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ETCR Román Ruiz un mes después: la lucha por la paz continúa

Por: Ximena Sierra y Francisco Daza. Investigadores Pares.


El pasado 15 de julio se dio el desplazamiento de 68 firmantes de paz y sus familias desde el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Román Ruíz en la vereda Santa Lucía del municipio de Ituango hacia el municipio de Mutatá en el Urabá antioqueño. Entre las causas de dicho desplazamiento se encuentra la falta de garantías en materia de seguridad para los excombatientes y sus familias, quienes desde el momento en que decidieron dejar las armas y firmar el acuerdo de paz, fueron objeto de amenazas por grupos armados ilegales.


Panorama desde la salida


A la fecha, en el municipio de Ituango se han registrado 12 asesinatos a excombatientes, cifra que hace parte de los 26 homicidios que se han presentado en el departamento de Antioquia hacia firmantes del acuerdo de paz. Este desplazamiento es una evidencia del incumplimiento y la falta de compromiso por parte del gobierno nacional a la implementación de los acuerdos.


A pesar, de que el desplazamiento se da en medio del Acuerdo de Voluntariedad y Compromiso de Salida del ETCR Santa Lucía entre el gobierno nacional y el partido político FARC, la sensación que tienen los firmantes de paz que pertenecen a dicho espacio, es que han sido desplazados del lugar que por años fue su hogar. Cabe resaltar, que la mayoría de los excombatientes del ETCR Román Ruíz son ituanguinos.


No solo los excombatientes de esta zona del país han sido víctimas de asesinatos, también sus familiares se han convertido en objeto de violencia por parte de actores armados ilegales. El pasado 6 de junio el Clan del Golfo asesinó a Camilo Sucerquia Durango de 15 años y a Carlos Barrera de 17 años en la vereda Quebrada del Medio del municipio de Ituango, estos dos menores de edad eran familiares de dos excombatientes.


Estos asesinatos ocurrieron cerca del ETCR Román Ruíz y se suman a lista de antecedentes de violencia contra esta población expuestos por la Fiscalía General de la Nación durante el periodo 2017-2019 en el que se registran 41 homicidios a familiares de excombatientes de las extintas FARC-EP.


Un nuevo día a día en Mutatá


Un mes después de la salida del ETCR Román Ruíz de Santa Lucía en el municipio de Ituango hacia el municipio de Mutatá, se encuentra que el panorama actual de los firmantes de paz y sus núcleos familiares está en una fase adaptativa. El cambió en el contexto social y territorial ha representado para los integrantes del mencionado ETCR tener que encontrar estrategias que en primera instancia se centren en el establecimiento de asentamientos adecuados y seguros para sus familias para así poder dar paso al proceso de planeación y ejecución de actividades productivas.


No solo los excombatientes de esta zona del país han sido víctimas de asesinatos, también sus familiares se han convertido en objeto de violencia por parte de actores armados ilegales. Foto: Cortesía ETCR.

En este último caso, a través de una cooperativa se busca articular los proyectos productivos que estaban operando en Ituango, sin embargo, algunos de ellos como el de la ganadería se han visto estancados ya que aún no cuentan con los predios para el desarrollo de los mismos; otros proyectos como el de internet comunitario con fibra óptica siguen funcionando de manera remota bajo el seguimiento de algunos miembros que se movilizan de manera permanente entre Ituango y Mutatá.

En diálogo con PARES, Pedro, firmante de paz que pertenece a dicho al ETCR Santa Lucía expone los contrastes entre la situación de quienes decidieron permanecer en Ituango y quienes están ahora en Mutatá. Sobre los primeros señala que “ante la imposición de llevar a cabo la reincorporación de manera focalizada en otro lugar muchos muchachos manifestaron que sus familias se encontraban en Ituango, por lo que para ellos es muy difícil, ellos dijeron `vamos a esperar´ como hacer resistencia a pesar de que la situación de conflicto es intensa”.


Por otro lado, quienes se encuentran en Ituango sienten que cuentan con mayores garantías de seguridad, “hay más Estado, no se ha presentado ninguna dificultad compleja, hay un trabajo con la mano de la alcaldía, en cierta medida hay esa tranquilidad”. Asimismo, señala que, la obtención de un terreno propio para la comunidad podría incidir en que el proceso de arraigo en el territorio se dé de forma más rápida.


Los retos y expectativas de reiniciar la vida


Las expectativas que expresa Pedro y que tienen los firmantes de la paz frente a este nuevo escenario en el proceso de reincorporación en el municipio de Mutatá, son principalmente lograr tener un terreno propio para la construcción de sus hogares y en el que puedan desarrollar los proyectos productivos que tienen en marcha. Un sueño que no pudieron cumplir en Ituango y que se vieron obligados a poner en marcha de nuevo en Mutatá.


A pesar, de que el desplazamiento se da en medio del Acuerdo de Voluntariedad y Compromiso de Salida del ETCR Santa Lucía entre el gobierno nacional y el partido político FARC, la sensación que tienen los firmantes de paz que pertenecen a dicho espacio, es que han sido desplazados del lugar que por años fue su hogar. Foto Cortesía ETCR.

Aunque empezar de nuevo, lejos de Ituango se puede tornar difícil, por los diferentes retos sociales, económicos, institucionales y de seguridad. Los excombatientes le siguen apostando a la paz y una muestra de ello es que hayan decidido abandonar su territorio con la esperanza de. PARES le preguntó a Pedro sobre la posibilidad de que regresen a Ituango a lo que respondió que “el proyecto de vida por ahora está en Mutatá”.


En los años que permanecieron en el ETCR en Santa Lucía, los excombatientes lograron construir relaciones sociales y de amistad con los habitantes de Santa Lucía, aspecto importante en su proceso de reincorporación; en el tema económico, como se mencionó anteriormente, deberán continuar con los diferentes proyectos productivos que venían desarrollando y que están sujetos al cumplimiento por parte del gobierno de Iván Duque con la entrega de terrenos.


Otro aspecto fundamental que se puso en juego con este desplazamiento, es la confianza depositada por los firmantes de paz en las instituciones del Estado, debiendo estas últimas ser garantes del acuerdo de paz y en este sentido debiendo ahora proteger la vida de los excombatientes y sus familias en el municipio de Mutatá.


Múltiples intereses y actores en el territorio


El panorama social, económico y de seguridad de Ituango y Mutatá está supeditado a las dinámicas de conflicto prexistentes en esa subregión. La presencia de múltiples actores legales e ilegales representa para la población civil tanto de cabeceras municipales como zonas rurales diferentes vulnerabilidades para su vida cotidiana.


El desplazamiento de los firmantes de paz que estaban en el ETCR de Santa Lucía en el municipio de Ituango hacia el municipio de Mutatá, es una demostración del incumplimiento del gobierno actual con los acuerdos de paz y la falta de garantías en materia de seguridad para los y las excombatientes y sus familias en este y otros espacios de territorio nacional. Foto: Cortesía ETCR.

El contexto de seguridad está mediado por la presencia de la séptima brigada del ejército nacional, así como de grupos armados posfarc (GAPF) con los frentes 18 y 36 así como del Clan del Golfo. De hecho, este último grupo tuvo un enfrentamiento con el ejército en la madrugada del 14 de agosto en la vereda Las Pavas del municipio de Mutatá en dónde se dio de baja a alias ‘Pueblo’, cuarto hombre al mando de dicha organización criminal.


Sobre la presencia en el territorio de los distintos actores armados mencionados, alias ‘Ramiro’, comandante del Frente 18 expuso en días recientes, “que la salida de los ex guerrilleros del espacio de Santa Lucía, es y seguirá siendo una jugada política del gobierno para enclavar en esos territorios los proyectos de gran envergadura por parte de las multinacionales”.


Esta opinión es compartida por Pedro al afirmar que:

«Ituango está en una ubicación estratégica, y cuando estábamos en armas hubo grandes represiones contra el campesinado de esta zona, grandes operaciones paramilitares, grandes operaciones del ejército, vemos que desde años atrás esto parte del deseo de apoderarse que tienen grandes empresarios. Tenemos históricamente lo del Aro, como decimos nosotros, en armas siempre estorbamos y ahora ya después que firmamos el acuerdo seguimos estorbando porque igual nosotros tenemos conocimiento de todo lo que ha sucedido en zonas donde se intensifica el conflicto y después vienen las inversiones de grandes capitales, eso sí lo ve uno como una estrategia. Hay líderes y organizaciones que estorban entonces buscan la manera de sacarlos o hacerlos a un lado, eso es algo que hemos visto desde muchos años atrás. Estas son zonas estratégicas donde quiere posicionarse poderosos.«


A esto añade que son conocidas las concesiones como la de Cerro Matoso que viene desde Montelíbano, en el departamento de Córdoba, por el tema minero. Al ser una región con tanta biodiversidad e Ituango ser un municipio PDET hay capitales de por medio y muchas inversiones, por lo cual hay múltiples intereses en el territorio.


Un llamado de atención al Gobierno Nacional


El desplazamiento de los firmantes de paz que estaban en el ETCR de Santa Lucía en el municipio de Ituango hacia el municipio de Mutatá, es una demostración del incumplimiento del gobierno actual con los acuerdos de paz y la falta de garantías en materia de seguridad para los y las excombatientes y sus familias en este y otros espacios de territorio nacional.


Es necesario y urgente que el gobierno investigue hechos de violencia contra dicha población que le apostó a la paz y proteja y garantice su derecho a la vida. Es insólito que a la fecha se registren 224 asesinatos a excombatientes de las extintas FARC- EP en Colombia y que no se presenten avances o capturas a los responsables de estos hechos.


Después de casi cuatro años de la firma del acuerdo de paz entre el gobierno Santos y las extintas FARC-EP, la esperanza de quienes decidieron dejar las armas y reincorporarse a la sociedad permanece. Es necesario que, en los dos próximos años del gobierno de Iván Duque se tomen medidas eficaces para frenar el exterminio del cual están siendo víctimas los excombatientes y se evite a toda costa más casos como el del ETCR Román Ruiz.

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