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El andén y la cultura: juntos reviviendo el ‘parche’

Por: Sergio Saavedra. Redacción Pares


Un día Helí Ramírez —poeta callejero— escribió: “(…) de las ilusiones que me hago a alguna llego. Yo no nací para morir antes de estar muerto. Olvídese. (…) Me he planteado otras consignas para ser feliz entre la realidad cotidiana siempre de reina cruel.”


Estos versos hablan de la apuesta que se planteó la Corporación Robledo Venga Parchemos de Medellín, desde lo que es ‘el parchar’; tal como lo dice Katherine Urrea Velásquez —o Cleo como es mejor conocida— quien señala que “el parche es una propuesta de confluencia entre jóvenes para proponer y accionar con otras formas de pensar y vivir; para construir territorio y eso que llamamos comunidad”.

La Corporación Robledo Venga Parchemos apuesta as que «como jóvenes, pudiéramos parchar en el barrio.» Foto: Corporación Robledo Venga Parchemos

De esta forma, Robledo, que es la comuna siete (7), ubicada en la zona noroccidental de la ciudad, empezó a tomarse en serio lo político desde el parchar. Para ‘Cleo’ “parchar es encontrarse para pasarla bueno, para disfrutar, pero con contenidos que nos pongan a pensar sobre las realidades que están en nuestros contextos y de las alternativas de eso que nosotros llamamos otros mundos posibles”.


Las calles, las apuestas, los escenarios


Cleo cuenta que desde la Corporación Robledo Venga Parchemos la “apuesta desde el principio fue que, como jóvenes, pudiéramos parchar en el barrio; que no nos tuviéramos que ir a la centralidad para hacer lo que a nosotros nos gusta. Para conversar, para hacer arte, para tomarnos las ‘polas’. El proceso nos ha permitido, entre otras cosas, la reivindicación de las y los jóvenes dentro del territorio para salir de los estigmas que nos han asignados por el hecho de ser jóvenes”.


La apropiación y la reapropiación de los espacios en la comuna de Robledo, que es vital por el hecho de que es una de las comunas que más espacios públicos tiene en Medellín. Sin embargo, tal como lo reconoce ‘Cleo’, ha sido un espacio público que se ha reducido históricamente a la infraestructura, generando que algunos espacios empiezan a ser habitados por otros que crean imaginarios colectivos sobre el territorio y que no corresponden con la comunidad. Eso genera, entre otras cosas, que los habitantes no se apropien y no circulen por la comuna, tal como lo precisa ‘Cleo’.


Un habitar real


De acuerdo con el relato de ‘Cleo’, Robledo Venga Parchemos nace en el año 2012 impulsada por un grupo de jóvenes que hacían arte, pero por fuera de la comuna y del barrio. En esos espacios, se dieron cuenta que muchos de los que participaban vivían en el mismo sector de Robledo, de Aures y Villa Sofía.


Para ese momento, según cuenta ‘Cleo’, el ambiente en el barrio era muy hostil, el territorio atravesaba un periodo de fronteras invisibles. Fue entonces cuando decidieron reunirse para proponerse parchar en el barrio y, de esta forma, como jóvenes poder habitar el territorio desde lo que les gusta; el arte. En otras palabras, una propuesta de vida dentro del territorio.

Robledo Venga Parchemos nace en el año 2012 impulsada por un grupo de jóvenes que hacían arte, pero por fuera de la comuna y del barrio. Foto: Robledo Venga Parchemos

“Queremos parchar, pero lo queremos hacer en la calle, porque es el escenario auténtico de la gente. Nuestros lenguajes han sido la literatura, el arte, la música, el disfrute. Así dimos vida a una propuesta para llenar de vida los lugares del barrio. Con esta acción, la idea es desinstalar esos imaginarios de violencia y de miedo; para que realmente puedan ser territorios que habitemos, territorios llenos de apuestas de vida”, expresa ‘Cleo’.


La cultura es itinerante… ¡Que parche la vecindad!


Tirar propuestas pensadas para el territorio ha sido la constante para Robledo Venga Parchemos y, según señala ‘Cleo’ —a lo largo de estos años— le han apuntado a la reconstrucción del tejido social que ha estado tan debilitado. “Lo que nosotras hacemos busca que una a la gente. Que se junten los vecinos, conocernos y reconocernos en el marco de temas que tenemos que conversar dentro de la comunidad y en las practicas que nos enriquecen culturalmente”.


De esta forma, fue que empezaron a desarrollar lo que denominaron las “Lunadas Artísticas y Culturales” de forma itinerante por el barrio. Escogían lugares en el sector, se reunían —no era algo demasiado planeado reconoce ‘Cleo’— e invitaban parceros y parceras. De esta forma, el espacio se fue alimentando de música, de marchas por el sector, propuestas artísticas; para poder ir convocando más gente al espacio y que lo reconocieran como suyo desde el barrio.


‘El andén es el escenario más incluyente’


Tal como un día lo anunció Nicanor Parra, escritor chileno, la poesía debía bajar del Olimpo que le restringe su sentido social y el acceso del pueblo, escribió; “Contra la poesía de salón… La poesía de la plaza pública, La poesía de protesta social”. En la misma dirección apuntó Robledo Venga Parchemos para llevar las acrobacias, el teatro, el circo, la música y el cine a la calle; que pertenece a la gente de Robledo.


“Nuestro sentir en Robledo como jóvenes es que entiendan nuestras formas de ser jóvenes, por ejemplo, como lo es habitar el territorio desde el arte. Reconocer cuales son las prácticas en como jóvenes nos reconocemos y desde las que construimos. Además, cómo abrazar a esos jóvenes que son estigmatizados por las formas que optan para contarse como jóvenes”, expresa ‘Cleo’.


Nada de paisajes artificiales


Robledo Venga Parchemos es una respuesta juvenil a este a país que ha ninguneado a los y las jóvenes. Para ‘Cleo’, apostarle al trabajo con jóvenes tiene que ver con que “nos estamos pensando este país y estamos buscando propiciar propuestas por medio de espacios, pero tangibles. Por ejemplo, con alternativas con las que podamos caminar a otro país posible. Nos estamos pensando muchas cosas y a eso hay que darle lugar, pero por fuera de la estigmatización. Esos que rezan que los jóvenes no sabemos lo que queremos, no pueden ver que sí sabemos lo que queremos y que propuestas es lo que hay”.

“Hay unos principios que nos rigen: el antimilitarismo, el Buen Vivir y Equidad de Género que permean todas las actividades que se llevan a cabo en la Corporación.” Foto: Robledo Venga Parchemos

Dentro del trasegar de la Corporación, explica ‘Cleo’, han existido muchos espacios formativos y de eventos. En este momento, los lunes y los jueves hay acrobacia aérea y de piso de 7 p.m. a 9 p.m.; los martes hay taller de teatro 5 p. m. a 8 p.m. y cada 15 días hay cine al aire libre. Los talleres de acrobacia aérea se hacen en un puente, relativamente nuevo, en Robledo; que conecta el sector de Aures con Villa Sofía. Los talleres de teatro se hacen en la sede de la Corporación, así como la proyección de las películas.


Según cuenta Cleo, el público principal son los jóvenes del sector. De hecho, cuenta que, en acrobacia aérea, están desde los 12 años hasta los 32 años y en el taller de teatro de 16 a 32 años. Por su parte, “los ciclos de cine si los hemos pensado con público más amplio, por eso decidimos empezar con el ciclo de cine infantil y así seguir con un ciclo para jóvenes. Al finalizar los espacios de proyección, se hacen círculos de la palabra para generar reflexiones de las películas”.


Los espacios son apuestas discursivas


Cleo señala que en los espacios “hay unos principios que nos rigen: el antimilitarismo, el Buen Vivir y Equidad de Género que permean todas las actividades que se llevan a cabo en la Corporación.”

En el semillero de acrobacia hay un trabajo focalizado en lo técnico, es decir, el fortalecimiento de todas las técnicas de acrobacia. A su vez, trabajan para el fortalecimiento de los vínculos entre las mujeres, porque —aunque llegan hombres a acrobacia aérea; mayoritariamente son mujeres— sin decir que no estén vinculados a la dinámica. Ahora, como es un trabajo desde el cuerpo; permite que las integrantes reconozcan su cuerpo en clave del trabajo colectivo.


Por parte del teatro, “hemos tenido ciclos desde el teatro de los y las oprimidas; llevando a la puesta en escena y en los ejercicios escénicos; desde la problemática que vemos desde el territorio qué alternativas creemos, cuáles son los actores que componen esas realidades, qué incidencia tenemos nosotros también como actores. Claramente el enfoque del teatro es desde lo comunitario, nosotros como jóvenes qué tenemos que decir”.


“La Lunada Artística y Cultural”


Según cuenta Cleo, este el evento más grande porque es más a nivel de ciudad y que se realiza en el teatro al aire libre. La próxima lunada, por ejemplo, se realizará el próximo 24 agosto y tiene la temática de Reconciliación en el marco del posconflicto.

En la Lunada se presentan todas la expresiones artísticas, escénicas y musicales. Foto: Robledo Venga Parchemos

Se hará desde las 4 p. m. con una marcha carnaval por el territorio. Desde las 6 se llevará a cabo la programación que se extiende hasta la media noche. Además de arte, en la lunada compartimos alimentos; se hace una olla comunitaria que auspicia un compartir en torno al alimento.


La antesala de la Lunada


Hay dos eventos que preceden a la Lunada, que son “La cervezada literaria” o “el canelazo literario” o “chichada literaria” —dependiendo con quien estén desarrollando el espacio— y se hace ochos días antes de la lunada. Entonces, a partir de la temática de la Lunada, empiezan a pensar en clave de Reconciliación en el Posconflicto para el caso de la que se aproxima.


Por medio de la literatura la conversación permite traer reflexiones con respecto a la temática. Quienes participan, señala ‘Cleo’, deben llevar textos alusivos a la temática. A su vez, pueden llevar escritos propios y sobre esos escritos hay un espacio para hacerles un reconocimiento. En la lunada se llevan a cabo la lectura de los escritos escogidos.

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