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El EMC reafirma su poder en el Valle y Cauca

  • Santiago Medina, Nataly Páez, Paola Marín
  • 10 jun
  • 6 Min. de lectura

Actualizado: 11 jun

Por: Santiago Medina, Nataly Páez, Paola Marín.


La mañana del 10 de junio fue sacudida por una serie de atentados desplegados en los departamentos del Valle del Cauca y el Cauca, protagonizados por la facción disidente de las FARC-EP, Estado Mayor Central (EMC) al mando de “Iván Mordisco”. Con un aproximado de 18 acciones desplegadas en diferentes zonas de estos departamentos, se estima que, de acuerdo con el último reporte de la Policía Nacional, hay 7 personas muertas (5 civiles); y al menos 28 personas heridas (19 civiles, 7 policías y 2 militares).



¿Qué ocurrió? 


De acuerdo con la información disponible, el primer atentado se perpetró sobre las cinco de la mañana frente a la Secretaría de Tránsito del Bordo (ubicado en el municipio de Patía, Cauca) cerca de la vía Panamericana que conecta al Cauca con Nariño, cuando un carro bomba explotó. En medio de este ataque, no se registraron heridos, ni víctimas mortales, sin embargo, se reportaron daños materiales graves en la alcaldía, viviendas y comercios cercanos.


Poco después del ataque del Bordo, otro carro bomba detonó en Corinto, Cauca, afectando las instalaciones de la administración municipal y causando daños materiales en la alcaldía, viviendas y comercios cercanos. A diferencia del Bordo, se reportó la muerte de un policía.

Posterior a los dos primeros ataques, se registró el tercero en Villa Rica, Cauca, donde un autobús con explosivos detonó en el peaje del mencionado municipio, dejando a un policía muerto y varios heridos según reportes premilitares.


Allí en adelante, continuaron los ataques de manera casi simultánea. En el municipio de Timbiquí, Cauca, explotaron dos cilindros bomba contra la base de la Armada Nacional, a pesar de ello, no se reportaron víctimas fatales. De la misma manera, en Buenos Aires, Cauca, detonó un artefacto tipo granada contra la estación de policía, sin víctimas reportadas.


En Caloto, Cauca, fue asesinado un patrullero de 24 años por parte de un francotirador, tras producirse el ataque, se reportó la presencia irregular de grupos armados en las vías de la región. Asimismo, en Toribío, Cauca, se registró un hostigamiento con ráfagas de fusil contra la estación de policía y en Morales y Miranda se registraron otros hostigamientos contra la Fuerza Pública, mientras que en Patía se perpetró otro ataque, esta vez con un dron el cual no dejo víctimas ni daños materiales.



Por otra parte, en Valle del Cauca se reportaron otros ataques. En Buenaventura, un artefacto explosivo detonó en el CAI de Policía del barrio El Pailón. En Jamundí, se localizó un cilindro con carga explosiva en la Avenida Sachamate y en la vía que comunica con el corregimiento de Guachinte, los cuales fueron detonados controladamente. Sin embargo, se registraron explosiones en los sectores de Potrerito, La Playita y barrio el Rodeo. De igual forma, en la vía Jamundí-Timba y Cali-Palmira se desactivaron un total de siete cilindros bomba.


En Cali, se registraron varios ataques contra las estaciones de policía de la ciudad, en los barrios Meléndez y los Mangos, se reportaron dos personas muertas y cinco heridas según reportes preliminares. También se perpetró un atentado con moto bomba contra el CAI del barrio Manuela Beltrán, donde resultaron dos personas heridas. Mientras que en el sector Cuatro Esquinas y en el sector Tequendama se desactivaron dos artefactos explosivos.

 Escalada de violencia en el Valle y el Cauca.


Esta escalada de violencia perpetrada por del Bloque Occidental Jacobo Arenas, estructura perteneciente al EMC, evidencia el control y la capacidad de acción, que este grupo tiene en el suroccidente del país. De acuerdo con el monitoreo realizado por Pares, para el año 2025, el EMC tiene influencia en un aproximado de 23 municipios de los 40 municipios que conforman el departamento del Valle del Cauca y en el Cauca en un aproximado de 40 municipios de los 42 que lo conforman. En estos departamentos, operan estructuras como el Frente Jaime Martínez, el Frente Carlos Patiño y el Frente Dagoberto Ramos, todos pertenecientes al Bloque Occidental Jacobo Arenas; y el Frente Adán Izquierdo, que actúa en coordinación con el Bloque Central Isaías Pardo, el cual tiene el objetivo de articular acciones para consolidar corredores con el centro del país, en los departamentos del Huila, Tolima y Quindío.


Inicialmente se conoció que las acciones de la mañana del 10 junio se realizaron en el marco del aniversario de la muerte de alias ‘Mayimbú’. Sin embargo, estos ataques, que incluyen emboscadas con francotiradores, uso de artefactos explosivos, drones y carros bomba, no solo son muestra de la capacidad de coordinación de estas estructuras, sino de la relación de poder que se teje en estas zonas de retaguardia, en donde constantemente refuerzan su presencia en los corredores y enclaves económicos.


Frente a este punto, es importante mencionar que, en el marco de la ruptura del cese al fuego con esta facción disidente en marzo del 2024, especialmente en estos departamentos y tras el ingreso del Gobierno Nacional a zonas como el Cañón del Micay, el EMC ha intensificado los ataques a la fuerza pública y ha reafirmado su control sobre la sociedad civil, a través del aumento de reclutamiento y la imposición de normas y reglas en estas zonas.


¿Cuál es el panorama de seguridad?


Las acciones realizadas en los departamentos del Cauca y el Valle plantean un escenario de riesgo frente a las movilizaciones convocadas para el jueves 11 de junio por parte de las centrales sindicales en respaldo de la Consulta Popular del gobierno de Gustavo Petro. Si bien no se han conocido referencias directas por parte del grupo armado hacia las movilizaciones del 11 de junio, en el último comunicado que emitió se desliga de cualquier afectación a la población civil tras enumerar una serie de recomendaciones en el marco de sus acciones contra la Fuerza Pública, que se resumen en no estar cerca de instalaciones, vehículos ni personal militar y policial.


Además, en el marco de esas movilizaciones, el presidente Petro tenía agendado viajar a Cali y, en medio de un acto público, poner la última firma en el decreto que convoca la Consulta Popular. Sin embargo, el ministro del Interior Armando Benedetti ha comunicado que, tras los ataques terroristas perpetrados el día de hoy, aún no está confirmada la presencia del presidente en Cali para las movilizaciones, pues es necesario evaluar las condiciones de seguridad.


No es la primera vez que la seguridad en Cali y sus zonas aledañas es puesta en riesgo por parte de las disidencias de las FARC, pues en la realización de la cumbre COP16 en octubre del año pasado, también se generaron advertencias por posibles acciones por parte de este grupo armado, tras una escalada violenta en el norte del Cauca.


Frente a este punto, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilia Francisca Toro, en declaraciones públicas, informó que, tras mantener comunicaciones con el Ministro de Defensa, se ha convocado un Consejo de Seguridad para el miércoles 11 de junio, en el cual se espera la participación del presidente Petro, coincidiendo con su visita a Cali. Según Toro, este espacio es fundamental para que el Ejecutivo escuche de manera directa a las autoridades locales y se articule a los esfuerzos institucionales para contener la escalada violenta. Así, se anunció la implementación de corredores seguros en la capital del Valle y sus alrededores, incluyendo zonas estratégicas como el aeropuerto, Cañasgordas y Jamundí. Durante el Consejo Extraordinario de Seguridad se reiteró la necesidad de reforzar de manera sostenida la presencia de la Fuerza Pública, en especial en zonas afectadas por el accionar del Frente Jaime Martínez, como Suárez (Cauca) y el corregimiento La Liberia en Jamundí, donde se ha evidenciado una intensificación del control armado ejercido por esta estructura disidente.


Ante esto, es importante advertir que la ciudad de Cali, que es uno de los centros urbanos más importantes del suroccidente del país, junto con municipios de Jamundí y Palmira, que son puntos estratégicos por su conexión con el Eje Cafetero, Cauca, Nariño y el pacífico colombiano, son cada vez más afectados por la presencia y el accionar de las disidencias de las FARC. Como ha sido mencionado anteriormente por Pares (2024), en esta zona se ha registrado presencia por parte del Frente Jaime Martínez, principalmente con el objetivo de realizar atentados y ataques a instalaciones de la Fuerza Pública, con casos registrados en 2024 y 2023.


Si bien esta presencia se considera esporádica, pues no implica una presencia armada constante por parte de los grupos armados en estos puntos, es preocupante la capacidad que estos han adquirido para ejecutar acciones coordinadas en zonas urbanas, principalmente barrios populares, y zonas rurales periféricas, que además generan graves afectaciones para la población civil. Esto, sumado a la situación de presencia y acciones armadas que se viene consolidando en el departamento del Cauca, hace necesario la puesta en marcha de acciones integrales en los territorios, tanto rurales como urbanos, que permitan proteger a la población civil y evitar la expansión de los actores armados.



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