Por: Redacción Pares
José Fernando Bautista, embajador en Portugal, acaba de fallecer después de estar seis días en coma. Para el gran público su nombre podría pasar desapercibido. En el Congreso no. El cucuteño, de 62 años, era considerado un gran conciliador. Fue uno de los creadores, junto a Roy Barreras, del Partido de la U y fue un gestor de importancia del Pacto Histórico. Su labor silenciosa le sirvió para lograr lo que necesitaba Petro para ser el primer presidente de izquierda del país. Romper la barrera de los ocho millones de votantes. En primera vuelta Gustavo Petro volvió a estar sobre el margen de los ocho millones de votos. Parecía difícil romper esa burbuja. Por eso necesitaba conciliadores, hábiles operadores políticos. Y Bautista era el hombre indicado.
Confió en él para limar asperezas con Venezuela. Con su gran experiencia en la frontera, Petro lo utilizó para empezar a tener relevancia en uno de los lugares en donde menos votos, Cúcuta, fortín uribista. Dentro del Pacto Histórico se conoce la importancia que tuvo Bautista para llamar a otros sectores. Liberal samperista, pudo lograr contacto con miembros claves de la U y el liberalismo. Hay que recordar que Bautista se inició en la política de la mano de Jorge Cristo, padre del hoy ministro del Interior. En los corredores del congreso se cuenta que Bautista fue determinante en la escogencia de Cristo como reemplazo de Luis Fernando Velasco.
En la apretada agenda del presidente siempre encontraba un espacio para reunirse con Bautista. Una enfermedad cariovascular lo tuvo entre la vida y la muerte hace un año. Por cuestiones de salud no había tenido la participación esperada en el congreso, consiguiendo votos claves para hacer pasar las reformas sociales. Se recuperaba en Portugal cuando, en un tren a Lisboa, lo sorprendió un ACV que lo sumió en un coma por cuatro días.
Fuentes cercanas al embajador afirmaron a este portal que Bautista esperaba recuperarse completamente de la cirugía a corazón abierto que sufrió el año pasado y regresaría a apoya directamente al presidente uniendo a su causa a políticos que no necesariamente comulgan con su pensamiento.
Bautista fue ministro de Samper y embajador de Santos en Venezuela en el 2010, logrando ser muy importante a la hora de recomponer las relaciones con Hugo Chávez, quien venía de una larga disputa con Uribe después del bombardeo al campamento de Raúl Reyes en Ecuador que terminó en una crisis diplomática. Cuando se cumplen dos años del mandato de Petro y su llamado a un acuerdo nacional, la pérdida de un conciliador innato como Bautista es durísima para el presidente y además simbólica por la fecha en la que se da.
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