Por: Redacción Pares
El Acuerdo de Paz firmado en noviembre de 2016 con la ex guerrilla Farc auguraba la disminución de la violencia, al menos en las zonas más golpeadas por el conflicto armado. Sin embargo, las zonas dejadas por este grupo poco a poco han sido cooptadas por distintas bandas criminales que actualmente tienen amenazadas a las poblaciones, caso tal de la subregión del Bajo Cauca Antioqueño.
De acuerdo con la Unidad Nacional de Víctimas (UNV) desde finales de 2018 se han presentado desplazamientos masivos en esta zona que está integrada por seis municipios: Tarazá, Cáceres, Caucasia, El Bagre, Nechí y Zaragoza, y en los cuales habitan alrededor de 319.000 personas.
Según registros de la Fundación Paz y Reconciliación -Pares, el año pasado 8.983 personas fueron expulsadas de estos municipios, mientras en 2016 la cifra fue de 4.139, lo cual deja demostrado, en parte, la incapacidad estatal de retomar el control de estas zonas y mitigar la violencia.
La situación de desplazamiento en la zona cada vez es más problemática debido a las amenazas a la población por parte de distintos grupos armados que están en constante disputa y control territorial como la Autodefensa Gaitanista de Colombia (AGC), los Caparrapos, grupos postfarc, neoparamilitares y ELN.
Pares habló con una fuente en el territorio que hizo una descripción de primera mano de la zozobra y el temor que están sufriendo las comunidades que compone esta región del Bajo Cauca.
Pares: ¿Cuál es la situación de seguridad en el territorio?
La situación de seguridad es crítica, especialmente en Tarazá, Cáceres y El Bagre. Esto por cuenta de la confrontación armada que se está librando entre estructuras del Clan del Golfo, Caparrapos, ELN y la fuerza pública; los lugares donde se están presentando las confrontaciones más fuertes son en la zona rural de Cáceres y la zona rural de Tarazá.
También hay que ponerle especial atención a la zona de La Caucana de Tarazá donde se está dando una articulación de disidencias de las Farc de lo que eran los frentes 18 y 36 con Caparrapos que tienen una confrontación con las AGC. Hay una falta de control total por parte del Estado y la institucionalidad. Las población civil se está viendo muy afectada.
Pares: ¿Cuáles son los riesgos que enfrentan los procesos sociales?
La estigmatización y hostigamientos a líderes y a asociaciones promotoras campesinas que hacen parte del Programa de Sustitución de Cultivos Ilícitos -PNIS, por parte de la fuerza pública. Además, también han sido amenazadas por las estructuras criminales. Los liderazgos se sienten intimidados y muchos líderes y lideresas han sido desplazados, especialmente de Cáceres y Tarazá.
También ha habido un gran desplazamiento de personas que integran colectivos LGTBI, especialmente en Tarazá. Hay una incertidumbre muy grande para los liderazgos campesinos, sociales y cívicos en el territorio.
Pares: ¿Cómo está situación de líderes y lideresas sociales? ¿Qué tipos de victimización se han presentado últimamente?
Los líderes sociales han sufrido de asesinatos, especialmente los que promueven el Programa de Sustitución de cultivos ilícitos. A otros les ha llegado panfletos con amenazas. Y los que asumen liderazgo de la comunidad LGTBI también, especialmente en un sector conocido como El Doce, en Tarazá.
Pares: Recientemente se llevó a cabo la Caravana Humanitaria por el Bajo Cauca ¿Qué buscaba este evento? ¿Qué se evidenció? ¿cómo se vivió el proceso?
La Caravana Humanitaria fue una movilización ciudadana de unas 50 personas en Puerto Valdivia, Cáceres, Tarazá, Caucasia, Altos de Tigre y El Tigre. El mensaje principal fue que los actores armados sacaran de sus acciones a la población civil y visibilizar la profunda crisis humanitaria que está sufriendo el Bajo Cauca antioqueño, y los .
Pares: ¿Qué efectos puede tener este evento sobre la población civil y los procesos sociales?
Esos enfrentamientos generan terror, intimidan a los liderazgos sociales que promueven iniciativas comunitarias o articuladas a algún programa de sustitución, principalmente. Esto ralentiza los procesos sociales, desestimula los liderazgos en estos territorios y genera desplazamientos de la población y abandono de procesos sociales consolidados. Al generar tanto temor, paraliza lo que venía funcionando bien. Es una gran pérdida.
Pares: ¿Las comunidades se han manifestado frente al evento? ¿Qué medidas pueden tomar comunidades y organizaciones frente a este evento?
La Caravana Humanitaria también fue una medida tomada por las organizaciones sociales que le pidieron a los actores armados que desescalen los niveles de confrontación, que no involucren a la población civil.
Creo que se vienen más manifestaciones civiles rechazando la violencia, protocolos de autoprotección, emitir alertas tempranas frente a posibles enfrentamientos, sobre todo en zona rural y cabeceras municipales, y habrá que esperar para determinar cómo las comunidades van a afrontar de manera organizativa este nivel de conflicto tan brutal que se está viviendo en nuestros territorios.
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