Por: Katerin Erazo, Periodista
Durante más de 14 días, indígenas y camioneros han estado bloqueando las vías del departamento de Chocó.
Las comunidades indígenas fueron las primeras en realizar el bloqueo en las vías hacia Risaralda y Antioquia, debido a que exigían el cumplimiento de una serie de negociaciones que habrían tenido con el Gobierno, una de las cuales sería la construcción de un puesto de salud para su comunidad. Estas comunidades llegaron finalmente a un acuerdo el día 11 de octubre con el Gobierno y legisladores con respecto a las reivindicaciones que tienen como sector.
Sin embargo, tras los avances con los indígenas, la agremiación de camioneros decidió bloquear las mismas vías con el fin de también ser escuchados por el Gobierno. Los camioneros han denunciado que las comunidades indígenas impiden el mejoramiento de las vías de acceso al departamento y que los constantes cierres dirigidos por estas comunidades hacen cada vez más difícil su trabajo.
Este gremio dice estar dispuesto a permanecer con el bloqueo hasta que el Gobierno no cumpla con las siguientes peticiones: crear una mesa con todos los actores que han hecho el cierre de las vías; lograr que un representante de alto nivel del Gobierno Nacional que vele por los intereses tanto del gremio de camioneros como de las comunidades étnicas; contar con un representante de las autoridades indígenas de Risaralda y Chocó; contar con la presencia del gobernador; y crear una mesa de seguimiento para gestionar las necesidades cada vez que se realicen los paros, la cual debe estar compuesta por representantes locales, regionales, nacionales, autoridades indígenas, representantes de los consejos comunitarios, comerciantes, poblaciones del común y el gremio de camioneros.
Debido a los bloqueos, la situación en el departamento es preocupante, ya que se han agotado los alimentos, la gasolina y también los medicamentos, dado a que han bloqueado los principales ejes viales por donde circulan las mercancías de la región.
El gremio de camioneros indicó que normalmente cuando hay este tipo de bloqueos se hace un previo aviso a las comunidades para que se aprovisionen de alimentos y demás recursos. Sin embargo, al cumplirse un cierto tiempo, estos recursos se agotan.
El desabastecimiento, según ellos, se ha comenzado a notar en la falta de provisiones como arroz, verduras, y gasolina. Por esta razón, hay una reventa de productos, lo que hace que se complique más la situación de muchas personas que habitan estas regiones.
El líder social Jaime Jiménez, quien trabaja en la Fundación Chocarte por la Paz, le envió a la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) un registro fotográfico de un punto del municipio de Quibdó en el que se ve una larga fila que realizan los habitantes para comprar gasolina, ya que, en las bombas, el combustible se agotó.
Foto: Jaime Jiménez
Este escenario se ha visto reflejado con mayor intensidad en los municipios de Quibdó, Tadó, Istmina y San Juan. Las cadenas de supermercados no cuentan con productos para ofrecer y en las farmacias escasean los medicamentos para hipertensos.
“La situación sí está muy difícil porque los manifestantes se mantienen en los bloqueos. Yo compré hace unos días una libra de papa a dos mil pesos, ayer la encontré a cinco mil pesos. Dos pepinos valían 1.000 pesos, pero los compré a 5.000 pesos. En los poquitos lugares donde hay comida, están muy altos los precios”, dijo un habitante de Quibdó.
Tanto el gremio de camioneros como las comunidades esperan el pronto pronunciamiento del Gobierno para que se haga frente a las peticiones que se han venido planteado y de esta manera los bloqueos en las vías finalicen.
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