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Elección primaria en Venezuela: los retos de una oposición fracturada

Por: Nataly Triana, Investigadora Nacional; y Mónica Castillo, Asistente de Investigación

Línea Democracia y Gobernabilidad


Un amplio sector de la oposición venezolana acudirá a elecciones en el mes de octubre para elegir un candidato unitario que represente a esta colectividad y compita con el oficialismo en las elecciones presidenciales del 2024. Esta unidad entorno a mecanismos democráticos es relevante, en especial cuando existen sectores de la oposición que se encontraban reacios y por primera vez han optado por participar electoralmente. No obstante, son claros los retos para dotar a estos comicios de transparencia, representatividad, legitimidad y legalidad.


El gran dilema de revitalizar este sector, desde la promoción de las primarias, ha mostrado las dificultades que esta enfrenta a la hora de consolidar una base social que apoye las candidaturas de los partidos opositores.


En ese sentido, lograr unidad en medio de la crisis de representatividad implica, sin duda, un reto contundente para motivar a la población de que el voto es una herramienta de cambio. Muestra de ello es la investigación sobre cohesión política de Datincorp, que da cuenta de la postura apática y desconfiada de los electores venezolanos, resultado de las decisiones de la oposición, sus políticas, polémicas, así como disolución del gobierno interino. Las fisuras al interior de los partidos y entre sus propios representantes son un reto vital a superar para conseguir una verdadera fuerza electoral.


Gráfico 1. ¿Cuánta confianza tiene usted en los líderes políticos de Venezuela?

Fuente: Datincorp


De acuerdo con las investigaciones de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares), la participación electoral en Venezuela está altamente mediada por mecanismos de cooptación o clientelares que permiten a los ciudadanos la obtención de algún beneficio a cambio de su voto. Estos mecanismos residen principalmente en el Sistema Patria, sistema a través del cual el Estado venezolano concede ayudas como el cobro del salario a funcionarios públicos y la recepción de contribuciones económicas. Esta dinámica ha sido explotada por el oficialismo con el fin de mantenerse en el poder a pesar de la crisis social, económica y humanitaria.


En la experiencia de un sector de la oposición, estos mecanismos han impedido competir en igualdad de condiciones con el oficialismo. Sin embargo, pese a tal sabotaje, en las elecciones de autoridades locales y regionales del 2021 lograron tres de las veintitrés gobernaciones: Cojedes, Zulia y Nueva Esperta. Estos Estados son sumamente importantes para estos comicios, ya que podrían tener algunas bases sociales fortalecidas que permitan la promoción de estas elecciones.


No obstante, la ausencia de estos mecanismos, la apatía electoral, la migración forzada, la falta de legitimidad de la oposición tras los escándalos de corrupción en los manejos de los activos extranjeros y las propias complejidades del sistema electoral venezolano son escenarios que debe sortear la Comisión Nacional de Primarias (CNP) para que este sector político pueda convertirse en una fuerza electoral competitiva en las próximas elecciones presidenciales.


¿Qué es la Comisión Nacional de Primarias de la Oposición?


La Comisión Primaria es el ente encargado de organizar las elecciones primarias de la oposición venezolana en el 2023. Esta comisión está encargada de construir, aprobar e implementar el cronograma electoral, así como hacer cumplir el reglamento común para llevar las distintas campañas electorales.


Este organismo tiene el propósito de llamar a la unidad política y para ello está conformado por respetados académicos y miembros de la sociedad civil como garantes, quienes tienen una considerable independencia partidista, siendo este aspecto fundamental para otros sectores que no pertenecen a la Plataforma Unitaria1. Esta comisión está presidida por Jesús María Casal, profesor en Derecho Constitucional y decano de la Facultad de Derecho de Universidad Católica Andrés Bello.


¿Cuáles son los principales retos de estas elecciones?


Los principales retos para la elección primaria de la oposición son principalmente la fragilidad de la unión al interior de este grupo político y la gran cantidad de candidatos inhabilitados que tienen la aspiración de participar. Así mismo, en términos estructurales, el ventajismo institucional del gobierno venezolano también es un obstáculo en mecanismos esenciales como el Registro Electoral, el préstamo de las máquinas de votación y los colegios electorales.


  • Oposición Fracturada e Inhabilitada


La fragmentación interna que vive hoy la oposición venezolana no es un tema nuevo en la coyuntura política nacional, las disputas por y entre liderazgos han sido el talón de Aquiles de su relacionamiento. El camino que han recorrido en las últimas dos décadas ha mostrado la falta de coordinación de un proyecto político democrático, los intereses y ambiciones personales han limitado la discusión y toma de decisión entre sus representantes.


En su afán de eliminar el oficialismo en Venezuela, se han quedado sobre la mesa acuerdos necesarios que logren unificar las ideas para materializarlo; sin ir muy lejos, mientras un sector busca la vía democrática, otros deseaban el uso de la fuerza y algunos sectores esperaban abrir un espacio de diálogo. La finalidad de defender la democracia ha quedado desdibujada entre una lucha de egos y protagonismos. Lo anterior se vio reflejado en las discusiones entre lo que hasta finales de 2022 fue el G4 (grupo de los cuatro partidos de oposición más representativos), que vienen del desgaste de sus políticas hasta los resultados que dejó el gobierno interino de Juan Guaidó. Sus controvertibles gestiones pusieron en duda la capacidad de la oposición y reforzaron la desconfianza de la ciudadanía venezolana frente a la posibilidad de cambio. Si bien su accionar causó ciertas disputas con el chavismo, al final no generó transformaciones significativas a la realidad política y social de Venezuela, ni con la propuesta del cese de usurpación, ni con el gobierno de transición y aún menos con la coordinación de elecciones.

El declive de la imagen tanto de la oposición como del mismo líder del partido Voluntad Popular (VP) fueron algunos de los detonantes de la crisis de legitimidad y aceptación que enfrenta hoy todo el sector opositor. La rivalidad eterna entre estos partidos por mesianismos en la escena política llevó a que actualmente solo tres integren tal agrupación; luego de que Primero Justicia y Nuevo Tiempo lideraran y ejecutaran la iniciativa de disolver el gobierno interino de Juan Guaidó bajo el argumento de una decisión estratégica de regeneración de la oposición y los cuestionados manejos de los activos en el extranjero, VP reaccionó afirmando que se trató de un acto de traición.


Ahora bien, esa serie de disputas no solo se gestaron dentro del G4 (ahora G3). Otra arista importante la juega el ascenso de Vente Venezuela en cabeza de María Corina Machado. La carrera por las primarias ha llevado a enfrentamientos entre gran parte de los representantes de la oposición, como lo pone en evidencia las últimas declaraciones de este partido, que ha acusado al G3 de desestimular la participación ciudadana, puesto que estos están a favor de la asistencia técnica del CNE a las primarias, a lo que se oponen férreamente.


Lo anterior muestra que la falta de un discurso sólido que una a la oposición en la lucha hacia la democracia ha creado una atmósfera de división que no ha hecho más que impedir sus propias victorias electorales y darle significancia al régimen de Nicolás Maduro.


En paralelo, de cara a una participación política libre y competitiva, la oposición debe hacer frente al dilema de las inhabilidades. De acuerdo con las fuentes de Pares, dentro de los criterios de postulación para las primarias se aceptarán candidatos inhabilitados. Sin embargo, eso plantea un problema estructural en caso de victoria de algún candidato o candidata inhabilitados, pues si bien se implementará el mecanismo de sustitución, esta dinámica podría recargar y desgastar el proceso electoral.


Por tal motivo, es neurálgico que en los diálogos en México entre la oposición y el oficialismo se pueda negociar el aspecto de las candidaturas inhabilitadas para a las elecciones presidenciales del 2024. No obstante, esta posibilidad se encuentra lejana tras las recientes discusiones entre ambos sectores políticos entorno al incumplimiento del Segundo Acuerdo Parcial para la Protección del Pueblo Venezolano.


  • Registro Electoral y Participación Política


Otro de los retos que debe contemplarse dentro de las prioridades estratégicas de la Comisión Primaria, es cómo garantizar el acceso al voto tanto de la población residente como de quienes se encuentran en el extranjero. El profesor y politólogo John Magdaleno mencionó este como uno de los puntos esenciales dentro de la organización de las elecciones.


La posibilidad de que los ciudadanos venezolanos puedan votar desde el exterior implica la colaboración del gobierno de Nicolas Maduro, el cual tiene a su disposición distintas embajadas. No obstante, estas no son ciertamente una garantía como centros de votación, puesto que además de comprometer disposiciones por parte del oficialismo, solo serán accesibles para quienes cuentan con residencia legal.


Ahora bien, la dificultad no radica exclusivamente en la colaboración del oficialismo, sino también en la cantidad considerable de embajadas que, según fuentes de Pares, se encuentran cerradas. De acuerdo con ACNUR, existen siete millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela, de quienes la mayor parte residen en América Latina y el Caribe. Para el 2022, A.C Súmate estimó alrededor de un millón de venezolanos fuera del país que, pese a que se encontraban en edad para votar, no estaban inscritos en el Registro Electoral.


A lo anterior se le suma que actualmente el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene una deuda pendiente entorno a la actualización de la información de los ciudadanos en el Registro Electoral. Conforme a fuentes de prensa, el CNE no ha implementado una campaña para inscribir en este registro a jóvenes votantes y tampoco ha presentado facilidades para movilizar las máquinas de inscripción fuera de las Oficinas Regionales Electorales (ORE). Este proceso en las embajadas es mucho más complejo, según denuncias recibidas por Pares, estas actúan con discrecionalidad, obstaculizando en sí la inscripción a este registro.


La relevancia del registro electoral se debe no solo a que permite conocer a los ciudadanos habilitados para votar y que facilita el cambio de centros de votación según la residencia, sino también a que determina el nivel de representatividad que puede tener la oposición entre quienes están habilitados para votar.


Estas fallas en el registro electoral, según Paola Bautista, responden al oportunismo y a los intereses del gobierno de Nicolás Maduro, es decir, al ventajismo institucional en Venezuela. Para contrarrestar esta dinámica, Bautista propone ejercer una presión política internacional, específicamente regional, por parte de Estados como Colombia, Chile y Brasil, que han expresado su solidaridad con Venezuela y que, además, han sido los países con mayor impacto ante la ola migratoria venezolana.


  • Transparencia y Legitimidad


A este entramado se superpone la gestión técnica de las elecciones y el rol que podría jugar el Consejo Nacional Electoral (CNE). Recientemente la Comisión Nacional de Primarias ha solicitado el apoyo técnico del CNE, para lo que han establecido una comisión técnica que determine las condiciones que deberían cumplir, sin que esto signifique entregar el control de las elecciones y poner en riesgo la identidad del elector. En la actualidad el CNE designó una comisión técnica para evaluar el uso de los centros de votación, la tecnología y la organización de jornadas especiales de actualización del registro electoral. Sin embargo, fuentes de Pares han coincido en que existe la posibilidad de que el CNE no brinde todas las facilidades para lograr un proceso amplio y transparente. Pese a que no se ha concretado su participación en estos comicios, la situación ya sugiere escepticismo por parte de algunos sectores opositores, como María Corina Machado, quien se opone a la intermediación de este organismo. Conforme a las investigaciones de Pares, los riesgos de fuga, corrupción y mecanismos de corrupción electoral no residen necesariamente en el software electoral, por el contrario, tienen lugar en las reglas de juego de las elecciones y la cercanía que algunos de los miembros del CNE puedan tener con el oficialismo. Esto traería implicaciones negativas en términos de transparencia, imparcialidad, equidad, igualdad, participación popular, celeridad y eficiencia.


No obstante, no se puede desconocer que sin esta asistencia técnica la ejecución de las elecciones sería casi que imposible en términos logísticos. De no realizarse en los centros de votación y/o colegios electorales que estén al alcance de la población, es necesario proponer espacios confiables que permitan la seguridad del material electoral y la facilidad de movilización de los ciudadanos.


Así, a la espera de candidatos confirmados, el panorama de las elecciones primarias de la oposición en Venezuela es aún vacilante. Lo único cierto es que, para esta contienda electoral, se viene un camino álgido y laborioso

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