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Consejos municipales de juventud: ¿participación política o utilitarismo electoral?

Por: Miguel Ángel Rubio Ospina

Línea Jóvenes en riesgo y participación juvenil


El siguiente artículo tendrá la estructura de entrevista comentada, para este análisis y seguimiento del recién posesionado Consejo Municipal de juventud de Pereira, se entabló un diálogo con el colectivo político Juventud Transformadora, quienes obtuvieron un escaño en el CMJ municipal en representación de listas independientes.


La conversación con Kevin Esteban Santana estudiante de Sociología de la Universidad de Caldas, Juan Camilo Vélez, abogado recién graduado de la Universidad Libre Seccional Pereira y la consejera electa Sofía Castaño, estudiante de tercer año de derecho en la Universidad Libre de Pereira, se realizó el día 31 de enero.


El diálogo versó sobre tres temas fundamentales: Los CMJ, bancadas con más representación y poder, y un análisis coyuntural de las pasadas elecciones del pasado 5 de diciembre en todo el país.

Miguel Ángel Rubio (MR): ¿Cuántas personas votaron para los CMJ (Consejo municipal de juventud) de Pereira, en términos de representación? Y ¿Cuál fue el partido con más votación?

Juventud Transformadora (JT): A nivel de Pereira, fueron alrededor de 6.000 votos en las elecciones de los CMJ y la población juvenil de la ciudad es de 120.000 personas con plena capacidad de votar, esto apenas corresponde a un 5%. de personas jóvenes dentro de las cuales se mostró una tendencia muy fuerte a: tendencias alternativas como listas independientes, organizaciones de trabajo y un hecho muy importante, y es que las personas han sabido interpretar dentro de los partidos como sector alternativo a los Verdes, tanto que la votación de ellos fue predominante, pues ellos obtuvieron 741 votos.


MR: ¿Esa votación cuántas curules le dio al partido?


JT: Le dio dos, casi tres; lo que pasa es que el CMJ se divide entonces en tres secciones. La primera son partidos políticos, que se pelearon 5 curules, luego están las prácticas organizativas que son ONG’s que ya tienen Cámara de Comercio, o juntas de acción comunal y fundaciones, a las que corresponde otras 5 curules, y en las listas independientes que es, o era la más amplia, se peleaba 7 curules. Dado esto podemos decir que: los partidos políticos sacaron 2.433 votos, prácticas organizativas 605 votos y listas independientes 882 votos.


MR: Si sumo la información que ustedes me dan, el resultado son 17 escaños y tengo entendido que para el caso de Pereira hay 19 CMJ elegidos.


JT: Originalmente son 17 curules dependiendo del censo poblacional, para Pereira alcanzamos 17 curules, hay otras que son 15 y 13 curules; en Pereira tenemos 17, de hecho nosotros obtuvimos esa curul 17 por votaciones, pero hay unas curules especiales determinadas por ley para las comunidades minoritarias, como indígenas, afrodescendientes, víctimas, comunidad LGBTIQ+. Ellos tendrían 3 pero numéricamente al tener 3 seriamos 17 curules ordinarias más 3 especiales para un total de 20. Sin embargo, por concepto del CNE, cuando en una ciudad tenían el tope máximo de curules ordinarias, y se suman curules especiales y la suma total es un número par, las listas independientes pierden una curul por ser las listas con mayor cupo; entonces nos quitaron 6 para poder quedar en 19, hubieran podido aumentar una y ser 21, pero debido al concepto proferido por el CNE, quedamos en 16 curules ordinarias y tres especiales.


Es importante aclarar que a los CMJ nunca se nos informó e incluso estas listas independientes, nunca participaron en lo que fue un debate, después de que se llegó a la elección, fue que se informó que se iba a restar una curul porque hay circunscripción de listas especiales. Creemos que esto lanza un mensaje a los jóvenes y a las personas que están dentro del proceso, realmente su vocería nunca se tuvo en cuenta, pues mientras ustedes estaban encampañados, no se les informaba como iba el proceso y eso es algo muy grave.


Un primer diagnóstico del problema al momento de elegir los CMJ, es que estos liderazgos políticos no piensan la política en términos del debate, del ágora, de la argumentación; sin embargo según el análisis de Juventud Transformadora, este deber ser del ejercicio de un CMJ, se convierte en algo difícil y utópico, dada la condición de muchos, sino de todos, de ser delfines políticos de viejos liderazgos, curules heredadas, en las que ser CMJ, es un primer paso para mantener la imagen y el trasunto del poder en estás familias o colectividades.


La preocupación de este colectivo ubicado en el espectro de los independientes, es evidenciar el hecho de que estás prácticas se han normalizado, y los jóvenes replican prácticas políticas de sus partidos e incluso parientes. La realidad debería ser que el CMJ lleve propuestas de los jóvenes a sus espacios de interlocución con las administraciones, y su deber ser es proponer en pro de las voluntades y exigencias de la juventud. Una de sus misiones es apoyar a la alcaldía de Pereira en la formulación de la política pública, ahora bien, lo están haciendo según Juventud Transformadora, sin estudios zonales, sin métodos de cartografía social, sin una investigación profunda.

MR: ¿Cuántos de esos consejeros elegidos son de estratos bajos de la ciudad, 1 o 2?


JT: Ninguno.


MR: Continúo haciendo énfasis en este tema, debido a que lo espera la población es que, si los jóvenes se volcaron a las calles en las protestas, ¿Por qué no se volcaron con la misma fuerza para estas elecciones? Podríamos entonces decir lo siguiente, la estratificación económica de los representantes a los CMJ es de estrato 3 hacia arriba, pero no existen consejeros de las clases populares estratos 1 y 2 que lleven las demandas del estallido social a esos debates.


JT: No existe, y lo otro es la naturaleza con la que fueron concebidos estos CMJ, pues es evidente que el CMJ se creó para estos mismos estratos, primero por que las sesiones se tienen que realizar en el concejo municipal, porque así lo dispone la misma ley, esto supone un problema, imagínese un muchacho cualquiera como nosotros, que debemos ir a estudiar, debemos trabajar, pagar servicios, etc. Pidiendo permisos en la empresa para ir a las sesiones del concejo, que además son sesiones no pagas, es un cargo ad honorem. Esto nos puede llevar a pensar en un probable sesgo de la política pública, pues el argumento de estos consejeros que son de colegios privados es que sus realidades deben ser las mismas que las de las clases populares y las escuelas y colegios públicos. Otro asunto que nos permite hacer lectura de esta ausencia representacional de los estratos populares, es la falta de pedagogía electoral y política, pues se entiende que estas personas pueden salir a protestar, pero al momento de tomar decisiones políticas no confían en las instituciones, son totalmente antisistema y no creen en las elecciones.


MR: Esa radiografía que ustedes hacen es muy amplia y certera, y eso me lleva a que conversemos sobre el tema del abstencionismo en Colombia en estas elecciones. Pues de 12.672.168 cerca de un 25% de la población total del país, que median entre los 14 y 28 años, sólo aproximadamente votaron 1.279.452, según cifras de la Registraduría y el porcentaje de participación está cerca al 10%. ¿A qué se debió según ustedes este alto nivel de abstencionismo?


JT: Incluso antes de que llegará el día D, el día de las elecciones, ya nosotros sabíamos que iba a ver poca afluencia de jóvenes votando, porque es que incluso los jóvenes participantes del paro decían: el gobierno está lavando su imagen con esto de los CMJ, en el paro nunca se pidió esto, lo segundo es que no hubo pedagogía, y no hay una formación política sólida en la escuela que debería darse desde primaria. Entonces los pelaos que participaron el paro, incluso los de izquierda decían, “Para que salgo a votar si puedo hacer veeduría desde mi casa” La pelea que estamos dando ahora, es que las propuestas y la formulación de la política pública, se haga con insumos traídos de esas comunidades, y no desde la desconexión de los muchachos de estratos medios y altos que no conocen dichas realidades.

MR: La siguiente pregunta es entonces, ¿a pesar del diagnóstico que ustedes hacen, porque insistir en tener una representación en los CMJ?

JT: Primero porque eso lanza el mensaje de que si no lo hacemos nosotros, le dejaremos el escaño a los partidos de siempre. Segundo porque es un espacio de interlocución, propuestas y veedurías a la alcaldía y otros entes, tercero, también nos parece que, desde el CMJ como organismo de consejería, se supone que deben leer y entender las dinámicas de los jóvenes y proponer alternativas para la administración municipal, es importante entonces en el sentido de las siguientes herramientas. En la construcción de la política pública le permite a los consejeros municipales proponer, pero allí no debe quedar el trabajo, también debe hacer seguimiento al cumplimiento de estás políticas, y otra función es tener capacidad de difusión sobre organizaciones y plataformas diversas de jóvenes para tener capacidad de presión en la toma de decisiones.

¿Cuáles son las conclusiones de este diálogo?

  1. Por primera vez se ha activado el Estatuto de ciudadanía joven y se han revivido las intenciones de dar a las jóvenes posibilidades de incidir en las decisiones de sus territorios. Esto por supuesto tiene defectos aún, la cooptación de maquinarias políticas tradicionales, el delfinisnmo político, es decir, herederos del poder que encuentran en estos organismos modos de visibilizarse, y la apenas mínima formación política de los muchachos electos, que los lleva a terminar siendo instrumentalizados para intereses de poder superiores.

  2. Los jóvenes empiezan a ser conscientes de la necesidad e importancia de participar en estos espacios políticos, incluso con los altos índices de abstencionismo y con la poca fe en los métodos electorales, esto supone aunar esfuerzos en refinar el sistema electoral colombiano no solo juvenil sino general, en generar procesos permanentes de formación en democracia, en dar dientes a los mecanismos de participación ciudadana, y en que los dirigentes y líderes cumplan con sus funciones y tengan un accionar ético y plural.

  3. Los CMJ elegidos, no recogen el sentir del estallido social, pues los discursos periféricos no son llevados a las sesiones de debate, debido a que la estratificación económica a la que pertenecen estos muchachos, no sufrió de modo profundo las demandas del movimiento social, es posible decir sin temor a equivocarnos que no hay consejeros elegidos de los estratos 1 y 2 de la ciudad, que puedan poner en relieve las demandas de sus comunidades.

  4. Lo anterior supone sacar también los espacios de pedagogía y difusión que de por sí son pocos y deficientes, de lugares donde no tienen acceso los jóvenes de las clases populares. Llevar esta estructura a las calles, parques, canchas etc., hubiera generado un impacto poderoso en esta gesta electoral.

  5. La apenas creación y resurrección de voluntades y mecanismos de participación política a los jóvenes por medios de los CMJ, los hace vulnerables al utilitarismo político de las maquinarias electorales, un riesgo inminente de esto son las elecciones de marzo de este año, las presidenciales y las regionales del 23, donde en estas últimas los cacicazgos políticos son evidentes y trataran de absorber los CMJ para sus intereses de poder.


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