Por: Redacción Pares
Colombia y Venezuela comparten 2.219 kilómetros de frontera. Mucho de ese espacio ha sido usado en los últimos cuarenta años por grupos al margen de la ley como corredores para el narcotráfico, el contrabando y hasta el tráfico de personas. Arauca y Norte de Santander han sido escenarios de la guerra. Masacres, como las que vivió el Catatumbo a finales del siglo XX y las que ha sufrido Arauca desde los años ochenta, son signos de una guerra que sofoca. Dos de los rasgos que ha traído esto han sido las violencias basadas en género y el reclutamiento de menores. En el presente informe, titulado Cuerpos para la guerra, violencia basada en género y reclutamiento en la frontera colombo-venezolana, la fundación Paz y Reconciliación se adentra en dos de los flagelos más desgarradores que ha traído el conflicto.
Nos focalizamos en dos departamentos, Arauca y Norte de Santander. Durante 2024, Arauca se consolidó como el tercer departamento del país con la mayor tasa de notificación de casos sospechosos de VBG, con 108.3 por cada 100 mil habitantes, lo que se traduce en un total de 588 casos reportados. Asimismo, en 2023 el Instituto Nacional de Medicina Legal (INML) documentó 410 casos de lesiones no fatales, mientras que en el primer semestre de 2024 registró 193, evidenciando una tendencia similar a la del año anterior. A esto se suman las cifras de la Fiscalía General de la Nación, que documentó el reclutamiento de 39 menores de edad durante el presente año. No obstante, fuentes de prensa local indican que esta cifra podría ascender a 64. Por su parte, la Defensoría del Pueblo confirma que Arauca es el segundo departamento del país en 2024 con más casos de reclutamiento, solo por debajo de Cauca.
En cuanto a Norte de Santander, durante 2024 se registraron 331 casos de VBG atendidos por la Defensoría del Pueblo, mientras que el INML documentó 466 casos durante los primeros seis meses del año. El fenómeno de reclutamiento forzado por parte de los grupos armados ha dejado un saldo de 56 víctimas, de las cuales el 60% pertenecen al municipio de Tibú, que registra los mayores índices de violencia. El 80% de los casos ocurrieron en la subregión del Catatumbo.
Las cifras de reclutamiento forzado son preocupantes en ambos departamentos. Durante el 2024 la Defensoría del Pueblo informó que en el primer semestre del año se registraron 159 casos de reclutamiento de NNA, de los cuales el 51% pertenecen a pueblos indígenas, el 31% a ningún grupo étnico, el 5% a comunidades afrocolombianas y un 13% del cual no se cuenta con información. En el caso del departamento de Arauca y la zona fronteriza del alto Apure venezolano, la información que proporciona la Defensoría, indica que es el segundo departamento con más casos de reclutamiento con un total de ocho casos reportados en lo que va del año solo después del Cauca con 125, el cual lidera las estadísticas con amplio margen sobre el resto del país.
Se precisa que entre 1990 y el 2017, por lo menos, 16.238 menores de dieciocho años fueron víctimas de reclutamiento forzado por parte de los grupos armados ilegales; siendo las extintas FARC-EP el grupo armado ilegal que más utilizó está estrategia para aumentar el número de combatientes La incorporación de Niñas, Niños y Adolescentes (NNA) a grupos armados organizados tuvo dos etapas: La primera entre 1964 y 1989 donde se registraron 528 víctimas, siendo el reporte más bajo de la investigación, y la segunda etapa ocurrió entre 1990 y 2017, que se caracteriza por el subregistro que se presenta y que indica que hubo entre 27.101 y 40.828 NNA reclutados.
El siguiente es la radiografía más actual que se puede encontrar sobre dos de los temas más escabrosos de la guerra en Colombia, la violencia de género y el reclutamiento forzado.
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