Por: Walter Aldana Político social alternativo
En el año 2018, la izquierda, lo social, dejó de ser una propuesta electoral marginal: más de 8 millones de votos por Gustavo Petro así lo evidencian. Y bajo la sombrilla de un bonito nombre nos cobijamos: a alguien se le ocurrió llamar a esa esperanza la “Colombia humana”.
Como en todo el país, acá también nos aglutinamos en este movimiento. En esta ruta, llegamos el pasado 21 de agosto al “Primer Congreso Departamental de la Cauca Humana” lideresas y líderes de los 42 municipios, de condición territorial, étnica, del campesinado y sectoriales de mujeres, jóvenes, estudiantes, artistas, ambientalistas, de diversidades sexuales, del agro, generadores de opinión, viviendistas, de servicios públicos e incluso de las llamadas barras bravas, entre otras colectividades diversas.
Más de 500 personas delegadas, de manera presencial y/o virtual, nos dimos cita para avanzar en la construcción del programa político y de las formas de relacionarnos entre lo social para determinar qué hacer en el tema electoral de Senado y Cámara para el 2022, dándose por sentado el apoyo a la presidencia de Gustavo Petro.
Construimos nuestra identidad con base a dinámicas comunitarias y político-electorales, así como lo son el MAIS, la UP, el Polo Democrático Alternativo, el PTC, entre otros.
Habernos encontrado en medio de la adversidad generada por la pandemia, con algunas dificultades para la conectividad, nos permitió identificar la necesidad de perdurar en el tiempo, ratificando nuestro carácter digno y rebelde desde el Cauca para Colombia.
Con ese acumulado de experiencias vividas, de todo tipo de organización, es que vamos a la nueva sombrilla denominada “Pacto Histórico”, coordinación nacional y territorial, que no es otra cosa que la suma de voluntades desde las regiones. Por ello, es relevante que los primeros lugares de la lista cerrada estén conformados por dirigentes sociales probados en el fragor de la exigibilidad de derechos, unas veces en la interlocución con la institucionalidad y otras haciendo uso de la movilización social.
Ser Gobierno en lo nacional con Gustavo; ganar en Senado y Cámara será la actividad clave. Por lo tanto, es necesario que voceros comunitarios lleguen a ocupar las curules; pero no solo se trata de ganarlas, la pregunta es: ¿para qué?
La implementación del Acuerdo de Paz con las FARC, la defensa del agua, la vida y el territorio, el freno a las concesiones mineras y el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos son, entre muchos más temas, los que llevaremos como aporte al Pacto Histórico: proyecto político, organización y una apuesta a Senado con el profesor Óscar Salazar (para que, reconociendo su representatividad, el colegio electoral le asigne uno de los primeros lugares en la lista, así como a todos y todas los líderes sociales); y con Jorge Bastidas en una lista de Cámara de Representantes en el Cauca que será diseñada por las organizaciones que hacen parte del Pacto Histórico.
Es cierto que la Colombia Humana no es todo el pacto, es una parte importante; por ello pierden quienes, atacando a esta unión de fuerzas, creen hacer mella en la candidatura de Petro, porque ese sueño de vida y humanidad va más allá de los hoy parlamentarios y pide, desde las regiones, dar el espacio a las aspiraciones, las propuestas locales y regionales de confluencia de procesos sociales, tal y como lo hablan las conclusiones del Primer Congreso Departamental de la Cauca humana, en el camino hacia el Pacto Histórico.
* Las opiniones expresadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad de la persona a la que corresponde su autoría y no necesariamente representan la posición de la Fundación Paz & Reconciliación (Pares) al respecto.
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