Por: Miguel Ángel Rubio Ospina
Líneas jóvenes en riesgo y participación juvenil
El pasado viernes 25 de marzo, se instaló en Pereira el capítulo para Risaralda y Eje cafetero de la Generación V+ Jóvenes por la verdad, grupo de apoyo pedagógico y órgano de difusión del que será el informe final de la Comisión de la Verdad, pactada en los acuerdos de paz de la Habana, en el año 2016.
De allí este diálogo con una de sus líderes, Valentina Zapata Restrepo, estudiante de Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad Tecnológica de Pereira. Durante su trayectoria universitaria ha asumido espacios importantes dentro del movimiento estudiantil, como la representación estudiantil ante el consejo académico, vocera local en la UNEES, participante de mesas de negociación a nivel local y nacional. Se ha desempeñado en la ciudad como activista en defensa de la paz, la educación y otras causas. Es parte del equipo coordinador del Festival Departamental de Artistas por la paz y del grupo de estudio 2,96. Además, ha sido voluntaria en la Fundación Artemisas
Miguel Ángel Rubio: ¿Qué es la Comisión de la Verdad y cómo se lo explicarías a un ciudadano de a pie?
Valentina Zapata: La Comisión de la Verdad es una estrategia producto de la firma del Acuerdo de Paz. Tiene tres objetivos específicos; el primero, ayudar en el tema de la no repetición del conflicto armado y la reparación a las víctimas, pero sobre todo en generar memoria del conflicto en el país. La comisión ha venido generando trabajos en todo el país, a lo largo y ancho del territorio nacional. Yo diría que ha participado en territorios donde el conflicto armado ha estado en auge, haciendo un rol y un trabajo muy valioso en el tema de víctimas, del reconocimiento y del perdón. La Comisión ha ayudado a que las víctimas en sus territorios den el paso hacia el perdón, también a que se diga la verdad.
Yo creo que la comisión ha tenido auge en los últimos años, también por algunos escándalos o cuestionamientos que han ocurrido en torno a ella, por ejemplo, uno que ocurrió si no estoy mal, este año o el año pasado, sobre el presupuesto que está asignado para la comisión, que decían, esto es un gran presupuesto para la comisión, cuánto nos está costando la paz. Y ahora con el tema del legado de la comisión, pues ya ya se va acabar. La comisión funciona por territoriales, la territorial del Eje Cafetero, ha hecho un rol y un trabajo también muy valioso, en el tema del reconocimiento de las víctimas y sobre todo, pues en esta región hubo problemas de violencia y que no fueron tan visibles como en otras ciudades.
M.R.: Muchos sectores políticos de este país denigran, atacan intentan desconocer el trabajo de esta Comisión. Más en este gobierno, que indiscutiblemente ha tenido como pilar, la premisa del exministro Londoño de “hacer trizas la paz”. ¿Por qué crees tú que se da esa resistencia de esos ciertos sectores políticos y de la sociedad colombiana a saberse la verdad del conflicto armado?
V.Z: Yo creo que hay también una resistencia al acuerdo, a lo pactado en la Habana. Yo creo que lo que realmente no se quiere es la sociedad avance, y tampoco se reconozca una forma de lucha que hubo en su momento, también esos actores que hacían parte de ese escenario pues en últimas han reconocido errores, elementos del orden de lo político, o del orden filosófico, o incluso de lo moral que han estado mal. Yo creo que es una discursiva también que han perpetuado por posicionar el miedo. Entonces dicen, no trabajemos con estos sectores porque hablan de paz, y le meten miedo a la gente. Entonces yo creo que cuando la comisión habla de verdad, evidentemente la hablan en el espacio o en el espectro del trabajo de la comisión, pero también creo que es una verdad que puede retroceder a historia del país y a todos los sucesos que han ocurrido, que han desencadenado en los problemas que tenemos en este momento. Yo diría que no se permita avanzar en temas de conflicto es como perpetuar que, en los escenarios de poder, sigan estando las personas que han incluso promovido el conflicto; masacres, que han perpetuado actores armados, y ahí el miedo juega un rol importante y por eso creo que la atacan tanto.
M.R.: Valentina, cuéntanos un poco entonces, desde Generación V+ ¿Cuál es el papel que ustedes como jóvenes desempeñan en la Comisión de la verdad?
V.Z. : La generación V+ surge como una estrategia de la Comisión de la Verdad, puntualmente de la línea pedagógica. Hay cuatro elementos principales que promueve la Generación V+: Uno, conocer lo que ha venido trabajando la Comisión. Dos, reconocer que en el país han sucedido acontecimientos que han repercutido en ciertas situaciones, pues todavía hay personas que niegan la existencia de este en todas sus formas, o incluso no se discute en las escuelas o en las universidades sobre este tema. Tres, la herencia histórica, es decir ¿qué vamos a tomar los jóvenes, a partir del trabajo de la Comisión, para no repetir esas situaciones de conflicto? Y lo último, es la dignidad de las víctimas, a eso me refiero, al perdón, al tema de verdad y al tema de reparación. El publico objetivo es principalmente la juventud, pero a partir de liderazgos juveniles, que puedan recoger jóvenes que son apáticos a ciertos temas del espectro político, electoral, etc. Queremos que las discusiones sobre el conflicto estén al alcance de todos y todas, y que lo podamos conocer. Hablamos en alguna ocasión de que alguno de nosotros hemos tenido como experiencias cercanas de desplazamiento en nuestras familias. Es como reconocer que esas situaciones pasan y que podamos como asumirlas con un reto principal, y es que no se vuelva a repetir.
M.R.: ¿De dónde surge el nombre Generación V+?
V.Z.: La generación V+ es la generación de la verdad, somos las y los Jóvenes por la Verdad. Yo diría como algo personal, es reconocer la verdad no solo en lo político, sino en el espectro electoral, en el no ocultamiento de información, para proceder al tema de memoria. Entonces yo creo que la verdad, enmarca muchas cosas, que la juventud debemos asumir para seguir promoviéndola, y ser portavoces de ella, no negarnos ante situaciones que han pasado, sino contar la verdad, reconocerla y trabajar en pro de ella.
M.R.: ¿Estos jóvenes que conforman la Generación V+ cómo son elegidos, y cómo establecen interlocución con los comisionados de la verdad?
V.Z.: Es un proceso que aún está muy pequeño, en temas de lo estructural, pero ha estado caminando, ha estado avanzando, y lo integran muchas personas. En estos momentos está distribuida en 28 departamentos, algunos fuertes son Antioquia, Bogotá y en estos momentos se está buscando llegar a otros municipios y regiones, como Risaralda, entre otros. De esos 28 departamentos, se trabaja con mas o menos 1900 personas, distribuidas como con características similares a jóvenes con liderazgos, con capacidad de convocatoria, con formación y criterio político, interesados por temas del conflicto, que estén interesados en la Comisión de la Verdad, entre otros.
Hay algo particular y es que, más allá de trabajar con jóvenes en el país, también la Generación V+, ha extendido el trabajo a jóvenes en el exilio, en estos momentos hay 37 voluntarios que se encuentran en Argentina, España, Alemania, Estados Unidos y además de eso, la generación V+ tiene una red de aliados, como universidades, colegios e instituciones. Para ser participe de la Generación V+ se debe tener entre 12 y 35 años. Asimismo, quienes integren esta iniciativa pueden participar en cuatro categorías: estudiantes de colegios, universitarios, del SENA y juventud en general; docentes de todos los ámbitos y padres de familia.
La Generación V+ funciona como una red de voluntariado, a través de alianzas. En Risaralda hicimos la convocatoria el viernes 25 de marzo. Y frente a la pregunta de cómo es la interlocución con los comisionados, hay que decir que como la Generación V+ hace parte de la línea pedagógica, hay una interlocución directa con la Comisión. El año pasado, el 11 de noviembre, se hizo el encuentro de la generación V+ en Cali y allí hicimos un manifiesto por la verdad. Digamos entonces que la función principal de la generación V+ es llevar el legado de la comisión, es decir, el documento final que se va a entregar en junio, apropiarlo y darlo a conocer.
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