Por: Daniela Quintero. Redacción Pares
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que las últimas cifras registradas los últimos tres años con relación a la hambruna y la malnutrición en la región de América Latina y el Caribe van en aumento.
Para la representante regional de la FAO, Eve Crowley esta es una tendencia muy preocupante porque durante décadas se habían logrado bajar los índices del hambre en la región y el mundo. “Ahora se ve un aumento en la región y en el mundo. En los últimos tres periodos se ha aumentado”, expresó a la Agencia EFE.
De acuerdo con el más reciente informe de la organización internacional titulado: “2018 Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, desigualdad y sistemas alimentarios” el número de personas subalimentadas aumentó por tercer año consecutivo, llegando a 39,3 millones.
Por otro lado, expresó que también tienen una meta asociada con erradicar la mal nutrición en todas sus formas, y una de ellas es que en muchos de los países hay una combinación de problemas simultáneos, aseguró Crowley.
En cuanto al informe, más conocido como Panorama, reveló de forma más detallada la situación alimentaria que padecen los países del sur de América. En ese sentido, resaltó la contracción económica, el conflicto político en algunos países y el incremento de los desastres originados por fenómenos naturales.
Dichas problemáticas trajeron “el aumento de la migración, el crecimiento de las tasas de pobreza y de pobreza extrema, y el consecuente deterioro de los perfiles de hambre y malnutrición”, reza el texto.
A dicho reporte se sumó la reciente alerta de la FAO en la que aseguró que los pueblos indígenas serán los proveedores para la hambruna que sufrirá el mundo si no se detienen las prácticas extractivas que destruyen el medio ambiente.
En ese sentido, estos dos llamados están dirigidos en gran medida a los modelos económicos que hoy por hoy rigen en los países más desarrollados y los subdesarrollados que se prestan para la extracción como Colombia; puesto que, a fin de cuentas, deterioran el planeta y aumentan las desigualdad en el mundo.
“La desigualdad contribuye al hambre y a las distintas formas de malnutrición. En América Latina el 8,4% de las mujeres se encuentran en situación de inseguridad alimentaria severa, en comparación con el 6,9% de los hombres”, detalló la FAO.
Y también indicó que, en diez países el 20% de los niños y niñas más pobres sufren tres veces más la desnutrición crónica, y las poblaciones indígenas sufren mayor inseguridad alimentaria que las no indígenas, asimismo las poblaciones rurales más que las urbanas.
La periferia, la más afectada en Colombia
Tal como lo señaló la organización, Colombia también sintió el aumento de la pobreza y en consecuencia la hambruna. Aunque el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), indicó que durante el periodo de 2010-2018 hubo una reducción en la pobreza, pero si se compara únicamente con los últimos tres periodos también coincide con el coletazo que alertó la FAO.
En Colombia se mide la pobreza a través del Índice de Pobreza Mutidimensional (IPM), que se compone por cinco dimensiones: condiciones educativas del hogar, condiciones de la niñez y juventud, salud, trabajo, acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda.
Así las cosas, en 2018, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en Colombia fue del 19,6%; en las cabeceras del 13,8%; y en los centros poblados y rural disperso de 39,9%. Por consiguiente, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional en centros poblados y rural disperso fue 2,9 veces el de las cabeceras, según el DANE, encargado de recopilar y analizar las estadísticas del país.
Lo anterior demuestra que las zonas más apartadas del centro catalogadas como centros poblados y rurales son los más perjudicados y los que aumentan el IPM. Y las regiones que registraron más alta la tasa de pobreza fueron el Caribe con 33,5%, el Pacífico con 33,3%, y en tercer lugar la región central con 19%. Cabe destacar que en el análisis del andén pacífico se excluyó al departamento del Valle del Cauca.
En ese sentido, las que reseñaron menor incidencia de pobreza multidimensional fueron Bogotá con 4,3%, seguida de Valle del Cauca con 13,6%, Oriental con 16,4% y la región Antioquia con 17,1%. Por consiguiente, los cambios son estadísticamente significativos se registraron en el Caribe, debido al comparativo realizado por el DANE entre 2016 y 2018.
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