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El movimiento político al que intentaron exterminar como a la UP

Por: Redacción Pares



El 4 de septiembre del 2020 los sobrevivientes del movimiento político A Luchar le entregaron a la Comisión de la verdad un informe que buscaba recuperar su memoria. Lo que sucedió con la Unión Patriótica, el asesinato de 4.000 de sus integrantes fue tan horrendo que escondió otros hechos tan tenebrosos como el de a Luchar. La investigación la hicieron un grupo de estudiantes llamado colectivo A Luchar. Ellos buscaban crear además un centro de documentación sobre lo que significó el movimiento. Entonces, los colombianos de a pie, no sabíamos que este fue una edición del frente unido de Camilo Torres pero trasladado al contexto de los ochenta. La labor del Colectivo pretende crear un seminario de discusión política permanente para mantener viva esta conversación. Saber que los mártires de este movimiento no fueron en vano.


Entonces supimos de la Operación Relámpago. En 1990 el ejército masacró a buena cantidad de sus integrantes. Según los datos entregados a la Comisión de la Verdad se han documentado 575 crímenes en su contra dejando un saldo de 305 vidas, 35 amenazas de muerte, 27 heridos de bala, 14 exiliados, 149 detenidos, 21 allanamientos y 9 torturados, cuya autoría recae presumiblemente en un 38% en grupos paramilitares y un 57% en las Fuerzas Militares y Policía Nacional.


Los quisieron arrasar y lo hicieron. La vida del movimiento fue efímera, de 1984 a 1991. La arremetida de la ultra derecha con sus grupos paramilitares fue demasiado dura como para resistir.


Muchos de sus sobrevivientes, entre los que se cuentan Antonio Sanguino, recuerdan el fervor que generó su primera convención celebrada en 1986. Uno de sus líderes, recientemente desaparecido, Antonio López, hizo una intervención inolvidable. Era, comparado con la UP, una especie de Bernardo Jaramillo Ossa. A Luchar fue fundamental para el movimiento social a mediados de los años ochenta, expresiones como el paro del Nororiente colombiano, las marchas de mayo de 1988, campañas por el No Voto y la propuesta de una expresión popular le dieron renombre y una importancia parecida a la que tuvo la Unión Patriótica. Incluso entre ambos habían puentes. A finales de los ochenta se intentó hacer un frente de Izquierda conformado por la UP, A Luchar y otros movimientos afines a esa ideología. El asesinato de Bernardo Jaramillo Ossa en 1990 dio al traste con esa iniciativa.


En 1991 era tal la persecución que tuvieron que bajar los brazos. Más de tres décadas después llegó la hora de ubicar en la historia su gesta. Lo primero que llama la atención es que sus sobrevivientes, a diferencia de otros grupos como el M-19, que tienen a sus ex militantes engrosando la derecha colombiana, como Everth Bustamante o Carlos Antonio Lucio, siguen siendo consecuentes con las luchas sociales e integran partidos de izquierda o alternativos, Gloria Flórez en la Colombia Humana, Esteban Cancelado en el Congreso de los pueblos, Patricia Caicedo en el Frente Amplio Caribe, Adolfo Bula de Fuerza Ciudadana , Toño Sanguino del Partido Alianza Verde, Daniel Rico del Polo Democrático, Alfonso Román del Somos Poder Popular. Ellos participarán este jueves 8 de agosto en el Salón Oval del edifico de posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional en un conversatorio que intenta resolver esta pregunta ¿Cómo ha asumido el legado social y político de la organización política A Luchar en proceso de convergencia desde la década de 1990?


Este es un foro que quiere abrir el micrófono a quienes vienen de la experiencia de A Luchar pero que terminaron desarrollando su experiencia política siempre desde la izquierda. Sobre todo que esta fue una experiencia única, siempre desde el camilismo y siendo bastante crítica del Partido Comunista Colombiano, de los llamados mamertos. Fue un movimiento que refrescó el árido paisaje del marxismo.


Con la persistencia de algunos de sus ex integrantes, como Antonio Sanguino, Gloria Flórez y Carlos Caicedo se espera que la llama del movimiento continúe vivo, así como su recuerdo y vigencia. Por eso, además del conversatorio anteriormente mencionado, se hará un segundo encuentro entre el 9 y el 10 de agosto en donde se esperan que lleguen 100 personas. A finales de este año se entregará un primer informe, hecho por el colectivo, donde se consigne el legado de A Luchar.

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