Por: Natalia Aguilar Salas. Colaboradora Pares.
Los médicos y trabajadores colombianos del sector salud se están encargando de una de las labores más difíciles y de las que conlleva un mayor riesgo: todos los días exponen su salud física y emocional para tomar las pruebas necesarias, transportar pacientes y hacerse cargo de aquellos que son portadores del Covid-19. Esta labor se dificulta aún más cuando no tienen las garantías suficientes para su protección , empezando por los equipos necesarios de bioseguridad.
Protestas de los médicos
El lunes 13 de abril personal médico del hospital de Kennedy realizó una protesta en sus instalaciones ya que no tienen las garantías necesarias para ejercer su labor. Esto debido a la subcontratación o tercerización de los servicios médicos; es decir, transferir las actividades a empresas especializadas por medio de un contrato, sin embargo esto puede generar varios riesgos que generan problemas a largo plazo.
Por ejemplo, se puede elegir una empresa proveedora de servicios que eventualmente termina dañando la imagen del contratista debido a su mal funcionamiento, también se corre el riesgo de que el beneficio de la tercerización no sea tan alto como se espera y al final el contratista se de cuenta que es preferible realizar la actividad sin necesidad de subcontratación, y en tercer lugar esta estrategia conlleva a la pérdida de puestos de trabajo, ya que se “transfieren” a la empresa subcontratada.
En el sector salud la subcontratación ha probado ser fatal, especialmente con las Ips y las Eps, las cuales se han visto involucradas en escándalos por sobrecostos, falsificación de documentos y por supuesto corrupción.
En el hospital de Kennedy los profesionales de la salud afirmaron que no cuentan con los equipos especiales que cumplan con las medidas de bioseguridad para asegurar su bienestar, además de esto afirman que antes de la pandemia se ha presentado un atraso en el pago de sus sueldos, no cuentan con ARL, y tanto ellos como los conductores, paramédicos, auxiliares y demás trabajadores en el hospital están trabajando con las uñas para colaborar durante esta grave situación, a pesar de esto afirmaron que seguirán prestando sus servicios, informó la Fm.
Durante la protesta le solicitaron garantías al gobierno para que se cumplan con las medidas necesarias de protección, además buscan una respuesta oportuna debido a la falta de garantías laborales, y le pidieron al gobierno una respuesta oportuna sobre cada uno de los requerimientos, también afirmaron que el 70% de los casos de los trabajadores en el hospital se usa la modalidad de subcontratación.
¿Qué dice la Procuraduría?
Frente a esta situación, el Procurador General, Fernando Carrillo, se pronunció a través de su cuenta de Twitter y recomendó al Gobierno Nacional posibilitar mecanismos que generen giro directo de salarios, prestaciones y aportes de la seguridad social al personal de clínicas y hospitales.
Por otro lado parece que el Gobierno no encuentra otra solución más que crear decretos y más decretos. El 12 de abril decidió emitir el decreto 538, el cual llama a servicio a todo el personal de salud disponible, y propone solo cinco (5) excepciones a la regla, además de esto afirmaron que las universidades en su autonomía podrán graduar de manera anticipada a los estudiantes de pregrado y posgrado en áreas clínicas para que ayuden al control de esta emergencia.
Por su parte, la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, el Colegio Médico Colombiano, la Federación Médica Colombiana y la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, emitieron un comunicado conjunto en el cual expresan su preocupación por varias de las medidas que ha tomado el Gobierno. Uno de los argumentos que esgrimen es el desconocimiento de los derechos fundamentales del talento humano en salud, como lo son la vida digna y la integridad personal, ya que al demandar que el servicio se preste de manera obligatoria, ya que desconocen que el compromiso de atención es absoluto por parte de los médicos
Médicos abandonados a su suerte
En el comunicado sugieren cuatro niveles de atención para afrontar la emergencia: el nivel A, atención a paciente no Covid, nivel B, paciente sospechoso y aquellos con diagnóstico confirmado, nivel C, pacientes con Covid positivo que requieren hospitalización, y nivel D, pacientes que requieren atención en UCI. También resaltan la importancia de contar con los equipos médicos de bioseguridad necesarios, resaltan que “Es importante mencionar que este llamado se hará solo en caso de que la crisis lleve a falta de personal de salud y que será previamente entrenado, y contará con la dotación de bioseguridad que sea necesaria” .
Los niveles de preocupación aumentan teniendo en cuenta la muerte de dos médicos durante el fin de semana. Si ellos no cuentan con la protección adecuada corren un gran riesgo de contagio. Cada vez se alzan más voces en contra del artículo 9 del decreto 538, los médicos se sienten “abandonados a su suerte” y como “carne de cañón”, ya que según Leonardo Sánchez, director ejecutivo de la Sociedad Colombiana de Médicos, el 80% del personal médico no cuenta con máscaras N-95, y solo uno de cada diez, tiene acceso a escudos faciales, sucede lo mismo con los trajes de seguridad.
En ese sentido, los médicos rurales se encuentran también en grave peligro, ya que muchos de ellos no cuentan con la capacitación y medidas de bioseguridad necesarias, además de estos muchos habitan en zonas de extrema pobreza donde encontrar la cantidad necesaria de pruebas para el diagnóstico se torna casi imposible.
Así es el caso en el departamento del Chocó. Según cifras del DANE hay una población de 534.826 y donde sólamente se encuentran disponibles seis (6) hospitales y una clínica. Si el Gobierno no trata de atender lo más rápidamente posible a los departamentos donde los recursos y el sistema de salud son paupérrimos, probablemente el panorama se va a tornar desesperanzador y con tasas de morbilidad muy altas.
Finalmente la labor del personal de salud es supremamente valiosa, pero no se pueden aprovechar de sus capacidades y de su disposición solamente para publicitar y romantizar sus labores en el manejo de esta crisis, es necesario que más que crear decretos que muchas veces se quedan en letras y poca acción, el Gobierno provea los equipos de bioseguridad necesarios, al igual que las garantías laborales que se merece el pueblo colombiano al ejercer sus trabajos.
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