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¿Error involuntario o improvisación y negligencia?

Por: Laura Cano. Periodista Pares.

De nuevo el departamento del Amazonas vuelve a estar en la lupa mediática y en las discusiones gubernamentales. Como en la mayoría de las veces porque una vez más el abandono estatal se ha hecho sentir. El día de ayer, en medio de la socialización sobre cuál iba a ser el orden por ciudades para poner las 50.000 vacunas que llegaron el pasado lunes de la compañía Pfizer, llamó la atención que dentro de dicho plan no se incluían ni a Leticia, ni a Mitú, lo que en un primer momento llevó a inferir que a esta zonas no llegarían dosis.


Tras esto, Iván Duque salió a decir que todo se trataba de “error involuntario”, y que en efecto en estas zonas iban a llegar parte de estas vacunas. Lo anterior sustentado también en que la Resolución 161, expedida el pasado 13 de febrero desde el Ministerio de Salud, estableció, entre otras cosas, que la primera tanda de vacunas de Pfizer será distribuida en todos los departamentos.


Así, luego se aclaró que sí iban a haber dosis para estas zonas, pero luego se conoció que para Vaupés la cantidad será de 12 vacunas, y para el Amazonas de 54. Nombrando, igualmente, que estas no son las únicas zonas con este bajo índice, pues en Vichada serán 24 y en San Andrés y Providencia llegarán 42 dosis.


Vale la pena mencionar que en el caso de Vaupés se han reportado 1.152 casos de Covid-19, 4.458 en el Amazonas, 1.336 en Vichada y 2.687 en San Andrés y Providencia, los cuales no son pocos teniendo en cuenta que las poblaciones es estas zonas, a finales de 2018 según datos del DANE, eran de 40,797, 76,589, 107,808 y 61,280, respectivamente.


Además, departamentos como el Amazonas y Vaupés han estado altamente expuestos a la cepa brasilera del Coronavirus: la variante P.1, linaje B.1.1.28, detectada en Manaos (Brasil) el pasado diciembre, y que finalizando enero ya se conocían dos casos en el Amazonas.

Según detalló en su momento el INS, se trataba de una mujer de 39 años, residente en Leticia, quien presentó síntomas el 10 de enero, y un hombre de 79 años, con síntomas desde el pasado 2 de enero. Es decir, aunque hasta hace poco se comunicó sobre estos casos en el país, es probable que la variante P.1 esté circulando en el Amazonas desde, al menos, finales de diciembre o comienzos de enero.


Siguiendo esto, no hay que perder de vista que durante enero y febrero en el Amazonas se presentó lo que fue un segundo pico de contagio de Covid-19, superando incluso lo ocurrido durante mayo y julio de 2020, periodo en el que esta zona fue una de las que mayores cifras de contagio tuvo. Esta vez, solo en enero, el departamento reportó 445 casos de Covid-19, muy por encima de lo reportado un mes antes, pues en diciembre fueron 96 los contagios informados.


“Prácticamente lo que se está viendo es que la soberanía ejercida por el nivel institucional, sobre todo en lo relacionado con salud, es un desastre que no se resolvió ni a pesar de todas las denuncias que se hicieron el año pasado y este año. Incluso, la llegada de la cepa brasilera a este territorio tiene mucho que ver que en el paso fronterizo no hay ningún control de nada, solo hay un policía acostado. Esto es una seguidilla de torpezas institucionales”, explicó Esteban Salazar, coordinador de la Línea de Democracia y Gobernabilidad de Pares.


Así las cosas hay que señalar que a la fecha hay 91 casos activos de Covid-19 en el Amazonas, 4.458 casos positivos durante la pandemia, y, aunque el departamento es uno donde se ha hecho mayor alerta de fallecimientos bajo sospecha – pues ante la ausencia de unidades de cuidados intensivos muchos pacientes críticos están siendo remitidos a Bogotá y otras capitales-, en este punto del país se tiene registro de 149 fallecimientos a causa del virus.


Un panorama social que no favorece


Lo anterior es solo una parte de lo que afecta, sobre todo en tiempo de crisis sanitaria, al departamento que se configura como el más grande a nivel de extensión territorial -109.665km2-: el Amazonas.


Ante el “error involuntario”, otra de las cosas que se anunciaron fue que se evaluará desde el Ministerio de Salud la posibilidad de vacunar a toda la población de Leticia con las 192.000 dosis de la vacuna Sinovac que llegarán al país este fin de semana. “Estamos analizando con la Instancia Intersectorial de Vacunas la posibilidad de hacer un bloque especial en la ciudad de Leticia. (…) Sería una oportunidad interesante para vacunar a la población de Leticia y terminar esta situación y darle un respiro a la ciudad, así como proteger al resto del país frente a la posibilidad de la llegada esta nueva cepa», dijo el ministro de Salud, Fernando Ruiz.


No obstante, esta nueva cepa está lejos de ser la única problemática que acentúa la crisis sanitaria en el departamento. Por una parte, vale la pena traer a colación la denuncia hecha por Pares en abril de 2020, cuando se advirtió que la capital del Amazonas estaba al borde de una crisis humanitaria; hoy se ve que dicha afirmación era una realidad.


Uno de los puntos a resaltar es la poca cobertura hospitalaria; pues apenas se cuenta con 10 centros de atención de salud, de los cuales, solo hay un hospital -E.S.E. San Rafael- y una clínica -Leticia-, que además en pleno primer pico de contagio se vieron afectados por una renuncia masiva de personal de salud, pues como se argumentaba no se les estaba garantizando el acceso a elementos de protección para que atendieran a pacientes infectados.

A esto se sumaba que según la Superintendencia Delegada para Energía y Gas Combustible, todo el departamento hace parte de las Zonas No Interconectadas (ZNI) de energía del país. Todo esto agravado con que el Amazonas comparte la mayor proporción fronteriza con Brasil, y “al otro lado de la frontera, con 62.346 habitantes, Tabatinga –ciudad brasilera fronteriza- solo cuenta con apenas dos centros de salud: la Unidad de Primeros Auxilios -UPA- y el Hospital militar; insuficientes para toda la población que deben atender. Por otro lado, cabe recordar que esta frontera es una conurbación, es decir, un mismo casco urbano dividido por un semicaudal -quebrada contaminada-, que tiene como control para pasar de un territorio a otro un policía acostado”, se leía en el artículo.

Ante la situación de abandono y olvido, y todo el panorama actual, recientemente Octavio Benjumea, representante del gremio turístico del departamento expresó a medios de comunicación que empresarios, estudiantes y juntas de acción comunal tomaron la determinación de “no aguantar más y buscar definitivamente a qué país nosotros pertenecemos. ¿O pertenecemos a Perú? ¿O pertenecemos a Brasil? Comenzamos con paz, porque amazonas es un territorio de paz, pero ya ni siquiera estamos subsistiendo, nos estamos autoconsumiendo; el 80% de la fuerza económica del país radicada en Leticia está totalmente acabada”.


Y es que además, siguiendo lo anterior, desde el pasado 28 de enero está cerrado el aeropuerto internacional General Alfredo Vásquez Cobo de Leticia por decisión del Gobierno Nacional, y como se plantea esta medida iría hasta el 02 de marzo, lo que ha intensificado la desconexión con el departamento, y además, la crisis económica por la que pasa el país.


“Parece absurdo que la decisión haya sido cerrar el aeropuerto y condenarlos a morir encerrados en una muralla biológica con la que se está generando una estigmatización sobre la población del Amazonas, que, además, bloquea cualquier tipo de relación comercial y hace una violación de los Derechos Humanos. Además se le está dejando incomunicados, no se les está dando asistencia alimentaria y el Gobierno Nacional ha dado la espalda. Entonces, esto lleva a cuestionarse, ¿si en estos contextos las decisiones del Gobierno y el precedente que se deja con esto es encerrar a los territorios fronterizos cuando alguna cepa entre? ¿Esa es la política fronteriza del Gobierno? Esa no es la manera en la que se deben manejar estas crisis”, aseveró Salazar.


Hoy con todo esto debería ser un hecho que la vacunación general en el Amazonas fuera una realidad cercana, pues muchos aspectos y problemáticas históricas se han agudizado con la crisis sanitaria, y lo mínimo que puede hacer el Gobierno Nacional es reconocer esto y brindar soluciones efectivas. Citando de nuevo a Esteban Salazar, desde el principio “era más factible hacer primero, antes que en todo el país, una vacunación de las 355 personas de la primera línea de salud del Amazonas, y luego un plan general de vacunación en el departamento, pues con eso se pudo haber generado una inmunidad de esta nueva cepa que, por un lado, fuera una garantía para poder reabrir, y además, no se generara el riesgo de un nuevo pico de contagio”.

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Nota: Como se recalcó más arriba, una situación similar viven los departamentos de Vichada, Vaupés y San Andrés y Providencia, por lo que también urge que estas zonas sean priorizadas en los siguientes planes de vacunación.


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