Por Daniela Vargas Ramírez. Colaborador Pares
Actualmente, el 15% de la población hace uso de combustibles sólidos para cocinar y 52.6% son población campesina.
La Global Alliance for Clean Cookstoves ha encontrado que las poblaciones rurales carecen de alternativas para la cocción de sus alimentos y por eso recurren a combustibles como madera, carbón, y residuos agrícolas.
La exposición diaria a este humo puede causar una serie de enfermedades letales como la neumonía, cáncer (y otras enfermedades) de pulmón, y enfermedades de corazón.
Aprovechamiento de las energías ‘limpias’
Las estufas limpias de cocción son estufas que emiten menores cantidades de gases efecto invernadero. Estas estufas funcionan por medio de energía solar o la quema de combustibles, brindan una mayor eficiencia, e incluyen un sistema de ventilación.
En Colombia se tienen registros de las emisiones de CO2 hasta el 2017. En este año se registran emisiones de 74.954 kilotoneladas, un 5,98% menos que en el año 2016.
Colombia está por encima de la media de emisiones, lo que quiere decir que contribuye bastante a la contaminación global.
Los riesgos de cocinar con leña
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el simple acto de cocinar representa el quinto riesgo más alto de enfermedades en los países en vías de desarrollo, y es la causante de aproximadamente 2 millones de muertes prematuras por año. Los más afectados son los niños y las mujeres.
Las mujeres están expuestas a lesiones de cabeza o de espalda, complicaciones en el embarazo, y mortalidad maternal debido a la agotadora tarea de cargar y transportar grandes cantidades de madera u otros combustibles.
Además, puede representar una alta mortalidad infantil, pues al estar aferrados a la madre todo el tiempo, y siendo la función de ellas relegada a la cocina, su exposición permanente a tóxicos se convierte en una bomba de tiempo cuando se le junta con las bajas defensas de los infantes.
Una alternativa para combatir el cambio climático
Como respuesta a esta crisis se ha creado el Fondo Humanitario para la Cocina Limpia, con el apoyo de la Agencia Noruega para el Desarrollo, con el fin de incrementar el acceso a combustibles y tecnologías más limpias y eficientes para cocinar.
Las estufas de cocción limpias son una posibilidad para enfrentar los problemas de cambio climático, pues pueden reducir hasta un 92% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
También es benéfica para la salud, al evitar enfermedades causadas por los gases que emiten las estufas tradicionales; adicionalmente, ayuda a disminuir la violencia de género, pues evita la exposición de mujeres en situaciones desventajosas, y brinda oportunidades a las mujeres de ser productivas.
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