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Desde la frontera, construyendo paz: El impacto de los jóvenes cucuteños

Por: Sebastian Solano - Coordinador de la línea Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil



En el corazón de la frontera colombo-venezolana, donde los desafíos sociales y económicos suelen ser protagonistas, un grupo de jóvenes ha decidido transformar la narrativa de su ciudad. A través de la Escuela de Liderazgo Juvenil (ELJ), un programa impulsado por la Fundación Paz y Reconciliación (PARES) con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo - AECID, estos jóvenes están demostrando que el cambio es posible desde el liderazgo colectivo y comprometido.


La ELJ en Cúcuta no solo ha ofrecido herramientas prácticas a los becarios, sino que les ha permitido redescubrir su capacidad para liderar iniciativas que generan impacto social. En este recorrido, cargado de aprendizajes, creatividad y determinación, se han gestado proyectos que ya están transformando las comunidades más vulnerables de la ciudad.


Construyendo bases sólidas


Desde abril de 2024, la ELJ ha sido un espacio de aprendizaje constante. A través de módulos diseñados estratégicamente, los participantes han adquirido habilidades en planeación territorial, gestión de proyectos y resolución de conflictos. Estos espacios no solo han sido teóricos; el modelo de aula invertida del programa ha impulsado la autonomía de los jóvenes, desafiándolos a aplicar lo aprendido en escenarios reales.


“Cada sesión era un reto, pero también un recordatorio de lo mucho que podemos lograr si trabajamos juntos”, explica Ailen Duque, una de las becarias del programa. Ailen ha liderado proyectos deportivos y de inclusión social, demostrando que la diversidad y el liderazgo juvenil son piezas clave para construir comunidades resilientes. Vea también: Ailen Duque: La apuesta del liderazgo diverso de Cúcuta


La formación no se limitó al aula. Los encuentros ciudadanos, organizados como parte integral de la escuela, ofrecieron a los jóvenes la oportunidad de dialogar con líderes locales, empresarios y representantes de la cooperación internacional. Fue en uno de estos espacios donde se consolidaron alianzas estratégicas, como la vinculación de tres becarias al proyecto ambiental de Corpocero Cúcuta, una organización que trabaja por la sostenibilidad en zonas vulnerables.




De las ideas a la acción: Iniciativas juveniles que se cumplirán en el 2025

En Cúcuta, una ciudad donde los desafíos sociales, económicos y ambientales son una constante, algo emocionante está en el horizonte. En 2025, tres proyectos diseñados desde la Escuela de Liderazgo Juvenil (ELJ) prometen reconfigurar la narrativa de esta región fronteriza, demostrando que la juventud, con apoyo y visión, tiene el poder de transformar su entorno. Sembrando Conciencia Colectiva Ambiental, Goles por la Juventud y la Vida y Festival Mujeres Emprendiendo Paz son mucho más que iniciativas; son un reflejo del compromiso colectivo por un futuro mejor.


1. Sembrando Conciencia Colectiva Ambiental: Donde la sostenibilidad se convierte en cultura

En los barrios Colombia Uno y María Teresa, 2025 será un año de transformación. Sembrando Conciencia Colectiva Ambiental, liderado por la Red Nacional de Jóvenes de Ambiente, el colectivo Sueños de Película y la Fundación Creciendo Unidos, se prepara para abordar de manera integral los problemas ambientales y sociales que afectan a estas comunidades. El programa planea implementar talleres prácticos sobre manejo de residuos, compostaje y reciclaje, junto con la creación de huertos urbanos que mejorarán la seguridad alimentaria de las familias. Además, el componente artístico transformará residuos reciclables en obras comunitarias, usando el arte como herramienta de sensibilización.


Los objetivos son ambiciosos, pero alcanzables: capacitar a más de 50 madres cabeza de hogar como líderes ambientales, reducir significativamente los residuos sólidos y convertir estos barrios en referentes de sostenibilidad en la ciudad. Este enfoque holístico combina la educación, el arte y el empoderamiento comunitario para plantar las semillas de una cultura de paz. Vea también: El cuidado del medio ambiente: La apuesta por la paz de dos jóvenes en Cúcuta


2. Goles por la Juventud y la Vida: La cancha como espacio de reconciliación


Para muchos jóvenes cucuteños, el fútbol no es solo un deporte, sino un espacio donde se construyen amistades y se superan diferencias. En 2025, el proyecto Goles por la Juventud y la Vida aprovechará este potencial transformador para promover la convivencia pacífica y la resolución de conflictos en las escuelas deportivas de organizaciones barristas. Liderado por la Organización Barrista La Gloriosa Banda Rojinegra, la Corporación Movimiento Analítico para la Transformación Social (MATS) y la Asociación Jóvenes por un Nuevo Norte, el proyecto incluirá talleres sobre comunicación asertiva y transformación de conflictos, así como actividades como cine foros y partidos de fútbol.


Los organizadores esperan impactar a más de 110 niños y adolescentes, enseñándoles valores como el respeto, la inclusión y la empatía. Además, se desarrollará una caja de herramientas pedagógica que permitirá replicar esta experiencia en otras comunidades. Vea también: En Cúcuta, el fútbol popular es una alternativa de vida


3. Festival Mujeres Emprendiendo Paz: Tejiendo redes desde el emprendimiento

En el centro de Cúcuta, el 2025 creará un espacio de creatividad y resistencia femenina con el Festival Mujeres Emprendiendo Paz. Este evento, liderado por la Fundación Moiras, la Corporación Movimiento Visibles y la Red Nacional de Jóvenes de Ambiente, será un homenaje a las mujeres migrantes, rurales, víctimas del conflicto y con experiencia de vida trans que, pese a las adversidades, están impulsando el cambio en sus comunidades.

El festival combinará talleres formativos, presentaciones artísticas y exhibiciones de productos, dando visibilidad a 25 emprendimientos locales. También se producirán piezas audiovisuales que narren las historias de las participantes, resaltando su creatividad y capacidad para superar barreras.


El impacto del festival no se limitará al evento en sí. Al fortalecer redes entre emprendedoras, se busca generar oportunidades de colaboración y crecimiento colectivo que perduren más allá de 2025.


La juventud como motor de cambio


Lo que hace única a la ELJ en Cúcuta es su capacidad para catalizar el liderazgo juvenil en un contexto tan complejo como el de la frontera. Más que un programa, se ha convertido en una comunidad de aprendizaje y acción que continúa creciendo. El impacto no se limita a los proyectos. Los jóvenes becarios han comenzado a ocupar espacios en la agenda pública de la ciudad, influenciando políticas locales y colaborando con actores clave para asegurar la sostenibilidad de sus iniciativas. Vea también: Otros mundos son posibles: Las apuestas desde las Escuelas de Liderazgo Juvenil.


Con el cierre de un año lleno de logros y aprendizajes, la ELJ en Cúcuta se prepara para su próxima fase. En 2025, los proyectos comenzarán a expandirse, llevando su impacto a nuevas comunidades y consolidando alianzas estratégicas que aseguren su sostenibilidad. Para los jóvenes, el liderazgo no es un destino, sino un camino. Un camino que están recorriendo con valentía, creatividad y una fe inquebrantable en el poder del cambio colectivo. Porque, como ellos mismos lo han demostrado, Cúcuta no es solo una ciudad en la frontera; es un espacio donde las posibilidades florecen, gracias a quienes deciden liderar con el corazón.

1 Comment


babuinsobaka
Dec 25, 2024

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