pero el activismo no solo ha sido por el pueblo Wayúu, también ha sido por los derechos de la migración, dentro de lo cual hacemos seguimiento a los informes presentados ante el Consejo de Derechos Humanos de NU, que es transversal a las reivindicaciones antirracistas y feministas para eliminar la discriminación de personas racializadas, un trabajo para la inserción de poblaciones discriminadas. En el 2019 fui delegada para preparar y organizar la Declaración de mujeres migrantes viviendo en Suiza, respaldando las 30 mil mujeres que se plantaron frente al Consejo Federal del Parlamento suizo. Es un activismo por los derechos de comunidades migradas y discriminadas que incluye obviamente la colombianidad en Europa.


Pares: ¿Cómo ha sido luchar por su comunidad con enfoque feminista, en una región caracterizada por el machismo?


Cuando comenzamos el trabajo hace más de 20 años, nos acusaron de pretender cambiar la cultura ancestral, era como acusarnos de terroristas; asumimos la defensa de la madre tierra, la hembra más grande que ha parido la humanidad, desde lo femenino, a partir de ahí hubo un proceso de creación y análisis de nuestro propio feminismo pensado desde la comunidad, sin la influencia de ese feminismo blanco privilegiado y que se pretende salvador, como única opción. Lo hemos ido construyendo, primero, en la relación del ser humano y especialmente de las mujeres hacia los espacios de poder, que incluye la forma como en nuestra comunidad hacemos intercambio de saberes para fortalecer y proteger el territorio. Para ello se creó la “Escuela de mujeres indígenas y otras formas de sabiduría”, con el objetivo de empoderarnos en temas de DDHH y aplicarlo a la protección de nuestro territorio. No ha sido fácil, porque los palabreros se sintieron cuestionados en sus propias prácticas y el etnocentrismo que predican, que considera que la cultura debe permanecer intacta. Nosotras discutimos eso: las cosas que no están bien en la cultura deben ser analizadas, reflexionadas y cambiadas para el mejoramiento de la colectividad. El wayúu es un pueblo matrilineal, hereda el clan por línea materna, pero también un pueblo machista, y existen los puristas que piensan que debemos volver a ser como hace 500 años, mientras interactúan con el pueblo Aríjuna, (la sociedad no wayú) lo cual genera cambios no conscientes y su efecto es la asimilación de una cultura externa que produce expropiación de saberes ancestrales; pero volver al pasado es casi imposible, pues la tecnología y las comunicaciones ahora presentes en cualquier territorio del mundo, cuestiona ese purismo que impide una construcción cultural acorde a estos tiempos


Pares: ¿Qué la impulsó a entrar en la escena política?


Comencé el trabajo político a finales de los 90 cuando los paramilitares, el ejército y la guerrilla comenzaron a asesinar a mi familia, todo era una mezcla de grandes intereses sobre el territorio. Yo estudiaba Diseño gráfico en el Sena y trabajaba en un restaurante en Bogotá y lo dejé todo por irme a luchar por los derechos de mi gente que estaba siendo asesinada, mientras el gobierno desconocía la presencia paramilitar y de grupos armados en la región. Pronto nos dimos cuenta de ello porque en el territorio paralelamente a la economía legal, hay muchas actividades ilegales debido a la fortaleza de la zona, que tiene muchos puertos sobre el mar Caribe, con salida fácil hacia Centroamérica; de ahí que permanentemente estén intimidando y despojando a la comunidad de sus territorios. Entonces fundamos la fuerza de mujeres Wayúu y el Cabildo Wayuna de campamento, para neutralizar esa arremetida paramilitar y los impactos de la minería.


Pares: Usted ha trabajado en investigaciones sobre incursiones de grupos al margen de la ley en territorios ancestrales, publicados por organizaciones defensoras de DDHH y medios colombianos


Si, escribir es otra de mis pasiones. En el 2007 publiqué el libro “Desde el desierto, Notas sobre la violencia paramilitar en territorio Wayúu”; también escribí para medios colombianos siempre con enfoque en Derechos Humanos; con el Instituto Interamericano de DDHH y para Codhes, colaboré en los temas transmigratorios, fronterizo y étnico; son publicaciones sobre el fenómeno surgido entre mi comunidad y las incursiones paramilitares, lo cual me originó amenazas más intensas por parte de grupos armados con presencia en la región, pues en una de estas, se publicó una lista de desaparecidos, asesinatos y masacres producidos dentro de este contexto.


Pares: ¿Cuál considera el principal problema que padece Colombia?


El mayor problema que padece Colombia es que no garantiza los derechos fundamentales a la gente, hay garantías de derechos para los grandes capitales, pero no para la gente del común; un país que no está en paz y cuyo gobierno sigue promoviendo la guerra de manera solapada no tiene posibilidades de progresar; no hay educación para los jóvenes, posibilidades de una vivienda digna, salud, empleo. Hay que trabajar por la paz y por supuesto por erradicar la corrupción que es absolutamente miserable y desangra las posibilidades de garantizarle derechos a los colombianos


Pares: ¿Qué percepción tiene de la situación de los colombianos en el exterior?


Partamos del hecho que los colombianos que han salido del país es justamente porque no tienen garantía para una vida digna, no solo es el tema de violencia, en Colombia no hay alternativas para la población de estratos medios y bajos, no se garantizan los derechos fundamentales, estudio, vivienda, en salud se privilegia el aspecto mercantil sobre la vida, no se garantiza el trabajo, no hay condiciones de vida dignas. En ese aspecto Colombia es un Estado inhumano


Pares: ¿Cuál sería la mayor estrategia, o la más efectiva, para lograr que esos colombianos tengan más visibilidad y más atención?


Desde mi experiencia hay tres estrategias que hacen una macroestrategia; una, es la movilización social que ha sido efectiva para detener políticas que van en contravía de los intereses del pueblo. Desde hace años la movilización se viene dando con mayor intensidad como única opción, otra, son las acciones jurídicas, porque es necesario condenar los hechos violatorios de DDHH, y la tercera, la denuncia internacional. Estas tres juntas, aunque con resultados lentos, son importantes para atenuar o frenar el panorama reiterativo de violación de derechos fundamentales. Por eso actuamos, porque se privilegie la vida en su sentido íntegro.


Pares: ¿Usted ha llegado a la Cámara por un movimiento que se ha convertido en una alternativa de cambio?, ¿lo cree así? ¿Por qué?


Definitivamente sí. La Colombia Humana, el partido que me avaló, construyó una estrategia fundamental para el cambio, basada primero en la transparencia y segundo en la necesidad de iniciar esa transición; si no lo creyera no estaría aquí, nunca había hecho política electoral ni me interesaba, al ver el entramado corrupto que existe en Colombia y especialmente en La Guajira donde se cometen toda clase de delitos electorales que se han convertido en habitual, y si no los hay, se los inventan porque permanecer en el poder es garantía para sus privilegios. Los aportes de la Colombia Humana para la construcción del PH han sido reflexionados desde la unidad, ese llamado a la juntanza de todas las corrientes de pensamiento, esa inclusión de las mujeres de manera paritaria, son aspectos necesarios que contribuyen al cambio que necesita Colombia, un cambio con justicia social que cimente una sociedad íntegra, con garantía de sus derechos y para que sea pilar fundamental de desarrollo.



Pares: ¿Cuáles son sus propuestas fundamentales desde la Cámara?

Esas propuestas fundamentales las trabajamos con la gente a lo largo de la campaña. Se hicieron dos consultas internas de partido y otra en Suiza, también reuniones y encuentros con alrededor de 300 personas, con organizaciones, asociaciones internacionales, con procesos, con grupos políticos, de allí surgió la propuesta denominada “El pacto por la paz y el buen vivir de la colombianidad en el exterior”, que tiene cuatro ejes fundamentales: 1). El Pacto para garantizar los derechos de la migración colombiana; 2). Un Pacto por las mujeres, las diversidades, las poblaciones vulnerables y la población LGTBI; 3). El Pacto por la paz del país y 4). Un Pacto por la madre tierra; todos conforman el propósito del PH y para nuestro caso, con enfoque migratorio, feminista y ambientalista, teniendo en el centro la vida.


La entrevista parece quedar en puntos suspensivos porque al preguntarle por lo que será su vida los próximos años piensa en su familia, pero también en toda la población migrante que la llevó a obtener su representación en la Cámara; dice que es un compromiso grande, pero no quiere ser inferior a éste; así como ha luchado por su comunidad, lo hará por los colombianos y especialmente por los que se han visto obligados a migrar.

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