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ELN: cada vez más lejos de la paz

Por: Sergio Saavedra: Periodista Pares.


El ELN es uno de los grupos que más se ha fortalecido desde la llegada del presidente Duque a la Casa de Nariño. De hecho, desde 2018 a 2020 el ELN ha incrementado su copamiento territorial pasando de 99 municipios a nivel nacional a consolidarse en 167 municipios.


Esto según el más reciente informe de la Fundación Paz & Reconciliación “Seguridad en Tiempos de Pandemia: legados de guerra y crimen organizado en Colombia”, en el cuál se advierte que el Estado colombiano está perdiendo la batalla con los grupos armados en los territorios en los que históricamente hizo presencia la otrora guerrilla de las FARC -EP y que, tras el Acuerdo de Paz, fueron abandonados por los exguerrilleros y fueron copados por la violencia antes de que el Estado hiciera presencia integral.


Presencia territorial

De acuerdo con la investigación de Pares, el ELN hace presencia en 17 departamentos en Colombia y cuenta con más de 3.000 guerrilleros alzados en armas. Además, una de las zonas en donde ha consolidado su presencia es en la frontera con Venezuela, incluso, hace presencia en suelo venezolano. Específicamente en los departamentos de Arauca y Norte de Santander en donde operan los Frentes de Guerra Oriental y Nororiental.


Según el informe, el ELN está constituido por los Frentes de Guerra Norte, Oriental, Darío Ramírez, Central, Occidental, Suroccidental y Nororiental. Además de la búsqueda por el control territorial que tenía las antiguas FARC, la disputa del ELN está deriva por el mantenimiento del control de economías ilegales. Según este informe, estas obedecen a: minería ilegal, contrabando —bovinos, queso, gasolina, otros— narcotráfico, y pasos ilegales en zonas fronterizas.

Los hechos víctimizantes que azotan al país, sin duda, tienen un origen en los repertorios de violencia de los grupos armados tanto ilegales como legales, y sus disputas. Para el caso del ELN —según el informe— está vinculado con los casos “de desplazamiento forzado, confinamiento, reclutamiento forzado, restricciones de movilidad, amenaza y secuestro.” Por otra parte, en el informe se señala el uso de minas antipersona llegando incluso al 92% de las víctimas registradas en los primeros cuatro meses de 2020.


Accionar en tiempos de pandemia


Otro de los datos que arroja el informe sobre el ELN tiene que ver con que su accionar no cesó en tiempos de pandemia. Según las investigaciones de Pares, desde que se decretó el aislamiento preventivo por parte de la presidencia de la República, se registraron por lo menos 22 afectaciones de Derechos humanos por parte del ELN. Las cuales, según el informe, se concentraron en Antioquia, Arauca, Bolívar, Cauca, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Venezuela.”


Otra de las alarmas que lanza el informe tiene que ver con que dentro de los repertorios de violencia del ELN están: “las restricciones de movilidad, acciones en contra de la infraestructura petrolera y ataques a la Fuerza Pública en pleno Covid19”.


Una paz cada vez más lejana


De acuerdo con una de las conclusiones del informe en materia del ELN, no se prevé posibilidades de diálogo entre el ELN y el Gobierno Nacional. Incluso, tal como lo expone el informe, debido a la negativa del Gobierno Nacional en esa dirección. A pesar de la solicitud de Cese de Fuego Bilateral propuesto por esta guerrilla.


Por otro lado, el informe hace hincapié en que uno de los actores fundamentales en este alejamiento de paz, tiene que ver —justamente— con los incumplimientos de lo Acordado entre el Estado colombiano y las antiguas FARC -EP. Por ejemplo, uno de estos hechos tiene que ver con el recrudecimiento de la violencia en contra de los y las firmantes de la paz durante el gobierno de Iván Duque. De los 226 asesinados tras la firma del Acuerdo, 150 han sido perpetrados durante los dos años de Duque, según cifras del partido FARC.


Las tres grandes dificultades


Cabe recordar los tres grandes escenarios de dificultad que ha planteado Luis Eduardo Celis, analista y experto en temas de conflicto y paz, para superar para un proceso de paz exitoso: un gobierno que tenga una oferta de negociación que pueda incluir al ELN, una dinámica de participación social, política y ciudadana que se involucre a fondo en la solución de este conflicto, con energía y propuestas y un ELN que se decida, con firmeza, por el camino negociado para salir de un proyecto de resistencia armada que no trae nada bueno para las comunidades donde permanece ni para el país, que debe seguir trabajando por transformaciones en una acción social y política sin violencia.

«Este grupo se podría sintonizar y ganar respaldo en la sociedad, desafortunadamente eso no lo ve y se mantiene en su proyecto de fuerza y resistencia lo cual lo aleja de una sociedad con la que podría trabajar por un proceso de paz, no ahora, pero sí con un gobierno interesado en resolver este conflicto armado, con transformaciones que son necesarias en los 120 municipios donde permanecen y extensivos a una Colombia que requiere nuevos acuerdos y derroteros de acción social y política», sentencia el experto.

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