Por: Redacción Pares
Foto tomada de: AI Manar
El mundo está atento sobre cómo será la reacción de Israel después de que Irán lanzara un despliegue de bombas sobre su cielo a comienzos de esta semana. Se estima que fueron 180 los misiles que lanzó Irán contra sus archienemigos. Esta es la reacción después del asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, caído el pasado 27 de septiembre debido a la ofensiva de Israel en un suburbio de Beirut donde se refugiaba. En estos golpes y contragolpes, de ataques y retalaciones, se teme sobre la desproporción que podría tener la respuesta de Israel contra el Líbano e Irán. El gobierno de Netanyahu, con la excusa que miembros de Hezbolá se escondían al sur de Beirut, empezó a atacar a comienzos de esta semana puntos debidamente escogidos. Sin embargo este 3 de octubre ya Israel cruzó la línea roja: bombas cayeron sobre el centro de Beirut provocando al menos siete muertos.
Mientras tanto los líderes de las potencias del mundo ven con expectación y acaso con miedo la respuesta que tendrá Israel contra Irán. Joe Biden, quien se ha caracterizado por su tibieza en todo este conflicto, le recomendó a Israel medirse en el momento de su reacción contra Irán. La Casa Blanca habló con los líderes del G7 en donde estaban los ministros de asuntos exteriores de Francia, Alemania, Italia y Reino Unidoque tenía como fin debatir una respuesta coordinada al ataque de Irán contra Israel.
Aunque reafirmó su apoyo incondicional a israel, si recomendó, de manera enfática, que no apoyará un posible ataque israelí contra instalaciones nucleares en Irán. El programa nuclear de ese país empezó bajo el mandato del Shah Mohamnad Reza Pahlevi en la década del 50. Hoy en día, a pesar de que Estados Unidos y otras potencias que pretenden el control universal se rasgaran las vestiduras, el programa nuclear de Irán tiene instalaciones de procesamiento de uranio, plantas de enriquecimiento, reactores nucleares y minas de uranio. Si Irán lo decidiera podría construir con asombrosa rapidez todo un arsenal nuclear. Israel ha advertido su intención de atacar la infraestructura nuclear iraní como una medida preventiva. La respuesta de Irán sería catastrófica para la humanidad. Por eso Biden, aunque ha vuelto a repertir hasta el cansancio que tiene todo un arsenal para apoyar a Israel, volvió a dejar marcada una línea roja: no estará con Israel si se llega a atacar la industria nuclear iraní.
Es bueno recordar una de las frases más recordadas de Albert Einstein “No será como la tercera guerra mundial sólo se que la cuarta será con piedras y lanzas”.
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