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Hasta que no hablen con Petro los 4.000 indígenas del Cauca no se irán de Bogotá

Por: Redacción Pares





Desde 1971 el CRIC ha sido sinónimo de dignidad. Ese año siete cabildos e igual número de resguardos crear el primer Comité. Desde entonces han venido luchando por mejorar las condiciones de vida. La guerra ha sido particularmente dura con ellos. La guerra no pasa. En el Cauca los indígenas son los que peor la han pasado en estos últimos meses. Cuando las FARC se desintegran por la firma del acuerdo de paz, El Estado no copó esos territorios, los que sí lo hicieron fueron las disidencias más grandes, la de Gentil Duarte y otros grupos armados que se pelean ese territorio, privilegiado por su posición estratégica, ideal para cultivar coca y luego sacarla hasta el Pacífico.


El EMC de Iván Mordisco ha sido cruel con las autoridades indígenas. En marzo del 2024 el presidente rompió el cese al fuego con este grupo armado después de que fuera asesinada una de sus mayoras. Desde entonces el CRIC ha escuchado las quejas de sus miembros en territorio y una de sus quejas más repetidas es saber qué está pasando con la Paz Total, con los procesos de negociación con los grupos que azotan su zona de influencia. Al agotarse los canales de comunicación con el gobierno cuatro mil indígenas llegaron el miércoles de la semana pasada y se apostaron en predios cercanos al museo de la memoria, por la calle 26. Tienen reclamos concretos. Jhoe Sauca, consejero mayor del CRIC, le contó a El Espectador cuales son sus exigencias: “El respeto por las autoridades ancestrales de las comunidades indígenas, la situación de paz,el conflicto y la ruta para desescalar la violencia; las garantías normativas a las que el Gobierno se comprometió a trabajar con el DAPRE, y por último la transformación real de las regiones, en donde hay varios cuellos de botella”:


Los indígenas creen que existe una actitud diferente de Petro como presidente a Petro como candidato. En campaña apareció en territorio, habló con los líderes indígenas, se comprometió personalmente a mejorar las condiciones de estos pueblos del Cauca. Ahora no existen vasos comunicantes y al no ser escuchados no les quedó de otra que llegar a la capital. Hasta el pasado domingo 24 de agosto el funcionario delegado para hablar con ellos era el ministro del interior Juan Fernando Cristo pero esta medida no la quiere el CRIC. Ellos exigen, para regresar al territorio, una conversación y compromisos firmados con el propio presidente Gustavo Petro. Estos 4.000 indígenas apoyaron a Petro en su campaña presidencial y quieren no dejar ninguna duda de que siguen apoyando sus ideas y su plan de gobierno, sólo que necesitan ser escuchados. Lo más importante para ellos es hacer tomar consciencia que aunque la Paz Total es el camino, están sufriendo las embestidas del EMC y otros grupos armados en sus disputas y que necesitan tener la garantía de la vida. Semana a semana la paz a la que aspiran se va convirtiendo otra vez en una entelequia, la pesadilla de la guerra de la que no pueden despertar.

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