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El derecho a la educación se gana en las calles

Texto y fotografías: Sergio Saavedra. Redacción Pares.

En el marco de la marcha de este jueves que concentró en la capital a alrededor de 300 mil maestras y maestros, la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación (FECODE), radicó un pliego de peticiones en el que advierte la pobre inversión presupuestal que el Gobierno Nacional contempla para el funcionamiento del magisterio.


Días previos al paro, FECODE anunció que salía a las calles a protestar porque el presente Plan nacional de Desarrollo PND, contempla un presupuesto insuficiente para el funcionamiento del sector educativo.

Según los educadores, el Plan Nacional de Desarrollo presentado por el gobierno anterior tenía previsto cubrir el 50% de la demanda de los jóvenes y niños en términos de educación, en cambio, en el Plan propuesto por este gobierno, el presupuesto asignado alcanzará, a lo sumo, para cubrir el 25% de las necesidades del sector.


Incluso, uno de los asuntos que más inquieta al magisterio, tiene que ver con que en este DNP hay unas ‘facultades extraordinarias’ que se le otorgan al presidente de la República. Para Nicolás Alarcón, presidente del sindicato, crece la incertidumbre debido a que “no sabemos qué va a hacer Iván Duque con esas facultades especiales ¿privatizar la educación pública? ¿entregarla a operadoras privados?”.


Mejoras en la salud y seguridad para los maestros


Asimismo, FECODE adjudicó el valor de la protesta en defensa de la vida. Cada vez son más las amenazas y los ataques que han sufrido los líderes sociales y sindicales. El magisterio advierte que se debe velar por mejorar las condiciones de seguridad de los profesores que trabajan en a lo largo y ancho del territorio nacional.


Por medio del pliego presentado al gobierno, el magisterio busca que se garanticen los derechos a los niños y niñas del país, ya que la baja inversión del PND afecta las condiciones que permitan impartir, en cada aula del país, una educación de calidad. En otras palabras, la inversión se traduce en calidad, dignidad e inclusión para los niños, generando así, el progresivo cierre de la brecha de acceso a la educación.

Por otra parte, los maestros buscan sembrar en el debate público el tema de el sistema de salud que los cubre y que está en una crisis preocupante. Según lo ha manifestado por el presidente del sindicato, ya que existe una deuda de más de $700.000 millones con los operadores del servicio de salud que los atienden. Igualmente, hay un fondo de prestaciones sociales desfinanciado y con deudas de varios años atrás.


En el paro de este jueves los maestros y maestras le exigen al gobierno realizar una reforma constitucional, fundamental para disponer de presupuesto y la modificación artículos 356 y 357 de la Constitución Política, y de esa manera tener mayor participación y veeduría sobre monto del Sistema General del Participaciones.


Voces del paro


Para Leida Perea, profesora de la Institución Educativa Ismael Perdomo, en la localidad de Ciudad Bolívar, “Cuando salimos a paro los maestros los que ganan son los niños, porque estamos defendiendo la educación pública y estamos exigiendo las garantías para que sea una educación de calidad y transformadora”. Los maestros nos ganamos nuestros derechos en las calles, en la lucha y por eso hoy se ha desarrollado una jornada muy importante”

Ya estando frente a las instalaciones del Ministerio de Educación, Leila asegura que van a radicar pliego de peticiones y que de ser necesario harán un paro nacional indefinido, “porque lo está en juego es la educación de nuestros niños y niñas”.


Ricardo Linares, otro participante de la marcha, es profesor de la Institución Educativa Girón de Blancos en Cáqueza, Cundinamarca. El paro de este jueves en Bogotá también vinculó a los municipios de Cundinamarca, sobre el caso de Girón de Blancos, manifiesta Ricardo “nosotros estamos buscando mejor alimentación para los muchachos, tener elementos y útiles para que ellos cuenten con las herramientas necesarias para su aprendizaje”.


“No nos podemos quedar callados”


Según Ricardo, en Cáqueza hay deficiencias de infraestructura y hay una demanda para recibir una mayor cantidad niños, mayor presupuesto para la alimentación. “Nosotros ante esta situación, no nos podemos quedar callados, ponemos a disposición nuestra voz porque los niños con hambre no estudian y no permitiremos que lo hagan en esas condiciones”.

Marta Quito, es otra profesora que estuvo en el paro, ella trabaja en el Instituto Técnico Benjamín Herrera, de la Ciudad de Bogotá. Para Marta, “nuestra lucha en cada marcha es por apostarle a un presupuesto que vaya a la educación y no a la guerra, es decir para una Colombia transformadora, donde las escuelas sean un territorio de paz”.

Marta advierte que este paro sea una oportunidad para debatir temas de fondo sobre la seguridad del ejercicio de los maestras y maestros en la Colombia profunda, la lejana a las grandes ciudades.


“Urgen medidas de protección y seguridad nosotras tenemos casos en donde mujeres están siendo violentadas con completa impunidad en los municipios y veredas del país. Esta es una violencia que debe parar, nosotras, las maestras, somos mujeres que le apostamos a la transformación de realidades. Hoy más que nunca, ni una más”.


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