Por: Anderson Salinas
Enlace Norte de Santander de la Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil
La Corporación Pride, nace en el año 2019 con el propósito de trabajar por la defensa de los derechos humanos de las comunidades diversas del Catatumbo; y desde entonces su papel en la sociedad es la generación de espacios de participación e incidencia ciudadana.
El Registró Único de víctimas (RUV) Colombia tiene 9.165.126 de víctimas del conflicto armado en Colombia, donde 4.190 son personas LGBT. Un panorama que se enfrenta con el subregistro que se presenta debido al riesgo que asumen las víctimas a la hora de desarrollar las denuncias.
Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo y presidente del Comité de Seguimiento y Monitoreo a la Implementación de las Recomendaciones entregadas por la Comisión de la Verdad en el informe Final le explicó a Pares que: ser diverso en la época del conflicto armado en Colombia era muy difícil, pero con el paso de los años hemos visto que son las comunidades LGBTIQ+ quienes apuestan por los procesos de organización.
“Hoy vemos que para la comunidad LGBTIQ+ de las siete propuestas presentadas por el Informe Final de la Comisión de la Verdad, se avanza de la manera en que se respeta el trabajo por la defensa de los derechos humanos de estas comunidades en zonas de conflicto y es importante reconocer el ejercicio de memoria y verdad que vienen desarrollando desde la firma del Acuerdo de paz (2016)”, agregó Castañeda.
Frente a esta realidad oscura de defender los derechos humanos de la comunidad LGBTI nace la Corporación Pride, un espacio para visibilizar el trabajo diverso del trabajo y para dignificar la labor de quienes no tuvieron oportunidades de desarrollo personal e individual.
Gregorio Oliveros, integrante de la Corporación y becario de la Escuela de Liderazgo Juvenil en Tibú que adelanta la Fundación Paz y Reconciliación con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), precisa que decidieron organizarse ante los señalamientos, asesinatos y desapariciones que sufren las mujeres y las comunidades LGBTIQ+ en el Catatumbo: el lugar donde ser diverso era un pecado.
“Uno de los avances más significativas que hemos podido desarrollar en la Corporación es vincular a las iglesias de diferentes religiones, que muchas veces son las que más juzgan. Así mismo, hacer entender a los grupos armados ilegales que ser diverso no es un delito y que en muchos casos nos brindan el respaldo a los eventos que desarrollamos”, explicó Oliveros a Pares.
Un trabajo que dignifican por medio de encuentros culturales y talleres pedagógicos de sensibilización. Muestra de ello, fue el primer encuentro LGBTIQ+ que contó con la participación de 30 jóvenes diversos del Catatumbo; y que se encuentran preparando el segundo espacio que permita a la ciudadanía de la región comprender la importancia de respetar la diferencia y amar la diversidad.
Significa tener dignidad y amor a los procesos ser consiente que a otros le puede pasar lo mismo que nos pasó a la mayoría en el pasado y que la historia no se repite.
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