Por: Alejandro Chalá
línea de democracia de Pares
En abril del 2002 Fedecamaras, el gremio de empresarios venezolanos aglutinados en Fedecamaras, unido a la antigua junta directiva de PDVSA, lideraron un golpe que terminaría sacando por 72 horas a Hugo Chávez Frías de Miraflores. Las Fuerzas Armadas parecían apoyar la caída del presidente que en ese momento completaba 3 años en el poder. Hubo fiesta en el Palacio de Miraflores, incluso alcanzaron a nombrar por escasas horas al empresario Pedro Carmona como presidente de la República. La historia lo conocería como Pedro el Breve. En ese momento Vladimir Padrino López era el comandante 311 del batallón de infantería Simón Bolívar ubicado en Fuerte Tiuna. Ellos fueron uno de los pocos reductos del ejército que decidió pararse ante lo que llamaron “El golpe petrolero” y obligaron a que Carmona se fuera de Miraflores. Chávez, aclamado por la gente que bajaba de los cerros y que consideraban que él debía seguir siendo presidente, se volvió a instalar en Miraflores.
Desde entonces el ascenso de Padrino fue absoluto y se convirtió en el militar ideal para depurar de contradictores del chavismo a las Fuerzas Armadas. En este informe de la línea de democracia de la Fundación Paz y Reconciliación, se muestra el recorrido de Padrino no sólo en el ejército sino como, al estar tan cerca primero de Chávez y luego de Nicolás Maduro, a logrado hacerse a empresas que han consolidado un patrimonio personal. El haber devuelto a Chávez al poder le hizo dueño de una llave que abre todas las puertas.
Este es el informe:
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