Por: Redacción Pares
La Fundación Paz & Reconciliación – Pares y Noticias Caracol viajaron a cinco territorios donde las dinámicas de la ilegalidad y el crimen organizado dictan el futuro de los jóvenes. Pero ante la falta de oportunidades y la apatía de la institucionalidad, muchos jóvenes se han organizado para construir alternativas por medio de iniciativas generadoras de cambios en su realidad. Esto es #FuturoIncierto
Riosucio, una población ribereña del Bajo Atrato, cercana a la frontera con Panamá, yace habitada por indígenas y afrodescendientes. Son varias las problemáticas que afectan a esta población desde hace años: entre ellas el conflicto, la grave situación económica, la falta de empleo y la violencia. Este tipo de situaciones han atrapado a los jóvenes en una vorágine difícil de sortear, pues tienen que combatir el microtráfico y el reclutamiento forzado.
La compleja situación económica que vive el Bajo Atrato es uno de los principales factores que desencadenan el resto de los problemas, pues, de hecho, Chocó es el departamento con el mayor índice de necesidades básicas insatisfechas en el país. Sin embargo, pese a la difícil situación que los rodea, los jóvenes, mediante la música y otras actividades culturales, se impulsan para escapar de la violencia y la pobreza.
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