Por: Katerin Erazo, Periodista
Hoy se conmemoran dos años del estallido social que sacudió a Colombia y transformó el curso de su historia. Durante más de tres meses, en todas las regiones de Colombia, diversos sectores de la sociedad civil se manifestaron de manera pacífica en las calles, plazas y comunidades para exigir mejores condiciones de vida y el respeto de sus derechos fundamentales.
A pesar de los llamados a la protección de los derechos humanos, la violencia en el contexto del Paro Nacional en Colombia fue generalizada. Organizaciones como la Campaña Defender la Libertad, Asunto de Todas documentaron un alto número de víctimas, incluyendo homicidios, lesiones, agresiones y violencias basadas en género. La situación fue particularmente difícil para las comunidades afrodescendientes, quienes reportaron un alto número de violencias basadas en género, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y asesinatos.
A pesar de las múltiples denuncias y llamados internacionales para el respeto de los derechos humanos, la impunidad sigue siendo alta. Los datos de la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría revelan que una gran cantidad de denuncias por abusos de autoridad están aún en investigación, en juicio o en ejecución de pena. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos instó al Estado colombiano a realizar una rendición de cuentas sobre lo ocurrido durante el Paro Nacional, incluyendo la implementación de medidas de reparación integral para las víctimas.
Dos años después del estallido social, Pares conversó con Juan Fernando Torres Becerra, un joven de primera línea de Medellín que estuvo alzando su voz desde el inicio de estas manifestaciones, lo que le generó ser privado de su libertad.
¿Qué fue el estallido social y cómo lo vivió?
El estallido social es algo que se requería desde muchos años atrás, para nadie es un secreto la lucha contra el Gobierno que había de derecha. Esta lucha del estallido del 2021 se venía dando desde el año 2019 de manera consecutiva, pero que se vio fragmentada, y al llegar la pandemia también sirvió un poco para que la gente entendiera en qué Gobierno es que estaban viviendo.
Lo digo porque cuando la sociedad empezó a colgar en sus ventanas unos trapitos rojos expresando el hambre que tenían, el Gobierno lo que hacía era sacar plata para implementar en las tanquetas del ESMAD, entonces en vez de estar reparando el hambre que había en ese momento se estaban era preparando para una guerra que se les aproximaba y no se dieron cuenta que no era una guerra, sino una lucha con el mismo pueblo que entendió que el gobierno tenía preferencias.
Entonces en ese mismo andar de incertidumbre del mismo año, en Bogotá creo que sucedió el caso donde mataron al abogado y eso fue un foco muy grande y la gente empezó a manifestarse en las calles y muchos perdieron la vida, entonces también fue como una ofensa para que el pueblo realmente se empezara a organizar en contra de los que siempre habían estado gobernando.
Cuando sacaron la Reforma Tributaria, fue la gota que rebosó el vaso, ahí fue cuando la gente se sintió parte de todos los problemas que había en la sociedad y fue donde se empezó a dar ese estallido.
Usted fue parte de la Primera Línea en Medellín, ¿en qué consistió ese movimiento?
La Primera Línea es un fenómeno Global, es algo que tienen todos los países, incluso si nos ponemos a ver nuestras prácticas ancestrales es algo que se ve desde la era de los Espartanos y Vikingos donde se veía esa alineación. Vino a coger mucha modernidad cuando iniciaron las manifestaciones en Ucrania en 2014, se creó literalmente otra vez el concepto de primera línea, pero una primera línea más de estrategias, no de armas.
Luego de eso se trasladó a México en 2015, después acá en Suramérica bajó a Venezuela cuando fue el estallido del 2017, luego se dio en Chile en el estallido del 2018 y llegó acá a Colombia cuando iniciaba el estallido del 2019.
Entonces, ese concepto de Primera Línea es más bien como una idea de resistencia, una nueva forma de oponerse a la represión que ejerce el ESMAD en las manifestaciones, porque mientras unos están luchando de manera pedagógica o informativa, otros están haciéndolo reteniendo a las personas.
¿Qué ha pasado con la Primera Línea y los integrantes que hicieron parte de ese primer movimiento?
Actualmente, a mí me abrieron otra vez el proceso, tengo orden de captura en este momento, realmente nada bueno ha pasado porque el Gobierno no es que haya puesto una mirada en este tema, se olvidaron por quienes es qué están allá y a quién le deben toda esta lucha. Entonces es también de esperar que en cualquier momento esa misma juventud también reviente contra ese mismo gobierno que se olvidó del resto.
Por parte del estado si hay abandono por la justicia porque sabemos que la justicia en estos momentos tiene parte de la élite de la derecha y hay que esperar que se vayan ciertas personas como el fiscal, la procuradora y lleguen nuevas personas que en verdad hagan valer el Código de Procedimiento Penal. De parte del estado y las alcaldías municipales hay como un desprecio hacia este movimiento.
¿Qué cargos les impusieron a ustedes para detenerlos?
Ahora que me volvieron a abrir el mismo caso, me leen delito de terrorismo, investigación a delinquir con fines terroristas, me quieren montar un nuevo delito que se llama concierto para delinquir porque supuestamente soy el líder de la Primera Línea de Medellín.
¿Teniendo en cuenta la llegada del nuevo gobierno de Gustavo Petro con el eslogan del Gobierno del Cambio, ustedes han notado y sido parte de este llamado cambio?
Pues como tal los jóvenes siguen esperando esa mirada del Gobierno y que escuchen realmente, de resto si sabemos que hay un cambio, pero para la población mayor como tal, porque para los jóvenes aún requiere mucha atención laboral, son jóvenes que siguen esperando por parte del Gobierno que se les reconozca esa lucha que tuvieron.
Por ejemplo, aparte de los compañeros que están presos, para nadie es un secreto que hubo muchos muertos y madres que todavía siguen esperando a que sus hijos lleguen a su casa y no tienen respuesta aun de nada, si van a colocar una denuncia no les dan prioridad ni nada de eso.
Entonces, ¿qué si hay un cambio? Sí hay un cambio, por ejemplo, en la Reforma Laboral, pues es una de las cosas que a nivel social es para celebrar, también la Reforma a la Salud. Pero de las prioridades como Reforma a la Policía, el desmonte del ESMAD, o por ejemplo el contenido educativo en los estudiantes que realmente es muy pobre, no le han prestado atención porque son cosas que desde su entorno no van a comprender.
¿Al día de hoy los miembros de la Primera Línea siguen teniendo persecuciones?
Sí, aún existen esas persecuciones y nuestra indignación es con los medios nacionales e internacionales, porque como medios lo que hacen es desinformar, nunca van a preguntar realmente qué está pasando para poder hacer la noticia, sino que lo primero que ven por ahí replicando en las redes lo vuelven noticia. Siempre va a existir esa estigmatización, hasta que no se empiecen a escuchar esas mismas voces reales de los jóvenes de primeras líneas.
Desde la lucha que ustedes tuvieron en las calles, ¿qué logros cree que se hayan alcanzado?
Yo creo que poder cambiar el continuismo, que no se repitieran las mismas prácticas gubernamentales, porque uno cansado de ver lo mismo, el resultado va a ser el mismo, pero el día que hacemos algo diferente vemos un resultado distinto. Entonces quizás ese fue uno de los objetivos, y demostrarle a la élite que un país educado es un país consciente y por eso quizás es muy poco lo que invertían en educación.
Entonces muchas cosas que entre lo interpersonal celebro y en lo personal también es una lucha familiar que ha trascendido en mi entorno, yo soy el segundo preso político de mi familia, nieto de una señora que sobrevivió al exterminio de la Unión Patriótica, así que siempre ha existido esa lucha familiar en contra de un Gobierno que en su momento le quitó las tierras a mi familia y que por la violencia que se estaba viviendo les tocó abandonar su territorio, por eso son muchas cosas que por ese lado se celebran.
No tanto por el cambio que montó Petro, porque a él lo montó la gente por sus ideas que eran diferentes, sino más porque dejamos de lado el continuismo, sabíamos que su discurso y sus ideas iban a dar una buena pelea en las elecciones.
¿Qué mensaje le dejaría al Gobierno actual liderado por Gustavo Petro?
Que el verdadero cambio se logra en las calles, y que un pacto histórico verdadero debe ser aquel que se establece con las sociedades. En las manifestaciones, se unieron diferentes agremiaciones y grupos culturales, y muchos dejaron de lado sus preferencias y hasta sus ideologías políticas para unirse en torno a un mensaje en común. A pesar de todo lo sucedido, la persona entrevistada expresó su esperanza de que el gobierno comprenda el mensaje que la juventud ha intentado transmitir. Finalmente, formuló una pregunta en torno a cuándo se reconocerá la lucha de esta juventud que ha estado en las calles exigiendo cambios.
Comments