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Feminicidios en el Cauca

Por: Walter Aldana

Político Social Alternativo


Al histórico trato despectivo en contra de las mujeres chicas, adolescentes, maduras, mayoras; mujeres profesoras, médicas, fisioterapeutas, politólogas, juezas, etc., por su condición de ser mujer (trato despectivo alentado también por un candidato a la presidencia), se suma un fenómeno creciente: el feminicidio.


Según la ONG Colombia Legal Corporation, el feminicidio es “el asesinato de mujeres realizados por hombres, motivados por odio, desprecio, placer o un sentido de propiedad de las mujeres". Y si no fuese por el acceso a información y a las redes sociales, millones de seres humanos no conoceríamos acerca de los más aberrantes casos contra la condición del ser mujer.


Según reportó la página de internet "Primera Edición Noticias" el pasado 12 de junio, la Ruta Pacífica de Mujeres denunció que en lo que va corrido de 2022, son 37 las mujeres asesinadas en el departamento del Cauca, tres de ellas en la semana del 5 al 12 de junio.


Los feminicidios de Daniela Tovar, en el corregimiento de Mondomo de Santander de Quilichao; Jennifer Hernández, en Miranda; e Isabel Perafán Samudio, ocurrido el pasado jueves en el municipio de Mercaderes, se atribuyen a sus actuales o anteriores parejas sentimentales y en algunos casos a los grupos armados que gobiernan nuestros territorios en el departamento del Cauca.


La sociedad machista y patriarcal, ha construido elementos culturales que afianzan ideas de hegemonía masculina frente a las mujeres y les determina un papel central: el cuidado de las hijas y los hijos. Según esta ideología, la "madre sacrificada" es aquella que "aguanta" lo que sea al lado de una pareja masculina atarvana e incluso golpeadora. Recuerdo que en épocas anteriores en el día de la madre, le regalábamos una estufa, una nevera, en fin; un electrodoméstico: la madre como extensión de la cocina.


Se les ubica su espacio en la casa, en los oficios domésticos y el cuidado de los niños, porque en la calle, en el trabajo, supuestamente, tienen la "tentación" de ser infieles. La máxima expresión del machismo está dada por creer el hombre ser propietario de la mujer. Es tan enfermiza esta condición que frases como " si no es para mí, no es para nadie", “yo no dejo que te falte nada”, “tú cuidas la casa", hacen carrera en nuestra sociedad.


Los hombres inician con agresiones verbales, pasan a las amenazas, los ultrajes físicos y, dolorosamente, terminan en el feminicidio. Debemos construir una política pública que prevenga y enfrente esta situación reiterativa, que en la semana anterior se llevó tres vidas. Solo porque eran mujeres.


 

* Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona que ha sido autora y no necesariamente representan la posición de la Fundación Paz & Reconciliación al respecto.

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