Por: Redacción Pares
El Consejo Regional Indígena del Cauca, a través de un comunicado divulgado en las últimas horas, informa sobre el asesinato del joven Dumar Mestizo integrante del Grupo Juvenil Álvaro Ulcué, en horas de la tarde del 4 de octubre, en el sector de la Despensa Municipio de Toribío. En lo corrido del año, según la Defensoría del Pueblo, en este departamento han sido asesinados 21 líderes sociales, de los cuales, ocho eran indígenas. Estos crímenes aún están en la impunidad.
Dumar, dice el comunicado, era residente en la vereda la Esperanza del resguardo de Jambaló. En el momento acompañaba al programa Generaciones Étnicas con Bienestar del mismo resguardo, realizaba murales en la comunidad, e hijo del líder asesinado por actores armados, Marino Mestizo.
El crimen sucedió horas después de que, en horas de la madrugada fue dejado un panfleto en el barrio La Mesa de Belalcázar en casa donde se estaba hospedando el consejero mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC Hermes Pete Vivas. Este panfleto fue escrito, presuntamente, por el grupo residual de la extinta guerrilla de las FARC, donde le piden al Consejero no promover la reactivación y fortalecimiento de la guardia Indígena como defensores y garantía de vida.
Además, en el mismo panfleto le piden a las Autoridades Indígenas de los resguardos de Lame, Mosoco, San José, Vitonco, Tálaga y Belalcázar salir del territorio, de no hacerlo según la misiva, asumirían las acciones militares de ese grupo armado delincuencial de las FARC.
El CRIC hace un llamado urgente a la Defensoría del Pueblo, Comisión de derechos Humanos del Congreso, a la ONU, OEA y demás organizaciones de derechos humanos, a mantener y seguir brindando su apoyo a los procesos comunitarios de cuidado y defensa de la vida, ante estos hechos que buscan profundizar las dinámicas del conflicto.