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Gobierno busca incluir a Iván Márquez en el segundo ciclo de diálogos de paz con la Segunda Marquetalia

Por: Katerin Erazo, Periodista


foto tomada de: Ronald Peña R/EFE



El próximo ciclo de los diálogos de paz entre el Gobierno y la Segunda Marquetalia se realizará en La Habana, Cuba, durante la tercera semana de octubre. Esta nueva fase busca consolidar los avances en las negociaciones y establecer las bases para una reducción significativa del conflicto armado. Armando Novoa, jefe de la delegación del Gobierno en estas conversaciones, ha señalado la importancia de la participación de Iván Márquez, líder de la Segunda Marquetalia, en este ciclo, considerándolo un "protagonista de primer orden" en el proceso.


En una reciente entrevista, Novoa destacó que el Gobierno de Gustavo Petro está comprometido con facilitar la presencia de Márquez en la mesa de diálogos. Sin embargo, advirtió que esta decisión está sujeta a una serie de complejidades que involucran a instituciones clave del Estado, como la Cancillería, la Fiscalía General de la Nación y la Presidencia de la República.


"El Gobierno está en disposición de contribuir para que esto ocurra", afirmó Novoa, dejando claro que todavía no puede adelantar los detalles de cómo se gestionará la participación de Márquez, pero que se está trabajando de manera conjunta con los países garantes para garantizar que el proceso avance de manera adecuada.


Uno de los aspectos más delicados en torno a la posible participación de Márquez es la suspensión de las órdenes de captura en su contra. Otty Patiño, comisionado para la paz, ha explicado que, aunque esta medida depende de la Fiscalía General de la Nación y de la posible solicitud de extradición por parte de Estados Unidos, el Gobierno está evaluando su viabilidad. No obstante, Patiño también subrayó que la suspensión de la orden de captura no garantiza plenamente la seguridad de Márquez, quien ha sobrevivido a varios atentados en el pasado. "Es algo más simbólico", comentó Patiño, enfatizando que, aunque esta suspensión permitiría la participación de Márquez en las negociaciones, no ofrece una protección completa a su vida.


En este sentido, Novoa ha remarcado que se están tomando todas las medidas necesarias para que la mesa de diálogo avance de manera segura y eficaz. La presencia de Márquez, un actor clave en este conflicto, podría ser un paso decisivo para lograr acuerdos que permitan una salida negociada y pacífica con la Segunda Marquetalia. Para el Gobierno, es esencial que todos los involucrados contribuyan a la construcción de una paz duradera.


Además de la posible participación de Márquez, el segundo ciclo de diálogos en La Habana abordará temas fundamentales para el desescalamiento del conflicto armado. Entre los puntos clave se encuentran la precisión de la agenda de negociaciones, el establecimiento de protocolos para el funcionamiento de la mesa de diálogo y la creación de mecanismos que permitan una reducción progresiva de la violencia. Según Novoa, tras superar algunas dificultades iniciales, ambas delegaciones han reafirmado su compromiso con el proceso de paz y han definido un horizonte claro para el desarrollo de las conversaciones.


Este nuevo ciclo llega en un momento crucial para el país, donde diferentes sectores sociales, incluyendo comunidades afectadas por el conflicto, han manifestado su respaldo a las negociaciones. Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal en las conversaciones, destacó la importancia de retomar los diálogos en este segundo ciclo, señalando que las comunidades han expresado su deseo de que la paz se construya con un enfoque territorial.


"Fueron numerosas las comunidades que se hicieron presentes y marcharon hacia el coliseo donde se hace una gran concentración para expresar la necesidad de que la paz se base en las apuestas territoriales", afirmó Henao.

 

El primer ciclo de diálogos dejó resultados significativos en cuanto al desescalamiento del conflicto, y las expectativas para esta nueva etapa son altas. Las conversaciones en La Habana son vistas como una oportunidad para consolidar estos avances y establecer acuerdos concretos que permitan reducir la violencia y generar condiciones para una paz duradera en las regiones más afectadas por el conflicto armado.


Sin embargo, el proceso no está exento de desafíos. La participación de Márquez, si bien es vista como una pieza clave para el éxito de los diálogos, está rodeada de tensiones, tanto a nivel interno como internacional, debido a los pendientes judiciales que tiene el líder de la Segunda Marquetalia. A pesar de estas dificultades, el Gobierno de Petro ha mantenido su apuesta por el diálogo como el principal mecanismo para poner fin a las hostilidades y avanzar hacia una reconciliación nacional.


Según Paola Marín, investigadora de la Línea Paz, Posconflicto y Derechos Humanos de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), el Gobierno ha mostrado un interés en acelerar los trámites para levantar la orden de captura de quien sería el comandante de la Segunda Marquetalia, Iván Márquez. Sin embargo, este proceso enfrenta múltiples dificultades. Marín menciona que en primer lugar, Márquez tiene un proceso pendiente ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), además de estar vinculado a procedimientos judiciales por parte de la Fiscalía y órdenes de extradición.


La investigadora explica que esto requiere una articulación institucional cuidadosa para definir el tratamiento jurídico que se le dará, garantizando que no haya conflictos de intereses y se respeten las garantías de seguridad para Márquez, quien ha sobrevivido a varios atentados, el más reciente en la frontera colombo-venezolana.

 

Marín también señala que tanto el gobierno como la Segunda Marquetalia son conscientes de los retos relacionados con el levantamiento de la orden de captura, lo que ha llevado a que los principales negociadores sean otros líderes históricos como Zarco Aldinever y Walter Mendoza. Los impases en el proceso de diálogo han estado vinculados al asesinato de un comandante de la Segunda Marquetalia durante un enfrentamiento en Nariño, incidente que complicó la instalación de la mesa de negociación. No obstante, Otty Patiño ha señalado que este obstáculo ha sido superado, lo que ha permitido avanzar hacia el segundo ciclo de negociaciones, programado para la tercera semana de octubre.


Paola Marín destaca que este segundo ciclo será clave para abordar varios temas de la agenda trazada, entre ellos el desescalamiento del conflicto, que ya ha mostrado avances positivos según los comunicados del gobierno. Marín menciona que también será fundamental aclarar la agenda de diálogos y asegurar que el desescalamiento se asiente en los territorios donde la guerrilla tiene presencia, así como establecer los protocolos para el funcionamiento de la mesa. Además, se han iniciado diálogos territoriales donde la sociedad civil ha presentado propuestas, especialmente en relación con la participación de las víctimas. Un ejemplo reciente es el espacio de diálogo realizado en Tumaco, Nariño, donde se discutió la influencia de este grupo armado en la región.


A pesar de los avances sociales que respaldan el proceso de negociación, Marín enfatiza que el mayor reto radica en resolver los temas jurídicos, especialmente para aquellos como Iván Márquez, que ya habían participado en el proceso de paz de La Habana en 2016. Esto plantea uno de los desafíos más significativos de la negociación, ya que será crucial medir la capacidad del gobierno para llevar a buen término este proceso, culminando con acuerdos positivos.

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