Por: Redacción Pares
Para León Valencia, director de la Fundación Paz y Reconciliación -Pares, «Con estos asesinatos lo que hay es una tragedia nacional. Asesinan a líderes reclamantes de tierra, a personas que se oponen a economías ilegales, a activistas sociales de derechos humanos, a personas con vocación de participación política y a líderes comunales. Esto tiene que parar.»
A raíz del asesinato de María del Pilar Hurtado en Tierralta, Córdoba, Defendamos la Paz convocó a la ciudadanía a movilizarse el próximo 26 de julio y elevar un clamor nacional para que se acaben los asesinatos sistemáticos de lideresas y líderes sociales en el país. Desde ese momento hasta hoy, organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación han registrado al menos otros diez crímenes.
Asimismo, según el analista Ariel Ávila, subdirector de Pares, el 60 % de los líderes asesinados son reclamantes de tierras, como es el caso de María del Pilar Hurtado, acribillada en Tierralta, Córdoba, ante la mirada de su hijo que gritaba de dolor; reclamantes de verdad o miembros de las juntas de acción comunal que se oponen a la siembra de coca u otras economías ilegales; o personas que participan en política con banderas de lucha contra la corrupción local.
«Cada cuatro días asesinan a un líder social en Colombia, además, en total, desde la firma del acuerdo de paz ya fueron acribillados más de 260 líderes sociales. Además. hay más de un centenar de víctimas de violencia política en el marco de las elecciones locales del próximo mes de octubre.» Explica el analista.
Sobre esta violencias hay varias conclusiones: la primera, es que la mayor intensidad de esta violencia se da en meses preelectorales, es decir entre julio y octubre, antes de las elecciones locales y regionales, es posible que la violencia se intensifique.
La segunda conclusión, es que una buena parte de los líderes sociales victimizados son reclamantes de verdad y tierra, por ende, entre más avance la justicia transicional más estarán en la mira estos liderazgos.
«Las anteriores dos conclusiones las he repetido en varias ocasiones, sin embargo, el Estado colombiano no ha diseñado ningún plan de choque para proteger los liderazgos en las regiones más complicadas del país. Nada se ha hecho.» indica Ávila.
Desde que Defendamos la Paz convocó a esta movilización, hasta hoy, se han registrado al menos otros diez crímenes. Diez razones más para marchar:
1. Uriel Piranga Valencia, líder indígena, 23 de junio, El Pital, Huila; 2. Carlos Alberto Biscué, líder indígena, 23 de junio, Caloto, Cauca; 3. Jhordan Pequi, líder indígena, 23 de junio, Caloto, Cauca; 4. José Arled Muñoz Giraldo, líder comunal, 26 de junio, Tuluá, Valle del Cauca; 5. Manuel Gregorio González, líder campesino, 26 de junio, Montelibano, Córdoba; 6. Mariano Barón Salgado, líder comunal, 26 de junio, Coveñas, Sucre; 7. Tatiana Posso, lideresa comunitaria, 3 de julio, Copey, Cesar; 8. Manuel Osuna Tapias, líder campesino, 6 de julio, San José de Uré; Córdoba; 9. José Orlando Ordoñez Vanegas, líder comunitario, 11 de julio, Toro, Valle del Cauca. 10. Yamile Guerra Suárez, 20 de julio, abogada y lideresa ambiental, Floridablanca, Santander.
Los asesinatos de estos diez líderes sociales son diez razones más para salir a las calles y plazas en las 58 ciudades de Colombia y del exterior, en las que se han citado movilizaciones y plantones el próximo viernes. Invitamos a todos los ciudadanos y ciudadanas a que caminen con nosotros y hagan presencia en los actos previstos para ese día por la vida de quienes defienden la vida y la paz en los territorios.
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