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Entrevista al activista en derechos humanos y ambientales Alejandro Álvarez

Por: Pablo Kaplún Hirsz

Alejandro Álvarez es coordinador del Observatorio Venezolano de Derechos Humanos Ambientales Clima 21. Es uno de los ecologistas venezolanos más seguidos por los interesados en la temática ambiental venezolana. En esta ocasión lo entrevistamos para hacer un balance de 2022 y una prospectiva de 2023. He aquí sus declaraciones recogidas en forma exclusiva.


¿Podrías señalar cuáles hechos marcaron el quehacer de los defensores de derechos humanos ambientales en 2022?


Son una cantidad de situaciones: la primera situación es un total y absoluto desconocimiento y negación de toda situación ambiental en Venezuela por parte de las autoridades, no importa que los hechos se hubieran podido probar, no importa lo que estuviera ocurriendo, no importa ninguna otra situación, los organismos responsables en Venezuela dejaron de responder totalmente a eso y cuando se denunciaba simplemente hablaban de otra cosa, por lo tanto nunca se refirieron a las situaciones de deforestación, derrames petroleros, destrucción de áreas naturales protegidas ni a ningún otro tema. A esa situación tenemos que sumarle el tema de la ofensiva continuada contra los defensores de derechos humanos ambientales, particularmente los grupos indígenas con énfasis en los pemón, los yanomami y los wotjuja (piaroa). En esos tres grupos ocurrieron graves situaciones de amenaza: en el caso de los pemón, violencia y hostigamiento, y en el caso de los otros dos violencia llevada al asesinato. Así que los defensores de los derechos humanos ambientales tuvimos que trabajar mucho, primero para denunciar la situación que estuviera ocurriendo, visibilizar para que no se perdiera la situación en un contexto venezolano en el que la situación de crisis es tan grande que la enorme la mayoría de los venezolanos está sobreviviendo, por lo tanto, esos temas no les importan, particularmente porque su principal preocupación es cómo sobrevivir. Entonces tuvimos que trabajar para mantener esa situación constantemente en la vista pública y trabajar sobre esas situaciones. Lo otro es empezar a generar capacidades y eso es un proceso largo para poder responder ante ellas; las capacidades incluyen desde la capacidad de extraer información dentro de la opacidad general del Gobierno, hasta poder enviar esa información a toda la cantidad de instituciones, organismos y público fuera del país; eso se está trabajando tanto con alianzas con otras organizaciones internacionales como con el tema de generar unas capacidades para trabajar con medios de comunicación internacionales; es un proceso muy lento, pero en eso estamos.


Tú has hecho varias investigaciones sobre la problemática ambiental en 2022, ¿podrías mencionar cuáles fueron las más relevantes y brevemente cuáles son las principales conclusiones a las que llegaron?


Durante el año 2022 Clima 21 publicó cinco informes referidos a varios temas ambientales en general y uno en particular sobre la situación de los indígenas pemón en el área de Canaima. Comienzo con ese tema: es una situación de hostigamiento, agresión, violencia y saqueo continuado que ha ocurrido con los indígenas en esas zonas y frente a la cual hay que empezar a entender su situación desde de su punto de vista, y en los informes tratamos de explicar la situación desde el punto de vista de los indígenas. Es una realidad muy compleja que tiene sus matices, sus blancos oscuros y sobre esa situación estuvimos haciendo un esfuerzo particular para que se viera de esa manera.


Luego estuvimos trabajando cuatro temas ambientales:


Primero: derrames petroleros, el caso tanto de los derrames petroleros desde el año 2017 hasta 2021, en el cual vimos cómo los derrames petroleros continúan, a pesar de que es imposible desde el punto de vista de ninguna organización social civil saber exactamente el número de derrames petroleros que ocurren en el tiempo, así que tenemos que referirnos únicamente a los derrames petroleros que están apareciendo en medios de comunicación y dentro de redes sociales como Twitter, entonces tenemos una situación que estuvimos monitoreando, primero informando lo que había ocurrido antes y después desde el mes de enero hasta el comienzo del mes de diciembre de este año, tenemos un promedio de entre 6 y 7 derrames petroleros que no son todos los derrames petroleros que ocurren en el país, sino aquellos que son suficientemente relevantes como para que lleguen a medios de comunicación.


Segundo: vimos la situación de la fauna silvestre en el país en el contexto de emergencia y encontramos una situación muy grave en la cual todos los grupos de la fauna silvestre tienen problemas de conservación y además de eso esa situación está incidiendo sobre grupos humanos particulares ya que muchos dependían de la fauna silvestre para su alimentación y para muchos de ellos era todo su aporte proteico continuamente. Actualmente todos esos grupos están en vías de extinción, tanto por destrucción de su hábitat como por un aumento de la cacería producto igualmente de la crisis humanitaria en el país. Además de eso, la crisis humanitaria y el COVID-19 ocultan el crecimiento de una red de personas que trabajan en tráfico ilícito de fauna silvestre.


Tercero: la situación de los ecosistemas marinos en Venezuela, hicimos una revisión de toda la costa venezolana, y en ese caso encontramos que toda la costa venezolana tiene graves e importantes situaciones de daño, peligros muy graves ante el tema del cambio climático, el tema de aparición de metales pesados en muchas de sus costas y otros que son peligros muy graves que no podemos saber hasta estos momentos cuáles van a ser sus efectos, pero sabemos que son importantes y hay múltiples obstáculos para poder resolver este problema, la mayor parte de esos obstáculos tienen que ver con la situación de la desinstitucionalización ambiental en el país.


El cuarto de los informes que entregamos tuvo que ver con el tema de deforestación. Encontramos que Venezuela tiene la tasa, es decir, la velocidad de deforestación más alta de la Amazonía y en particular la tasa más alta de deforestación de bosques naturales y siempre recalco que la idea es tasa de velocidad, pues la deforestación más alta de la Amazonía ocurre en Brasil y no en Venezuela.


¿Qué podrías señalar como hechos positivos en el terreno de los defensores de derechos humanos ambientales en 2022?


Hablar de hechos positivos es realmente importante, ya que tenemos que ver que no todo está mal, tenemos un aumento de la capacidad de organización de la sociedad civil, tanto interna como externa, para visibilizar las situaciones ambientales en Venezuela y desde varios puntos organizaciones internacionales y organizaciones asociadas a las instituciones internacionales se están cada vez sensibilizando y dándose cuenta de la situación ambiental del país. Eso es una realidad cada vez mejor y tenemos capacidad cada vez más grande para hacerlo, no solamente una sino varias organizaciones, entonces lo próximo es que estamos haciendo alianzas entre organizaciones internacionales para visibilizar la situación. Otro elemento muy positivo que va creciendo es la posibilidad de hablar de derechos ambientales, que era un tema muy poco conocido en Venezuela y quizás es muy importante de considerar un último elemento y no por el hecho de haberlo colocado de último no es más importante, las extraordinarias capacidades de periodistas de investigación que están trabajando en temas de investigación ambiental y que han realizado investigaciones sobre situaciones de un nivel tan grande que pueden ser válidas hasta como proyecto de investigación científica y esos elementos han desarrollado cada vez más una capacidad extraordinaria del país para comprender lo que está pasando en materia ambiental en nuestro territorio.

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